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El escalofriante relato de la asesina de la pequeña Lola: "Como la había violado, tenía que matarla"

Dahbia Benkired, la asesina confesa de la niña de 12 años, asegura que no tenía pensado hacerle daño a la menor. "Se interpuso en mi camino".

Dahbia Benkired, la asesina confesa de la niña de 12 años, asegura que no tenía pensado hacerle daño a la menor. "Se interpuso en mi camino".
Captura de video de Dahbia Benkired y su víctima, Lola Daviet. | TikTok

"Nos vemos después de terminar lo que tengo que hacer", ese es el último mensaje que Dahbia Benkired —asesina confesa de Lola Daviet, la niña de 12 años a la que hallaron muerta en un baúl abandonado en los alrededores de su casa el 14 de octubre de 2022— envió a Mustapha M., el hombre con el que mantenía una relación tóxica desde hacía varios años y del que asegura que quería vengarse. Fue a las 14:46 horas, minutos antes de cometer el crimen de la pequeña.

"Ya verás cómo es una argelina", le dijo al varón en la misma conversación. La joven —que tenía 24 años en ese momento— "estaba llena de odio", ha reconocido en el juicio que se sigue contra ella en el Tribunal de lo Penal de París. "Quería hacerle daño a él, no a Lola. Él es responsable de lo que hice", ha llegado a decir. Pero lo cierto es que Dahbia no se limitó a matar a la niña, la autopsia revela que se recreó en los abusos sexuales y las torturas que le propinó.

Antes de quitarle la vida a Lola, la violó vaginal y analmente. El cadáver presentaba traumatismos hemorrágicos por todo el cuerpo, especialmente en las partes íntimas. Había signos de penetración por ambas cavidades. Aunque la acusada solo reconoce parte de las agresiones. En este punto se ha retomado la sesión del juicio celebrada en la tarde de este miércoles, quizás la más dura de las vividas desde que comenzara el juicio el pasado 17 de octubre.

Producto de un arrebato

"Contaré todo lo que pasó", ha comenzado diciendo la argelina tras el visionado —casi insoportable— de una recreación del crimen de doce minutos de duración. Dahbia Benkired asegura que no tenía pensado matar a nadie, fue algo que se le ocurrió "de repente". "No fue a Mus (Mustapha M.) porque no vino a verme", ha señalado. Según su versión, que Lola se convirtiese en su víctima fue algo circunstancial. "No la elegí, ni siquiera la conocía" pero "se interpuso en mi camino".

Ella afirma que se encontraron en la entrada del edificio y le pidió que le abriera la puerta y le ayudara a llevar las maletas a casa de su hermana, que vivía en un estudio subarrendado en la misma finca que los Daviet. Ahí ya había decidido que quería hacerle daño, ha admitido. "No es que quisiera matarla, sino que quería hacerle daño a alguien. Pero como la había violado, tenía que matarla", dice Dahbia Benkired. La niña, explicó, le rogó: "señora, no me haga daño". La tranquilizó asegurándole que no se lo haría.

Las agresiones sexuales

Una vez dentro del apartamento de su hermana Friha, le pidió a Lola que se desnudara y se duchara. Ahí es cuando —según ha explicado— le vino a la cabeza que quería que le hiciera un cunnilingus, a pesar de que asegura que es totalmente heterosexual y no siente atracción por los niños. Ella niega haber tocado o introducido nada en las partes íntimas de la niña, aunque los informes forenses indican lo contrario. "No la toqué abajo", ha aseverado. "Le toqué los pechos y le di un golpe en la cabeza contra la pared de la ducha", relata.

El golpe no fue fuerte, asegura. Lola no perdió el conocimiento y accedió a hacerle todo lo que la argelina le pidió. "La agarré del pelo para hacerlo como lo hizo Mustapha (en referencia a un episodio que había relatado con anterioridad) pero sin violencia" y "metí la cabeza de la niña entre mis piernas". Le sorprendió que la niña no llorara ni intentara escaparse, ha contado. Para ella se convirtió en "un fantasma", con el que posteriormente habría tenido pesadillas. No se inmutaba le hiciera lo que le hiciera, por eso la abofeteó en varias ocasiones.

Los 38 cortes

En cuanto a por qué le infligió hasta 38 cortes por todo el cuerpo, especialmente en la zona de la espalda y el cuello, ha afirmado que —aunque cueste creerlo— ya no la veía como una persona. "Pensé que era una oveja", ha exclamado.

"La piel estaba dura, como la de una oveja", ha seguido. Por eso "la apuñalé y la corté", ha argumentado sin el mayor pudor. De ahí, ha dicho, que también le pintara un "0" y un "1" de color rojo en la planta de los pies. Algo que ya había apuntado durante los interrogatorios policiales.

Dahbia trazó un paralelismo con la forma en la que se marcan los corderos que son sacrificados en Argelia con motivo de Eid al-Adha, la fiesta con la que los musulmanes conmemoran la obediencia del profeta Ibrahim, el 10º día del mes lunar de Dhu al-Hijjah.

No ha podido explicar —sin embargo— por qué casi decapita a Lola y toma su sangre en una botella, como ella misma ha reconocido aunque ahora asegura que no se la bebió —como dijo a los investigadores del caso en su momento—.

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