Según cuenta La Gaceta, Jaime de Marichalar ha solicitado al juzgado número 27 de Madrid la fijación de una fianza a Época y a los periodistas Carlos Dávila y Eugenia Viñes de más de un millón de euros. El objetivo de esta gran cantidad de dinero es cubrir una posible responsabilidad civil por la publicación de una información relativa a la separación de Marichalar y la Infanta Elena.
Todo el conflicto se inició en 2008 cuando el semanario adelantó la separación de ambos y su futuro divorcio. En ese instante, la situación oficial era la de "cese temporal de la convivencia". Época afirma que, utilizando fuentes solventes, la Infanta Elena pudo plantearse alegar para conseguir la nulidad matrimonial el desconocimiento, previo a contraer matrimonio, del consumo ocasional de cocaína por parte de su ya ex marido.
Igualmente, el semanario del grupo Intereconomía confirma que en ningún momento le atribuía a Jaime de Marichalar el consumo de esta droga ni se daba como seguro que esa fuera la alegación escogida. Incluso en la información se daba la versión del propio afectado negando esas circunstancias.