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Sarkozy replicará a Zapatero proponiendo que se prohíban las regularizaciones masivas

El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, propondrá este viernes ante sus colegas europeos, en la reunión sobre inmigración que se celebrará en Madrid, que los países de la UE adopten un pacto por el que quedaría prohibida toda nueva regularización masiva. El líder conservador galo, favorito para las elecciones presidenciales de la próxima primavera, responde así a las críticas que le dirigió este miércoles Zapatero cuando dijo que no aceptará "lecciones sobre política de inmigración" de otros países.

El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, propondrá este viernes ante sus colegas europeos, en la reunión sobre inmigración que se celebrará en Madrid, que los países de la UE adopten un pacto por el que quedaría prohibida toda nueva regularización masiva. El líder conservador galo, favorito para las elecciones presidenciales de la próxima primavera, responde así a las críticas que le dirigió este miércoles Zapatero cuando dijo que no aceptará "lecciones sobre política de inmigración" de otros países.

L D (Agencias) Sarkozy planteará ésta y otras propuestas en materia de asilo, cooperación euro-africana para la gestión "concertada" de los flujos migratorios y el reforzamiento de los poderes de la Agencia de control de las fronteras exteriores (Frontex) de la UE en la reunión ministerial de ocho países del sur de Europa, según un documento al que tuvo acceso Efe. El ministro francés defenderá un "pacto europeo de inmigración" que "comportaría los grandes principios de una política común que los Estados miembros (de la UE) se comprometerían formalmente a respetar, con un objetivo de armonía, solidaridad y unidad de políticas".

Al proponer una política europea de inmigración en torno a seis ejes, el ministro y también principal aspirante de la derecha a las elecciones Presidenciales de 2007 va más allá de las orientaciones que se han barajado hasta ahora en los círculos europeos para poner en común las políticas nacionales sobre inmigración. Entre los grandes principios del pacto que preconiza, está "la prohibición en el futuro de cualquier medida de regularización masiva o de regularizaciones de pleno derecho", pero también "la estricta limitación de las medidas de regularización a situaciones humanitarias caso por caso".

Una cuestión candente tras la polémica abierta por sus criticas a la regularización llevada a cabo en 2005 por España, a las que replicó ayer el presidente del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero. Otro punto de la propuesta de Sarkozy es "el respeto del principio de proporcionalidad entre el flujo migratorio acogido y las capacidades de acogida en el mercado de trabajo, la vivienda y los servicios públicos", y condicionar el reagrupamiento familiar a que el inmigrante tenga rentas de trabajo y pueda ofrecer a su familia "una vivienda suficiente".

También pretende que se acepte como regla la expulsión de los inmigrantes clandestinos, salvo los casos humanitarios particulares. En materia de asilo, su idea de "una transferencia completa de las competencias a la Unión Europea" pasa por la creación de una "oficina europea del asilo dirigida por un consejo de administración en el que estarían representados los gobiernos" y que se encargaría de dictaminar sobre las demandas.

Para poner en común los medios de acción de los Estados de la UE en los países de origen, el titular de Interior apuesta por crear una "agencia común o 'consulado europeo' encargado de la entrega de visados de corta duración" o de un organismo de lucha contra la inmigración irregular para evitar la situación actual. Lamenta que ahora los demandantes de visado van de un consulado a otro de los países que les pueden dar la entrada en el espacio Schengen hasta que uno de ellos les da satisfacción.

Sarkozy exige igualmente que haya una frontera europea "eficaz y segura", apuesta por la creación de un cuerpo europeo de agentes de fronteras y coincide con las demandas españolas para un refuerzo "sensible" de los poderes de Frontex, que, a juicio del ministro galo, debería organizar vuelos agrupados de expulsión de indocumentados.

Por otra parte, aboga por una cooperación "euro-africana para la gestión concertada de los flujos migratorios", que pasaría por un modelo de tratado bilateral previo a otro "multilateral" entre los países de la UE y los de origen para fijar "los derechos y deberes de cada uno" en materia de inmigración y desarrollo. Asimismo, se pronuncia por la creación de una "agencia europea del co-desarrollo".

 

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