
La investigación abierta por la desaparición de Christy Thomas Ward y Charles Edward Antwine en Carolina del Norte ha dado un giro de 180 grados. El pasado 14 de junio, un agente de la patrulla del sheriff del Condado de Florence estaba revisando el embarcadero del río Lynches y vio lo que parecía ser el techo de un vehículo sumergido, por lo que dio aviso para que los servicios de Bomberos y Emergencias —entre otros— acudieran al lugar.
Cuando logran recuperar la camioneta dorada del agua, comprueban que el habitáculo está desocupado. Así que se inician una serie de pesquisas para esclarecer lo que hay detrás del hundimiento del vehículo. La matrícula —de Carolina del Sur— lleva a la policía hasta una vivienda de Stillwater Road, cerca de Lake City, en la que encontraron una escena dantesca. "Parecía sacada de una película de terror", ha señalado el sheriff TJ Joye.
Los restos, en cubos
El 15 de junio, los agentes se personaron en el domicilio y —en cuanto se acercaron— detectaron un "olor inusual", señala el comunicado de la oficina del sheriff del condado de Florence. Llamaron a la puerta y, ante la ausencia de respuesta, pidieron una orden de registro y entraron en el inmueble.
Para su sorpresa, encontraron a Antwine (el varón de la pareja de desaparecida en Carolina del Norte) sentado en el sofá del salón y sin hacer amago de levantarse. A su alrededor, había tres bidones de plástico cerrados que habían sido sellados con cinta adhesiva. Y, en su interior, lo que parecían ser los restos de un cadáver desmembrado.
La identidad del cadáver
A continuación, el varón—de 56 años— fue trasladado a un centro hospitalario para su evaluación y después a la comisaría, donde fue detenido. Inicialmente, Antwine ha sido acusado de profanación de restos humanos. Aunque previsiblemente se añadirán cargos adicionales. El contenido de los cubos fue enviado a la Universidad de Medicina de Carolina del Sur en Charleston para la realización de la autopsia.
De momento no se ha confirmado si corresponden a Christy Thomas Ward pero los investigadores no tienen ninguna duda de que se trata del cadáver de la mujer reportada como desaparecida en Carolina del Norte por su familia. "Este es uno de los casos más horribles que hemos investigado", ha asegurado el sheriff del condado de Florence. "Es un crimen terrible", ha añadido, "de los peores que hemos visto".

