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El abad de Montserrat, ¿nacionalista antes que católico?

Cuando habla el abad de Montserrat, Josep María Soler, parece escuchar a un político nacionalista antes que a un monje benedictino. Siempre en la polémica, apoya la regulación del aborto y se alía con CIU y ERC para que se saquen señeras en la visita del Papa. "El viaje debe tener una dimensión catalana".

El abad de Montserrat es otro de los representantes católicos en Cataluña que va por libre y que está permanentemente instalado en la polémica. Josep María Soler ha encadenado una serie de declaraciones que buscan la complacencia del nacionalismo e independentismo catalán sin pararse a pensar que gran parte de éstos sólo le bailan el agua por su nacionalismo y no por su catolicismo, cada vez más en entredicho.

La última polémica surgió este jueves en un desayuno informativo y al escucharle hablar del aborto más bien parecía un miembro del comité de expertos de la ministra Bibiana Aído que el abad de un monasterio benedictino. De hecho, defendió la regulación del aborto puesto que "es una realidad que existe". "Si se dan estas situaciones, ello no quiere decir que no se tengan que regular". 

Así, sobre la nueva ley afirma que "en algún aspecto puede reducir el número de abortos" con respecto a la anterior ley aunque "en otros no". Más tarde, Soler intentó matizar un poco sus palabras, quizás recordando cuál es su cargo, y dijo que está "a favor de la vida, desde el inicio hasta el final", tal y como recoge Europa Press.

"La visita del Papa debe tener una dimensión catalana"

Sin embargo, durante la última semana el nombre del abad de Montserrat ha aparecido en los medios de comunicación, en esta ocasión por la visita del Papa a Barcelona. Con sus palabras tampoco tiene visos de ayudar mucho al cardenal de Barcelona, Martínez Sistach, que no consigue reunir a los voluntarios necesarios para cubrir la visita y muy probablemente necesitará jóvenes de otras diócesis, también de fuera de Cataluña.

Josep María Soler hizo suyas las reivindicaciones de nacionalistas e independentistas como CIU y ERC. El monje benedictino afirmó que la visita del Papa a Barcelona "debe tener una dimensión catalana" e indicó que "cada uno puede sacar a la calle la bandera que quiera". Quizás no recuerde que el término católico significa "universal" y que en Cataluña los creyentes pueden ser catalanes, del resto de España y de decenas de países de los cinco continentes.

Soler sugirió que "se saque también la bandera del Vaticano", en respuesta a la pregunta de un periodista sobre el llamamiento que ha hecho en su web el presidente de Unió, Josep Antoni Duran Lleida. El líder de Unió pidió al pueblo catalán que reciba a Benedicto XVI con señeras, y anteriormente ERC presentó una propuesta en la misma línea ante el distrito del Eixample, que fue rechazada por el PSC, ICV y el PPC. "Espero que la visita del papa nos ayude a proyectar la imagen de Barcelona y de la Sagrada Familia, dé fuerza a los creyentes para vivir su fe de manera abierta y enraizada en Cataluña y nos ayude a todos a detenernos para reflexionar", ha señalado el abad de Montserrat.

En defensa del Estatuto catalán

Sin embargo, el historial de declaraciones polémicas de Josep María Soler es larga y todavía se recuerda su entrevista en La Vanguardia en diciembre de 2009. Allí defendió el Estatuto catalán, a José Bono, avaló la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y como no, también habló de COPE.

Tal y como recoge Religión en Libertad, Soler ha defendido pública y vehementemente el Estatuto catalán. Así lo hacía en La Vanguardia: "En Montserrat se está de acuerdo con el editorial conjunto de los diarios catalanes. Podemos estar más o menos de acuerdo con la complicada gestación de la nueva ley de Cataluña, pero en estos momentos desde Montserrat queremos apoyar el Estatut, desde luego que sí".

Tampoco tuvo reparos en hablar de COPE, cuando fue uno de los que también exigió la salida de la emisora de Federico Jiménez Losantos y César Vidal. "Normalmente no tengo tiempo de escuchar la radio, pero me llegan noticias de que su agresividad ha menguado. Mantiene una orientación centralista, pero esa tensión que tanto dañaba a la Iglesia y a la sociedad ha sido atajada".

Soler también tuvo tiempo de abarcar las corridas de toros en Cataluña, ya aprobadas por ley. En su momento indicó que "a mí me cuesta entender el sufrimiento infligido al toro a lo largo de la corrida. Tuve tíos y abuelos muy aficionados a los toros. Un abuelo que vivía en Gerona viajaba a Barcelona para ir a los toros durante la Merced". Y además, añadió que "por qué no" hacer como en Portugal donde "los torean sin matar al animal".

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