El 1 de octubre de 1578 fallecía en el infierno de Flandes don Juan de Austria, según fuentes oficiosas víctima del tifus. Bien pudo morir de abatimiento al ver cómo su hermano le abandonaba sin hombres ni recursos en aquella trampa holandesa. Acaso murió envenenado, pues enemigos nunca le faltaron. Lo cierto es que Felipe II, que desconfió de su hermano por culpa del conspirador Antonio Pérez, recibió su cuerpo con abatimiento y le honró con exequias reales, ordenando que sus restos descansasen junto a los de su padre el emperador Carlos V, en San Lorenzo del Escorial.

Moría el héroe de Lepanto a la edad de treinta y un años tras una vida intensa plagada de éxitos militares. Hijo natural del emperador Carlos V y Bárbara Blomberg, una bella joven de la burguesía alemana, don Juan fue reconocido tardíamente por su padre y educado en la corte junto a su hermanastro Felipe, con quien mantuvo una relación de lealtad y a la vez de mutuo recelo. Felipe nunca le concedió el tratamiento de Alteza que su padre había previsto, aun negándole derechos dinásticos. No escasean las versiones que atribuyen a Blomberg una maternidad de alquiler que oculta una relación escandalosa, probablemente de adulterio con una gran dama.

A don Juan no le faltaron atributos ni grandeza. Pronto se convirtió en un joven deslumbrante, apuesto, arrogante, generoso y con una temible predisposición guerrera. Con apenas veinte años fue detenido en Barcelona cuando se disponía a embarcar rumbo a Malta en auxilio de la isla, atacada por las hordas de Solimán II. Demostraría sus dotes militares sometiendo la rebelión morisca en las Alpujarras, una brillante actuación que le daría el almirantazgo de la flota de Lepanto.

Fue tras esta batalla y la conquista de Túnez cuando la relación entre los hermanos se volvió más arisca. Don Juan era el gran héroe de su tiempo y eran muchas las voces, entre ellas la del Pontífice, que clamaban por darle un reino propio. Así surgió su plan de dominar Inglaterra. Pretendía invadir las islas, destituir a la Reina y casar con su prima, María Estuardo. Felipe no secundó la operación y envió a don Juan a Flandes influenciado sin duda por su consejero Antonio Pérez, que le hizo creer que la verdadera ambición de su hermano era reinar en España. En Flandes, rodeado de enemigos y en plena bancarrota del Gobierno, encontraría el héroe su tumba, no sin dejar victorias notables, como la de Gembloux.

Otras efemérides de este día que deberías conocer

1522: Carlos V firma el perdón para los rebeldes comuneros.

1823: Fernando VII, con el apoyo de tropas enviadas por la Santa Alianza, recupera el poder tras la etapa del Trienio Liberal y restaura el absolutismo.

1928: Primer plan quinquenal de la URSS.

1946: Finalizan los llamados Procesos de Núremberg contra criminales de guerra nazis. Doce de los implicados fueron condenados a muerte y tres a cadena perpetua.

1949: Proclamación de la «Nueva China», la República Popular China.