La cornada, que tendría varias trayectorias, le ha afectado a las venas femoral e ilíaca, a la altura del triángulo de scarpa y, según dijo en su momento uno de los doctores que le atendió en la enfermería de la plaza, Carlos Hernández, su estado es "gravísimo". Su apoderado, Salvador Boix, confirmó tal información. Debido a la pérdida de sangre, por lo que se solicitó por megafonía en la misma plaza que quienes tuviesen su mismo grupo sanguíneo acudiesen a donar al centro hospitalario en el que estaba internado.
Según informó el diario mexicano Milenio, el diestro se debatió entre la vida y la muerte ante la gravedad de su herida y fue intervenido quirúrgicamente en el hospital de la localidad mexicana, a donde fue trasladado tras permanecer 45 minutos en la enfermería de la plaza, mientras era estabilizado por los médicos. Sin embargo, otros medios como la cadena Televisa informaron de que Tomás ya no estaba en peligro de muerte. Salvador Boix señaló entonces que "le están operando, pero creemos que la situación está más estabilizada, aunque la cornada ha sido muy gorda, muy impresionante".
Tras la cornada, varias ambulancias llegaron a la plaza, además de un helicóptero, aunque finalmente se optó por llevarle por tierra, ya que el centro médico estaba a sólo cinco minutos. A las puertas del Hospital Hidalgo se concentraron un centenar de aficionados, periodistas y compañeros de profesión que esperan noticias sobre su estado de salud. Entre las personas que acudieron a interesarse por él estaban el torero español Roberto Galán y el diestro mexicano Fernando Ochoa, gran amigo suyo desde la época de novillero.
Poco después de la cogida, y según contó el diario Palestra de Aguas Calientes (que pública fotografías exclusivas del traslado de Tomás), el Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes (ISEA) envió un "AVISO URGENTE" que apuntaba: "En apoyo al torero José Tomás. El ISEA solicitó a los medios de comunicación que difundieran el siguiente mensaje a toda la población. Se solicita sangre O negativo y A negativo para el torero José Tomás".
La cogida ocurrió durante la lidia del quinto toro, de la ganadería de Pepe Garfías, tras la cual el diestro nacido en la localidad madrileña de Galapagar (Madrid) fue trasladado a la enfermería de la plaza, perdiendo mucha sangre en el camino. El ejemplar de la ganadería de Pepe Garfías le había avisado dos veces anteriormente con sendos extraños aunque el torero, fiel a su estilo, insistió en su faena hasta que a la tercera fue prendido en el muslo izquierdo de forma seca.
A pesar de la rapidez en llevarlo ante los médicos, en el lugar de la cogida dejó un gran charco de sangre, así como en todo el recorrido hacia la enfermería, por lo que durante la lidia del sexto toro se solicitó al público que donase su sangre.
En su primer toro, José Tomás cortó una oreja con fuerte petición de la segunda, que no fue concedida por el juez de plaza al haber matado al astado con una estocada baja. Sus compañeros de cartel, los mexicanos Rafael Ortega y Octavio García "El Payo" -que reaparecía tras la grave cornada sufrida en Querétaro el pasado 24 de diciembre- se fueron de vacío por el mal juego del ganado.
José Tomás, que tomó su alternativa en México y está muy vinculado al país, ya sufrió otra gravísima cogida en 1996 en la plaza de Autlán de la Grana, en el estado de Jalisco, en la que también perdió mucha sangre y necesitó varias transfusiones.