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Detienen en el aeropuerto al productor porno Torbe, acusado de agresión sexual y trata de seres humanos

El productor acumula un historial judicial con condenas por delitos relacionados con menores, trata y blanqueo.

El productor acumula un historial judicial con condenas por delitos relacionados con menores, trata y blanqueo.
El actor y productor de cine porno Ignacio Allende, Torbe. | Cordon Press

El productor de contenido para adultos Ignacio Allende Fernández, conocido como ‘Torbe’, fue detenido por la Policía al aterrizar en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y posteriormente quedó en libertad. Su detención tuvo lugar el pasado jueves 13 de febrero, cuando regresaba de Cuba, en el marco de una investigación por una denuncia presentada por una joven, según han informado EFE y Europa Press.

Además del cargo de agresión sexual, Allende enfrenta acusaciones por detención ilegal y trata de seres humanos, según las fuentes consultadas. La denunciante asegura que fue engañada para viajar a España y que, una vez en el país, el productor la habría mantenido retenida en un piso sin posibilidad de salir mientras presuntamente abusaba de ella.

Tras la detención en el aeropuerto, agentes de la Policía registraron su domicilio al día siguiente, y el sábado pasó a disposición judicial, según ha confirmado Europa Press. Sin embargo, el juzgado de guardia decretó su puesta en libertad sin medidas cautelares tras una comparecencia en la que el detenido solo respondió a preguntas de su abogado y en la que ninguna de las partes solicitó prisión. La causa ha sido trasladada al Juzgado de Instrucción número 44.

Un truculento historial

El arresto de ‘Torbe’ se suma a una trayectoria judicial marcada por diversas condenas. En 2016, fue detenido junto a otras nueve personas acusado de explotar sexualmente a una menor de 16 años, a la que además grababa en vídeos pornográficos y distribuía el material. Las investigaciones relacionaron a este grupo con delitos de trata de seres humanos y blanqueo de capitales.

En 2023, fue condenado a dos años de prisión por difundir dos grabaciones de carácter sexual en las que aparecían chicas menores. Su defensa logró un acuerdo con la Fiscalía de Madrid y las acusaciones, lo que redujo significativamente la pena inicial, que podía haber alcanzado hasta ocho años de cárcel. A estos antecedentes se suma una sentencia previa de 2008, en la que fue condenado a un año de cárcel por corrupción de menores.

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