El árbol más bonito del mundo: no es el cerezo y se encuentra en Hispanoamérica

La naturaleza y su belleza han inspirado a lo largo de los siglos a decenas de artistas: escritores, pintores, compositores, etc. Gracias a ello, existen múltiples obras que captan la esencia de la vida y el sentimiento de asombro ante los paisajes que puede generar. Asimismo, muchos filósofos, maravillados por este mismo fenómeno, han mencionado la naturaleza en sus reflexiones; entre ellos destacaría Kant y Benedetto Croce. En pocas palabras, la naturaleza ha sido motivo de fascinación del ser humano desde siempre, y en la actualidad no es diferente.

Esta misma fascinación ha hecho que varias ciudades de Latinoamérica sean motivo de atracción turística, ya que, según varios especialistas en botánica, se encuentra allí el árbol más bonito del mundo. Durante mucho tiempo, el título no oficial del más bonito se lo ha llevado el cerezo japonés; sin embargo, el árbol, conocido con el nombre científico de Jacaranda mimosifolia, en España como jacarandá o tarco, lo ha reemplazado.

Jacaranda mimosifolia

Este árbol es originario del sur de América y se puede encontrar en países como Brasil, Bolivia, Paraguay y el norte de Argentina. Su belleza reside en sus flores, agrupadas en racimos y de un intenso tono azul-violeta. Una de sus características más singulares es que florece tras perder todas sus hojas, a diferencia de otras especies. Este hecho provoca que las ramas queden inundadas por sus coloridas flores, un verdadero espectáculo para el ojo humano, aunque ese suceso dura tan solo unas pocas semanas.

En riesgo

La belleza de este árbol es sumamente popular, y muchas personas esperan todo el año para poder disfrutar de su florecimiento, el cual marca el inicio de la primavera. No obstante, en este momento está en riesgo, y si no se toman medidas para protegerlo, podría acabar desapareciendo, como muchas otras plantas lo han hecho en el pasado. El problema principal es la construcción masiva que daña su hábitat natural; aunque el cambio climático también genera estragos en su supervivencia.

La sociedad cada vez es más consciente de lo importante que es cuidar del medio ambiente y del problema que supone que desaparezcan especies de este tipo, más allá de los motivos estéticos. Por ello, se espera que las distintas localidades donde crecen estos árboles asuman la responsabilidad de preservarlos, para que tanto los ciudadanos como los visitantes puedan seguir disfrutando de ellos.