L D (EFE) Un médico del hospital en el que había estado el bebé acogido durante todo este tiempo se lo entregó a la madre, que se acercó emocionada al estrado de la sala del tribunal y cogió en brazos a su hijo nacido el pasado 19 de octubre. Tras la recepción formal del niño, un coche de UNICEF trasladó a la pareja, que perdió su vivienda en la catástrofe, a la casa de unos amigos donde se alojan, aunque el padre declaró que pronto tendrán un nuevo hogar, pues varios vecinos se han ofrecido a ayudarle a construirla.
El niño ha sido conocido como el "Bebé 81" debido al número con que ingresó en el hospital al que fue llevado tras ser encontrado, milagrosamente ileso, por un vecino sobre un montón de escombros, cuando las olas gigantes se retiraban el pasado 26 de diciembre. Sin embargo, no fue entregado a sus padres porque nueve parejas le reclamaron, insistiendo en que era su hijo.
Ocho de ellas no llegaron a formalizar sus peticiones y sólo los Jayarajah mantuvieron la reclamación ante las autoridades. Aún así, el juez de la localidad de Kalmuni, ordenó las pruebas de ADN para evitar este tipo de incidentes en el futuro. Esto suponía prolongar su espera y amenazaron en el tribunal con suicidarse si el juez no les dejaba llevarse al bebé, lo que produjo gran confusión en la corte.
La pareja fue detenida después durante varias horas ese mismo día al provocar un altercado cuando trataron de llevarse al niño del hospital que tenía su custodia. Los resultados de las pruebas estuvieron listos el sábado y fueron inmediatamente remitidos al tribunal de Kalmuni, para que el juez adoptase su decisión definitiva. El juez ha permitido todo este tiempo que los padres pudieran ver al niño cuantas veces quisieran en el centro sanitario, bajo vigilancia policial para evitar más incidentes.
El niño ha sido conocido como el "Bebé 81" debido al número con que ingresó en el hospital al que fue llevado tras ser encontrado, milagrosamente ileso, por un vecino sobre un montón de escombros, cuando las olas gigantes se retiraban el pasado 26 de diciembre. Sin embargo, no fue entregado a sus padres porque nueve parejas le reclamaron, insistiendo en que era su hijo.
Ocho de ellas no llegaron a formalizar sus peticiones y sólo los Jayarajah mantuvieron la reclamación ante las autoridades. Aún así, el juez de la localidad de Kalmuni, ordenó las pruebas de ADN para evitar este tipo de incidentes en el futuro. Esto suponía prolongar su espera y amenazaron en el tribunal con suicidarse si el juez no les dejaba llevarse al bebé, lo que produjo gran confusión en la corte.
La pareja fue detenida después durante varias horas ese mismo día al provocar un altercado cuando trataron de llevarse al niño del hospital que tenía su custodia. Los resultados de las pruebas estuvieron listos el sábado y fueron inmediatamente remitidos al tribunal de Kalmuni, para que el juez adoptase su decisión definitiva. El juez ha permitido todo este tiempo que los padres pudieran ver al niño cuantas veces quisieran en el centro sanitario, bajo vigilancia policial para evitar más incidentes.