neuneu dijo el día 25 de Junio de 2009 a las 01:56:33:
Me ha impresionado el comentario de Herbert del día 18 de junio de 2009, sobre todo el final. Puede que tenga razón en alguno de sus argumentos, pero la realidad de muchas personas normales y corrientes (autónomos y/o hipotecados) no es exactamente la del perverso especulador que quiere hacerse “muchimillonario” en un instante. Escribo con la esperanza de que estemos hablando del mismo producto: swap, clip o lo que sea (ya que poca gente los entiende, espero que Herbert sí, yo más bien poco) y pensando en muchas personas que trabajan duramente para tener un pequeño negocio o comprar su vivienda, a las que un buen día vino a buscarlos (sí, sí, vino a buscarlos) su director del banco y les propuso adquirir un producto buenísimo: un seguro contra las subidas de tipos. Mira qué bueno es nuestro director. Seguro que ha pensado en nosotros porque le caemos bien…
Quiero reflexionar en algo que creo que es importante: no nos cobraron por vendernos este producto. Fue un regalo. Algo que los bancos no hacen si no es por algo a cambio. Te pueden regalar desde platos hasta lavadoras, pero SIEMPRE por algo a cambio. Cómo es posible que REGALARAN un producto altamente complejo, especulativo y tan arriesgado sin nada a cambio? No creo que a ninguno de los que firmaron estos contratos se le ocurriera que su director de confianza le estuviera regalando una bomba de relojería.
Vaya por delante que soy ignorante en estas cuestiones, pero a mí me parece que los analistas de las altas esferas bancarias estaban viendo venir la debacle (que empezó en Estados Unidos en el 2006) y dieron la orden de inundar el mercado con estos productos, con diversos nombres, pero todos con el mismo mecanismo de funcionamiento, regalándolos a los incautos que han confiado en la buena fe de su banco y en el representante de éste, el director, con el que trataban a diario, todo ello para asegurar que el banco siguiese cobrando intereses aun cuando bajasen los tipos.
Este producto, altamente especulativo, tal como una apuesta, no responde al perfil de la persona al que se lo han regalado por ser buen cliente, aunque le hayan hecho firmar bajo el epígrafe que dice que el comprador está perfectamente asesorado sobre lo que adquiría, lo cual es más que dudoso. ¿De verdad alguien puede creer que un autónomo o un aspirante a hipotecado de por vida, que piensa en su seguridad económica y en la de su familia, se pondrá a especular sobre si los tipos de interés subirán o bajarán? Precisamente, el impulso de evitar la merma económica de las subidas de tipos, en plena efervescencia del precio del petróleo y con el Euribor disparado, no la avaricia o la especulación, es lo que hizo que muchos se avinieran a firmar sin mirar demasiado la letra pequeña, pero eso mismo hacemos todos al abrir una cuenta corriente o contratar una tarjeta de crédito. Cuando un médico nos receta una medicina no siempre leemos el prospecto, ya que nos fiamos del criterio médico. La diferencia es que un médico tiene un código deontológico y un director de banco parece ser que no, si es así debería tenerlo, ya que juega con el dinero de personas que no se pueden permitir según qué excentricidades. Apuesto a que nadie explicó en términos claros y dinerarios hasta donde podría llegar el pago en caso de bajada de tipos, lo cual hubiera hecho retroceder a muchos. Antes al contrario, se regaló el producto sobre la base de la confianza del cliente con el director (de la misma manera que tenemos nuestros dineros en sus cuentas, en la confianza de que no se los llevarán), sobre la explicación VERBAL de que lo que le estaba regalando era un SEGURO contra las subidas de los tipos de interés, que era un producto muy bueno, y que las perspectivas de bajada de tipos eran casi nulas vista la trayectoria de los mismos. Y tú te lo creías. La conversación tipo era:
-Venga, Manolo, he pensado en ti porque esto es tan bueno que no lo puedes dejar pasar…
-¿Pero qué es?
-Mira, es un seguro contra las subidas de tipos de interés. Como está ahora el petróleo y los tipos, y por la tendencia que llevan y llevarán, te conviene, no pierdas la oportunidad.
-¿Seguro?
-Que sí, hombre, que sí. ¿Te vendería yo algo que no fuera bueno?
Y Manolo piensa: Hombre, ¡el director es el experto en estas cosas…!
-Vale. ¿Dónde hay que firmar?
Incluso el importe base sobre el que se calcularon los porcentajes lo proponía el director, en función de tus deudas con el banco y “un poquito más por si acaso”. La cuestión es: qué comisión se llevó el director por colocar el producto?
