Menú

Novedades en el caso de la gurú de los famosos hallada muerta en Ibiza

La familia logra reabrir la causa tras detectarse un retraso de dos horas en la llamada al 112 y versiones contradictorias de los asistentes.

La familia logra reabrir la causa tras detectarse un retraso de dos horas en la llamada al 112 y versiones contradictorias de los asistentes.
Maria Florencia Bollini. | Redes sociales

La muerte de María Florencia Bollini, la gurú psicodélica a la que Forbes bautizó como la "chamana corporativa", vuelve a los tribunales. Un juzgado de Ibiza ha decidido reabrir el caso al apreciar "indicios más que evidentes" de que su fallecimiento —ocurrido en la madrugada del 13 al 14 de octubre de 2024— podría no haber sido el accidente, como inicialmente se dio por hecho.

Bollini, argentina con nacionalidad italiana de 44 años, acudió aquella noche a una villa de San Antonio propiedad de un millonario sueco. Había recibido la invitación por WhatsApp, según publicó El Español. Un mensaje que animaba a los invitados a llevar "lo que les apeteciera" acompañado de una colección de emoticonos —pastillas, copas, nieve, caballos, billetes— que dejaban poco margen a la imaginación.

El encuentro, que se anunciaba como una "kitchen party", terminaría convertido en una "fiesta de pijamas salvaje".

Contradicciones de los testigos

Pasada la medianoche, el dueño de la casa y cuatro asistentes alertaron a los servicios de emergencia. Cuando la policía llegó al lugar, se encontró un escenario muy distinto del que describían los avisos telefónicos: Bollini estaba desnuda, tendida sobre una mesa junto a la piscina, cubierta con una manta y rodeada de velas. Tenía quemaduras por todo el cuerpo y —según comprobaron los agentes— el cadáver había sido movido desde la sauna donde supuestamente se había desvanecido.

Los presentes aseguraron que la mujer participaba en un ritual de sapo bufo, y algunos incluso mencionaron posibles problemas cardíacos previos. Sin embargo, la primera toxicología desmontó esa versión: no había rastro de bufo, apenas aparecían trazas mínimas de alcohol y las cantidades halladas de MDMA, ketamina, norketamina, anfetamina y metanfetamina estaban muy por debajo de niveles letales. Aun así, la muerte se clasificó de manera provisional como accidental.

Retraso en la llamada al 112

La familia nunca quedó conforme con esa conclusión. Entre los elementos que han impulsado la reapertura destaca un dato especialmente incómodo: entre el momento aproximado de la muerte y la llamada al 112 transcurrieron casi dos horas, un lapso que nadie ha logrado explicar con coherencia. Tampoco han ayudado las contradicciones detectadas en las declaraciones de los asistentes, que han ido ajustando detalles de su versión a medida que avanzaba la investigación.

La acusación particular pide que se cite como investigados al propietario de la villa, a los cuatro invitados que estaban presentes cuando llegaron los agentes y a un matrimonio que, según la denuncia, se habría quedado con pertenencias de la fallecida.

Era una figura influyente

La muerte de Bollini tuvo una fuerte repercusión internacional por su trayectoria. A los 25 años abandonó una carrera política prometedora en Argentina para embarcarse en un periplo de más de una década por Europa, India, África y América, donde estudió ayurveda, chamanismo e ifá. Con el tiempo obtuvo el título de Sacerdotisa Madre, que la habilitaba para administrar veneno de sapo Bufo alvarius.

En 2019 creó NANA Health, una plataforma de medicina psicodélica dirigida por una mujer y financiada con 1,6 millones de dólares. Su método, la llamada "dosificación progresiva", le granjeó una notable influencia entre empresarios, artistas y ejecutivos. "No se trata solo de dar medicina. Se trata de sostener a alguien mientras se deshace y se vuelve a construir", explicaba en 2020.

Su presencia en conferencias, retiros y ceremonias en Estados Unidos y Europa —especialmente en Ibiza— reforzó su reputación como figura central del movimiento psicodélico contemporáneo.

La prueba del anillo inteligente

Un elemento que puede resultar determinante es el anillo inteligente que Bollini llevaba la noche de su muerte. El dispositivo registra ritmo cardíaco, temperatura, saturación de oxígeno y la hora exacta de cada lectura. La policía considera que estos datos permitirán reconstruir con precisión sus últimos minutos y aclarar si los tiempos narrados por los invitados se corresponden con lo que realmente ocurrió.

La jueza instructora deberá decidir ahora si las nuevas diligencias y la información biométrica aportada permiten iluminar un caso que, más de un año después, sigue plagado de sombras.

Temas

En Sucesos

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal