
El incendio desatado este lunes en la localidad madrileña de Tres Cantos en el que ha muerto un hombre ha alcanzado las instalaciones de Burrolandia, manteniendo en vilo a sus trabajadores y voluntarios durante toda la noche. Afortunadamente, los medios técnicos con los que cuenta la protectora de animales en la actualidad ha permitido a sus responsables tener una aproximación de lo que estaba ocurriendo a través de las cámaras de seguridad y abrir la puerta a los animales por control remoto.
"Han pasado la noche fuera con el riego automático puesto y creemos que todos los animales están bien", señala Patricia Romero de Burrolandia a Libertad Digital. "Ha sido agónico, pero gracias a las cámaras hemos podido ver más o menos lo que pasaba y libera a los animales", añade, "había lenguas de fuego de diez metros". "En cuanto le dejen pasar, la veterinaria entrará para valorar en qué estado están, a nivel respiratorio o si han sufrido quemaduras".
En cuanto a cómo ha afectado el fuego a sus instalaciones, aún desconocen "la magnitud de los daños". Pero, se consuelan, las expectativas son algo mejores que lo que han leído en algunos medios, que han informado de que Burrolandia había quedado calcinada. "Los voluntarios nos han llamado llorando", exclama Patricia, "pensando el incendio lo había arrasado todo". En cualquier caso, lo importante para ellos es poder comprobar probar cómo están sus animales.
No es la primera vez
Cabe recordar que un incendio ya afectó gravemente a la protectora en 2018, arrasando parte de sus instalaciones. Aunque, afortunadamente, un cortafuegos evitó que el fuego alcanzara a los animales y frenó el avance de las llamas. El fundador de Burrolandia, Dilfenio Romero, explicaba entonces que las cuadras estaban ya unos 15 metros.
La protectora, que nació con el propósito de evitar la extinción del burro, pasó por unos tiempos difíciles hasta poder levantar el vuelo de nuevo y convertirse en una referente. Niños y mayores, familias y colegios visitaban cada semana sus instalaciones para disfrutar de una jornada en compañía de sus animales (también cuidan de gallinas, ovejas y caballos) en sus instalaciones de Tres Cantos, dirección soto de Viñuelas.
Historia de Burrolandia
El origen de la protectora fue la fundación de la Asociación Amigos de Burro en 1996, con el claro objetivo de "hacer todo lo que esté en nuestra mano para la supervivencia y bienestar" de estos entrañables animales que tanto han hecho por el hombre en el pasado. "Queremos recompensarlos cuidando de aquellos que dejaron de ser funcionales y se convirtieron en un estorbo para sus propietarios", explican en su web.
"Como es sabido, tanto el burro como el mulo son especies extinguidas en la Europa desarrollada tras siglos de servicio al hombre, debido a su sustitución por maquinaria moderna, siendo España uno de sus últimos reductos, contando con variedades y razas únicas que han formado parte de la historia de la sociedad desde tiempos inmemorables", argumentan
Además, señalan, se ha descubierto que este animal "es ideal" para la realización de distintas terapias. "Se utiliza el lomo del burro, como soporte de estimulación, bajo supervisión del médico o fisioterapeuta y además desarrolla habilidades para la monta, mientras consigue grandes beneficios físicos y psíquicos".



