
Los aceites vegetales se utilizan desde tiempos ancestrales en el cuidado de la piel y en el desarrollo galénico de las formulaciones. La Rosa rubiginosa, de cuyas semillas se obtiene el aceite de rosa mosqueta, se utiliza en dermocosmética gracias a sus propiedades como eficaz regeneradora de la piel. Hay que recordar que la familia Rosaceae está formada por 122 géneros y unas 3.400 especies, entre las que se incluyen la mayoría de los árboles y arbustos frutales de las regiones templadas. La denominación común de rosa mosqueta corresponde a la especie Rosa aff. rubiginosa L. (Rosa eglanteria L.) y, en ocasiones, a Rosa moschata Herrm.
Esta es un arbusto silvestre que puede medir más de 2 m de altura, con ramas delgadas y flexibles, cubiertas de espinas de color violáceo. Las hojas de la rosa mosqueta son caducas, pinnadas, de bordes serrados y con presencia de estípulas. Sus flores tienen 5 pétalos de color rosado y olor almizclado, en panojas espesas y terminales; los estambres son de un color amarillo vivo. La floración se produce una sola vez por temporada. Pero la rosa mosqueta solo es una más de la larga lista de aceites esenciales que cubren el mercado de la cosmética, sin embargo, este es especial ya que no solo sirve para todos los tipos de piel, sino que también hidrata, ayuda con las imperfecciones e incluso previene las arrugas.
¿Qué es el aceite de rosa mosqueta?
El aceite de rosa mosqueta se ha consolidado como uno de los productos naturales más valorados en el ámbito de la cosmética y el cuidado de la piel, gracias a su impresionante composición química y sus múltiples beneficios. Pero, ¿Cuál es su origen? Este arbusto es originario de Europa Central, donde se cultiva sobre todo en Polonia, los Balcanes, Hungría, Rusia y el Cáucaso, pero también se encuentra en África y en India. Fue introducido en Chile durante la conquista y actualmente cubre gran parte de su superficie, desde el nivel del mar hasta los 2.000 m de altura, además, en la actualidad, este país es el principal productor y exportador de aceite de rosa mosqueta.
Extraído de las semillas de un arbusto silvestre de la familia de las rosas (Rosa moschata o Rosa rubiginosa), este aceite es rico en vitaminas, antioxidantes y ácidos grasos esenciales, los cuales actúan sinérgicamente para mejorar la salud y la apariencia de la piel.
Usos tradicionales
La rosa mosqueta se ha cultivado tradicionalmente como arbusto ornamental Es una especie muy resistente que tolera bien los niveles de alcalinidad elevados, no requiere un suelo fértil ni un buen drenaje y soporta numerosas enfermedades. Sus frutos se emplean en alimentación para elaborar conservas y mermeladas. También se utilizan en la preparación de infusiones, a las que proporciona un sabor astringente y ácido muy característico. Pero además, por su composición excepcional, el aceite de rosa mosqueta se ha convertido en el mejor aliado para la piel gracias a sus numerosas aplicaciones cosméticas y dermatológicas.
Beneficios para la piel
- Hidratación y reparación: El aceite de rosa mosqueta es profundamente hidratante, gracias a su alto contenido de ácidos grasos esenciales, como el ácido linoléico (omega 6) y el ácido linolénico (omega 3). Estos ácidos grasos mejoran la barrera cutánea, reduciendo la pérdida de agua y protegiendo la piel de la deshidratación. Además, contribuyen a la reparación y regeneración celular, favoreciendo la cicatrización de heridas y la reducción de cicatrices y estrías.
- Superhidratante: La hidratación es otro de los muchos beneficios del aceite de rosa mosqueta. Esto se debe a que es rico en ácido linoleico, un emoliente que suaviza la piel. De hecho, más del 47-50% del aceite de rosa mosqueta se compone de este emoliente.
- Regenera la piel, por lo que se puede usar contra quemaduras, heridas, acné y hemorroides.
- Disimula las cicatrices: Las investigaciones científicas han descubierto que el aceite de rosa mosqueta ayuda a disimular de forma considerable las cicatrices de acné, sobre todo si se aplica directamente sobre las más recientes. Hay que saber que aplicar aceite de rosa mosqueta de forma regular en las heridas ayuda a disminuir las cicatrices en el plazo aproximado de seis semanas.
- Corrige la hiperpigmentación: La pigmentación cutánea aumenta a medida que se envejece y los principales causantes son la exposición solar y el exceso de melanina que hace que a la piel se oscurezca por zonas. Por ello, además de echarse protección solar todas las mañanas, se puede utilizar aceite de rosa mosqueta para corregir la hiperpigmentación.
