El cambio estacional y las altas temperaturas dan siempre la bienvenida a todo tipo de insectos, y aunque, por lo general son bastante molestos, no suelen ser especialmente peligrosos. Sin embargo, cada vez es más común encontrar en las zonas más cálidas del país, a la araña violinista, una especie venenosa.
Este arácnido, con el nombre de Loxosceles rufescens en el ámbito científico, no es nativo de España, pero se puede encontrar en ciertos lugares mediterráneos. Caracterizado por su color marrón grisáceo y su forma de violín, puede generar mordeduras mortales por envenenamiento si no se atiende a tiempo, por lo tanto, es esencial tratar de ahuyentarlas de los hogares.
Las plantas que ahuyentan a las arañas violinistas
Hay varios tipos de plantas que sirven como repelente natural ante las arañas. El rasgo en común, que permite que funcionen como pesticidas naturales, es el aroma que desprenden.
- La lavanda: esta especie es ideal para decorar la casa por su color y su fácil cuidado, pero sobre todo es perfecta para evitar a las arañas, dado que su aroma, agradable para muchas personas, las ahuyenta.
- La menta: a menudo utilizada como ingrediente de cocina para sazonar algunos platos, es también ideal para exterminar invasores arácnidos. Al igual que la lavanda, la menta genera un olor que repele las arañas.
- El castaño: en este caso, el aroma que provoca rechazo en esta especie se encuentra en el fruto, por ello, es imprescindible que sea fresco, ya que si se seca el efecto desaparece.
Según un estudio realizado por el Instituto de Biología de la UNAM, la esencia cítrica del limón y lo componentes del eucalipto también pueden ayudar a mantener alejadas a las arañas violinistas. Ambos son la alternativa ideal para las plantas, ya que el eucalipto se puede utilizar como aceite esencial y el zumo de limón se puede rociar en entradas y ventanas.
Incluso utilizando estos métodos es posible que una araña violinista te muerda, en esos casos, los signos más visibles de mordedura son enrojecimiento de la piel e hinchazón y es recomendable acudir al médico. Además, existen otros síntomas como dolor de cabeza persistente y en una zona muy localizada, náuseas, vómitos, e incluso problemas sistemáticos.