L D (Agencias)
En declaraciones a la agencia
Europa Press
, Apalategui afirmó que en primer lugar se pedirá al presidente del Tribunal del Jurado que "se recabe dicho informe que hay en el juzgado de Coín y a la vista de ese informe se dará traslado a las partes para que opinen y se vea la procedencia de sobreseer el caso" o en cualquier caso "se acompañe esa prueba pericial al procedimiento de Dolores Vázquez", que por el momento tiene previsto un nuevo juicio a partir del día 14 de octubre. "No sé si empezará o no el juicio, pero con este dato evidentemente es de esperar que no, porque es de la suficiente transcendencia; aunque si para el Ministerio Fiscal es una confirmación de sus tesis condenatorias mantendrá su acusación", precisó. Para el letrado, la coincidiencia del ADN de los restos encontrados en una colilla y en las uñas de la joven de Coín con otra colilla hallada junto al cadáver de la joven mijeña supone que "hay muchas probabilidades que la misma persona que mató a Sonia participara en el hecho violento que produjo la muerte a Rocío".
En este sentido, añadió que esto significa que "una persona estuvo en los dos lugares, presenció los dos hechos", aunque no se pueda determinar en qué grado participó. En lo que sí insistió es en que ese ADN no pertenece a Dolores Vázquez, por lo que "no participó ni en uno ni en otro hecho, participó otra persona". "No cabe la menor duda de que la persona a la que corresponde ese ADN tiene que dar explicaciones realmente comprometidas, primero, por qué tenía restos de su piel en las uñas de ese cadáver y por qué tenía un pitillo junto a los restos de otro", aseguró el abogado, quien incidió en que "eso sí son indicios y por sí sólo pueden justificar la condena". El abogado señaló que en el caso de Sonia Carabantes la participación de esa otra persona "si es directa porque hay restos obtenidos a través de defensa que la chica pudo realizar contra esa agresión". El letrado consideró que, tras haber hablado con su defendida, "no es muy consciente de la importancia que pueda tener esta prueba" y lamentó que "se haya tenido que producir otro asesinato para obtener un dato que puede ser de relevancia para la identificación del autor de la muerte de Rocío Wanninkhof".
Respecto a las declaraciones de la familia de la malograda joven de Mijas, en las que decían que no aparecía en el sumario la existencia de una colilla, no quiso entrar en debate pero aseguró que sí aparece fotografiada resto de un cigarro, hallado el 10 de octubre de 1999, día después de descubrir el cuerpo de Rocío. A este respecto, aseguró que "si esa colilla fuera de Dolores, hubiera sido condenada, y bien condenada, por un delito de asesinato, porque eso sí es una prueba". En este punto, lamentó que todas las pruebas favorables a su defendida "no se documentaban" y recordó que "tuve que pedir que se cotejaran huellas y se documentaran". Además dijo no entender "la cerrazón mental que ha habido en la investigación judicial y policial no para inculpar sino para descartar cualquier otro camino que implicara a otras personas". La explicación la dio en que "se tratan de hechos execrables y hay que buscar un responsable y cuando se abren esas puertas se abre la puerta de la imprudencia, de la negligencia y de la necedad".
En el sumario del caso Wanninkhof, al que ha tenido acceso la agencia Efe , se menciona entre los objetos estudiados una colilla de cigarro de la marca Royal Crown, aunque se desconoce si es la misma que la Guardia Civil vincula con el otro caso. También ha trascendido que las muestras tomadas al cadáver de Sonia Carabantes desvelan que no fue atacada sexualmente, lo mismo que ocurrió también en el caso de Rocío Wanninkhof, lo que unido a los resultados de las pruebas de ADN ha causado un "vuelco" en la principal línea de investigación que se seguía.
En el caso de Rocío Wanninkhof, un año después del suceso fue detenida como presunta autora del crimen Dolores Vázquez, amiga de la familia de la víctima, y aunque un jurado popular la declaró culpable, el Tribunal Supremo anuló la condena y ordenó repetir el juicio al entender que la sentencia no estaba debidamente motivada. Por ello, la Audiencia Provincial de Málaga fijó el próximo 14 de octubre como fecha de inicio de la repetición de la vista oral. Por su parte, Alicia Hornos, madre de Rocío Wanninkhof, declaró a Efe que "alguien no quiere que se aclare el caso", ya que "siempre que va a ocurrir algo salta la liebre".
En este sentido, añadió que esto significa que "una persona estuvo en los dos lugares, presenció los dos hechos", aunque no se pueda determinar en qué grado participó. En lo que sí insistió es en que ese ADN no pertenece a Dolores Vázquez, por lo que "no participó ni en uno ni en otro hecho, participó otra persona". "No cabe la menor duda de que la persona a la que corresponde ese ADN tiene que dar explicaciones realmente comprometidas, primero, por qué tenía restos de su piel en las uñas de ese cadáver y por qué tenía un pitillo junto a los restos de otro", aseguró el abogado, quien incidió en que "eso sí son indicios y por sí sólo pueden justificar la condena". El abogado señaló que en el caso de Sonia Carabantes la participación de esa otra persona "si es directa porque hay restos obtenidos a través de defensa que la chica pudo realizar contra esa agresión". El letrado consideró que, tras haber hablado con su defendida, "no es muy consciente de la importancia que pueda tener esta prueba" y lamentó que "se haya tenido que producir otro asesinato para obtener un dato que puede ser de relevancia para la identificación del autor de la muerte de Rocío Wanninkhof".
Respecto a las declaraciones de la familia de la malograda joven de Mijas, en las que decían que no aparecía en el sumario la existencia de una colilla, no quiso entrar en debate pero aseguró que sí aparece fotografiada resto de un cigarro, hallado el 10 de octubre de 1999, día después de descubrir el cuerpo de Rocío. A este respecto, aseguró que "si esa colilla fuera de Dolores, hubiera sido condenada, y bien condenada, por un delito de asesinato, porque eso sí es una prueba". En este punto, lamentó que todas las pruebas favorables a su defendida "no se documentaban" y recordó que "tuve que pedir que se cotejaran huellas y se documentaran". Además dijo no entender "la cerrazón mental que ha habido en la investigación judicial y policial no para inculpar sino para descartar cualquier otro camino que implicara a otras personas". La explicación la dio en que "se tratan de hechos execrables y hay que buscar un responsable y cuando se abren esas puertas se abre la puerta de la imprudencia, de la negligencia y de la necedad".
En el sumario del caso Wanninkhof, al que ha tenido acceso la agencia Efe , se menciona entre los objetos estudiados una colilla de cigarro de la marca Royal Crown, aunque se desconoce si es la misma que la Guardia Civil vincula con el otro caso. También ha trascendido que las muestras tomadas al cadáver de Sonia Carabantes desvelan que no fue atacada sexualmente, lo mismo que ocurrió también en el caso de Rocío Wanninkhof, lo que unido a los resultados de las pruebas de ADN ha causado un "vuelco" en la principal línea de investigación que se seguía.
En el caso de Rocío Wanninkhof, un año después del suceso fue detenida como presunta autora del crimen Dolores Vázquez, amiga de la familia de la víctima, y aunque un jurado popular la declaró culpable, el Tribunal Supremo anuló la condena y ordenó repetir el juicio al entender que la sentencia no estaba debidamente motivada. Por ello, la Audiencia Provincial de Málaga fijó el próximo 14 de octubre como fecha de inicio de la repetición de la vista oral. Por su parte, Alicia Hornos, madre de Rocío Wanninkhof, declaró a Efe que "alguien no quiere que se aclare el caso", ya que "siempre que va a ocurrir algo salta la liebre".