- Suaviza las arrugas: El aceite de rosa mosqueta es rico en vitamina C, un potente antioxidante que ayuda a que las arrugas desaparezcan. Asimismo, las grasas prensadas en frío del aceite ayudan a combatir las arrugas porque al aplicarse actúan como emolientes que suavizan, hidratan y favorecen la regeneración celular de la piel. Además, por su alto contenido en vitamina A, es un excelente tratamiento para las ojeras.
- Ilumina la piel: El aceite de rosa mosqueta también contiene vitamina E y componentes fenólicos que hacen que la piel luzca más brillante y homogénea. Asimismo, la combinación de las vitaminas C y E tiene una eficacia moderada a la hora de reducir las ojeras. Sin embargo, hay que tener cuidado cuando se aplica aceite bajo los ojos, ya que la piel de esa zona es muy fina y los aceites pesados pueden hacer que se hinche más.
- Estimula la producción de colágeno: El aceite de rosa mosqueta contiene vitamina C en altas cantidades, algo muy necesario para producir colágeno. Se trata de una proteína presente en el cuerpo de forma natural que ayuda a mantener la piel elástica y flexible. El colágeno representa alrededor del 75% del peso en seco de la piel, de ahí que sea tan importante para mantenerla sana. Por suerte, el aceite de rosa mosqueta contiene galactolípidos que estimulan su producción y reparación.
- Antienvejecimiento: Rico en antioxidantes como la vitamina C y la vitamina E, el aceite de rosa mosqueta combate el estrés oxidativo y reduce los signos del envejecimiento, como las líneas finas y las arrugas. La vitamina C, en particular, estimula la producción de colágeno, mejorando la firmeza y la elasticidad de la piel, mientras que la vitamina E proporciona una potente acción antioxidante que protege la piel de los daños ambientales.
- Reduce la inflamación: Cuando la piel reacciona al agua muy caliente, al frío o a algunos ingredientes activos, tiende a inflamarse. Está demostrado que el aceite de rosa mosqueta alivia la inflamación cutánea gracias a los polifenoles, las antocianinas y la vitamina E que contiene.
- No irrita la piel: Si se tiene una piel sensible, no hay que preocuparse, ya que es raro que el aceite de rosa mosqueta agrave el eccema, la psoriasis o la rosácea. De hecho, suele ser calmante para todos los tipos de piel. Y no solo eso, sino que también ayuda a eliminar los granitos gracias a su contenido en ácido linoleico, algo de lo que las personas con acné suelen carecer.
- Protege la piel: La barrera de la piel, es decir, la capa más externa, es la que protege del calor, el frío, el estrés y la radiación ultravioleta. Cuanto más fuerte sea, menos problemas cutáneos se tendrán. Por ello, gracias a su alto nivel de antioxidantes, el aceite de rosa mosqueta refuerza la barrera de la piel. Esto también se debe a su contenido fenólico, el cual resulta especialmente útil contra la radiación ultravioleta.
- Ayuda con la piel grasa: Aunque pueda parecer contraproducente, el aceite de rosa mosqueta ayuda a equilibrar la producción de sebo, lo que significa que también es útil para las pieles grasas. La piel absorbe rápido el aceite y este evita que los poros se obstruyan, de ahí que sea tan bueno para personas con acné y piel grasa.
- Perfecto para las imperfecciones: Aunque suene contraproducente usar aceite de rosa mosqueta si se tiene acné, este posee propiedades antiinflamatorias, por lo que puede ser una buena solución. También presenta una baja comedogenicidad, lo que significa que no obstruye los poros. Pero, ¿Cómo se puede introducir? Una buena forma de incorporarlo a la rutina de belleza es echarse unas gotas después de lavarse la cara por la noche y antes de ponerse crema hidratante por la mañana.
- Antiinflamatorio: El aceite de rosa mosqueta posee propiedades antiinflamatorias naturales, lo que lo hace efectivo en el tratamiento de condiciones inflamatorias de la piel como el eczema, la psoriasis y la dermatitis. Al aliviar la inflamación y calmar la piel, contribuye a una apariencia más saludable y confortable.
- Puede usarse con otros ingredientes activos: En la rutina de cuidado facial no puede faltar un limpiador, un tónico, un hidratante y un sérum. Por suerte, el aceite de rosa mosqueta no interfiere con ninguno de estos productos y se puede incluir en el día a día sin complicaciones ya que es un gran complemento.
- Apto para embarazadas: Sirve para atenuar o evitar las estrías en el cuerpo que se producen durante el embarazo. Igualmente si se tienen estrías por cualquier otro motivo también servirían.

