La tecnología ha facilitado y mejorado la calidad de vida de la sociedad, pero también ha provocado dependencias que a simple vista no siempre se detectan. En la actualidad, es muy común estar enganchado a una pantalla desde una temprana edad. Las redes sociales o la Inteligencia Artificial (IA) son algunas de las herramientas culpables de fomentar este problema.
Aunque esto no solo afecta a los más jóvenes, los adultos también muestran señales de una clara adicción a los aparatos tecnológicos. La mayoría de la gente pierde más de la mitad de su tiempo entre pantallas, ya sea para trabajar, estudiar o pasar tiempo libre.
Los constantes avances en este campo y el continuo desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), muestran que el futuro es la innovación, y que estas herramientas, que ya son parte de la vida cotidiana, seguirán ocupando un lugar cada vez más importante en la sociedad. Por ello, es fundamental aprender a poner límites.
Todo comenzó con los móviles inteligentes, ya que marcaron un antes y un después, pero a este invento le han seguido múltiples innovaciones, hasta llegar al reloj inteligente. Este dispositivo tiene innumerables funciones: te permite ver las notificaciones de los mensajes, recibir llamadas, medir las constantes vitales, pagar cosas, etc. No obstante, es también otra herramienta que provoca que la sociedad sea incapaz de desconectar.
Cuándo hay que apagar el reloj inteligente
Los expertos señalan que es necesario gestionar el tiempo de uso de las pantallas y recomiendan al menos respetar cuatro momentos del día en los que no se deben utilizar.
- Durante las comidas: las constantes interrupciones de las notificaciones influyen en la calidad de tiempo que se destina a las comidas, ya que puede provocar que se acelere de forma inconsciente el ritmo, para poder contestar los mensajes, y a largo plazo, esto puede terminar afectando a la digestión.
- En el tiempo libre: es necesario tener hobbies que permitan al cerebro desconectar un rato. Asimismo, tener un recordatorio constante de los pasos realizados o los objetivos del día puede ser sofocante, más aún los días en que no se haya podido cumplir la meta.
- Mientras duermes: muchos modelos de este tipo de dispositivos tienen la posibilidad de analizar las horas de sueño, sin embargo, el propio reloj puede interrumpir y empeorar la calidad del descanso. A muchas personas les puede molestar la luz de la pantalla o las vibraciones, por ello, es recomendable quitárselo incluso media hora antes de dormir.
- En reuniones sociales: es difícil prestar atención a las personas del entorno si existe una distracción como el reloj. También puede afectar a la calidad del tiempo personal que destinas a familiares y amigos. Por lo tanto, es mejor dejar el dispositivo en reuniones de esta índole.
Problemas que genera el uso excesivo
Además de generar adicción, pasar mucho tiempo entre aparatos tecnológicos puede afectar a la salud mental, es más, muchos expertos de la psicología afirman que son causantes de enfermedades como la depresión o la ansiedad. Asimismo, pueden generar evasión de la realidad, aislamiento o insomnio, entre otras. Por ello, es importante entender que es una herramienta muy útil, pero siempre y cuando se establezcan límites sanos.