
Un niño de 11 años ha muerto este domingo en Houston (Texas) como consecuencia de un disparo que recibió la noche anterior mientras participaba con otros menores en la broma de llamar al timbre de una vivienda y huir antes de que alguien abra la puerta, práctica conocida en Estados Unidos como ding dong ditch. El menor fue trasladado de urgencia a un hospital local, donde se ha confirmado su fallecimiento debido a la gravedad de las heridas, según ha informado el Departamento de Policía de Houston en un comunicado.
El suceso tuvo lugar en la calle Racine, en el este de la ciudad, poco antes de las 23:00 del sábado. De acuerdo con la cadena KHOU, filial de CNN, el menor estaba huyendo cuando fue alcanzado por un disparo efectuado por una persona que lo persiguió desde la vivienda. Una persona fue detenida en el lugar para ser interrogada, pero quedó en libertad tras prestar declaración. Los investigadores han revisado las imágenes de cámaras de seguridad de la zona y han trabajado con la Fiscalía del Condado de Harris para determinar si procede presentar cargos.
El sargento Michael Cass, detective de homicidios del Departamento de Policía de Houston, declaró a KHOU que "lo más probable es que sea un cargo de asesinato", al señalar que el tiroteo no parecía estar relacionado con un caso de defensa propia, ya que "no ocurrió cerca de la casa". El portavoz policial Shay Awosiyan explicó que la investigación sigue abierta y que se están recopilando testimonios y pruebas para esclarecer el desarrollo de los hechos.
Un reto con antecedentes
Este caso se suma a otros incidentes recientes vinculados a la misma broma, que ha recuperado notoriedad en los últimos años como reto en la red social TikTok. En mayo, un estudiante de 18 años en Virginia murió tiroteado mientras grababa un vídeo de este tipo, según publicó The New York Times. En 2020, tres adolescentes de 16 años fallecieron en California cuando un hombre embistió con su vehículo el coche en el que viajaban tras haberle hecho la broma; fue condenado en 2023 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Diversas autoridades policiales en Estados Unidos han advertido sobre los riesgos de esta práctica. En Indiana, la Oficina del Sheriff del Condado de Hamilton alertó en un comunicado que lo que parecía una broma podía derivar en "problemas legales, daños a la propiedad o, peor aún, que alguien salga herido". En Florida, el sheriff Mike Chitwood declaró en julio a la cadena WESH que "esa es una buena manera de terminar muerto", después de que dos adolescentes fueran detenidos por patear la puerta de un residente en un caso relacionado con este mismo reto.