Empezaron con autónomos y han continuado con particulares, obligándoles a ligarlo a las hipotecas en el momento de la firma, cuando realmente no era así, para asegurarse seguir cobrando intereses aun cuando bajaran los tipos, mermando así las ya difíciles economías, ante la que está cayendo, de autónomos y endeudados por hipotecas imposibles. Es decir, algunos están pagando hipoteca con interés alto y pagando también el swap porque el interés está bajo. Sólo es una cuestión de fechas de revisión. ¿A que es gracioso? Fíjese, señor Herbert (comentario del día 18 de junio de 2009), las ganas de hacerse muchimillonario del pobre señor que está en esta situación. Es un escándalo que en este país que tanto presume de control a los bancos, el Banco de España no tome cartas en este asunto, si es que tiene potestad (que lo dudo), porque llevará a la bancarrota a muchas familias. Y que no me digan que cuando se cobraba nadie decía nada: se había contratado un “seguro contra las subidas” y eso era lo que se estaba cobrando. A destacar que eran cantidades irrisorias, en muchos casos con techo de subida, no eran contratos equitativos; y como ya he dicho antes, con la sospecha de que algunos sabían la que estaba por venir. No podían perder. ¿De verdad alguien cree que la banca vende algo con lo que pueda perder? ¡Qué inocencia! Como en el casino: la banca nunca pierde. Y lo peor: siempre hay quien la defiende.
Según un empleado de un banco al que hemos preguntado, hay empresarios que están pagando más de 700.000 euros, y que si éstos no han hecho ninguna gestión para desistir del pago, los curritos normales no tienen nada que hacer. El que está pagando 700.000 euros sí ha hecho una apuesta especulativa, porque el importe base para estas cifras debe de ser unos 25 millones de euros, cifra verdaderamente astronómica que ningún pequeño empresario o microempresario verá junta en su vida.
Por todo esto argumentado, mi opinión como profano en estas materias (aunque he tenido que aprender a marchas forzadas para saber qué nos habían “regalado”) es que este producto se ha colocado de manera defectuosa, en muchos casos en un momento donde todavía no se exigía el cuestionario MIFID. Pero este cuestionario se impuso para impedir este tipo de prácticas, así que implícitamente se reconoce que los bancos han estado incurriendo en mala praxis al vender o colocar estos productos. Puede que la norma no sea retroactiva, pero los clientes son inocentes del retraso en poner veda a estas prácticas bancarias. La cuestión de fondo es que el banco regala un producto a personas que no lo comprarían jamás si no fuera por el consejo de su director, así que la colocación del producto depende del asesoramiento técnico del director del banco, no de los conocimientos financieros de los que los adquieren, que son prácticamente nulos. ¿Habrá algún juez que lo valore así y declare nulos estos contratos por error o defecto en el consentimiento?
Como dicen en los foros: “es hasta machacante ver como una y otra vez, nadie es capaz de comprender el funcionamiento de estos productos y ver como se han repartido impunemente y con oscurantismo a una base de clientes que están más lejos todavía de llegar a comprenderlos”. Espero que al Banco de España y a nuestros gobernantes les dé vergüenza permitir esta estafa, y espero también que los jueces les den su merecido a los que no pierden ni en tiempos de crisis: los bancos.
Herbert dijo el día 18 de Junio de 2009 a las 03:42:52:
Que morro que tienen algunos. Se forran a ganar dinero en los mercados de derivados, y cuando se pegan la gran hostia, dicen que hay que prohibirlos.
Los Credit Default Swaps no son mas que un sistema de transferencia de riesgos. Quien tiene riesgo y no lo quiere, se lo coloca a otro y le paga un dinero para que lo asuma en su lugar. Quien no tiene riesgo y quiere ganar más dinero, lo adquiere en el mercado a cambio de que le paguen un dinero por ello.
Osea, es un simple y ramplón mercado de seguros. Entonces, ¿que les pasa a algunos gerifaltes del latrocinio legal? Muy sencillo...
Imagínese usted que tiene una compañía de seguros del hogar. Se fija usted en una enorme zona residencial de alto nivel. Los seguros que pagan no son muy altos, porque hay buena seguridad, planes contra incendios, etc. En definitiva, hay poco riesgo... pero lo hay.
Entra usted a saco en ese mercado, y contrata un seguro a cada família que vive en ese área. Todo es color de rosa. Con puntualidad exquisita, le ingresan en su cuenta cantidades enormes de dinero a cambio de no hacer absolutamente nada, y con un riesgo aparentemente ridículo.
Así que pide usted un credito enorme para ampliar su negocio con la intención de hacerse muuuuuchimillonario. Entra asaco en otros 10 barrios residenciales similares, y todo va como la seda. La pasta entra a raudales en su cuenta.
Pero un día, viene un terremoto y manda a tomar por saco todos los barrios en que usted había contratado sus seguros. Las pólizas de seguro se ejecutan y usted tiene que pagar tantísimo dinero para indemnizar a los damnificados, que pierde hasta los calzoncillos.
Entonces, se pone usted en medio de la calle a gritar, en pelota picada, que eso no es justo, que hay que prohibir los seguros del hogar, y que los destrozos hay que pagarlos entre todos.
¡Anda, no me jodas hombreee! Cada palo que aguante su vela, coño.