¿Y cuanto nos va a costar la enésima zetapollez autonómica?

No dan datos de en que CCAA se producen las contrataciones innecesarias, serán como siempre : Extremadura, Andalucia y Cataluña. LOs socialistas meten al pesebre a sus familiares y amigos a dedo, sin demostrar conocimientos... a este paso todos los analfabetos colocados.

Este Gobierno ha perdido la brújula, no quiere ni siquiera actuar en nada que no sean parches de la madre celestina. ZP es una nulidad y todo a su alrededor es anarquía. Pero le mantienen sus corifeos engañando al pueblo porque el jefecullo inculto les paga bien.
¡Traición a España y a la verdad!
Los sindicalistas ya no creen ni en su sindicato; las Autonomías están dislocadas colocando a sus amiguetes por lo que pueda pasar; las Instituciones Constitucionales quieren seguir saliendo en la foto y cobrando; no es tiempo del ejercito aunque la Cosntitución les encomienda que libren a la Nación de enemigos externos o internos; la justicia juega al lio que tienen con las garzonadas, pero quietos y silenciosos en sentencias inaplazables, y ya veremos por donde sale el parto de los montes; a la Iglesia le arrebatan hasta el crucifijo; a los médicos le obligan a mata por ley; a los maestros y enseñantes le imponen enseñar mentiras, el pueblo al paro y a la miseria y, los sindicatos cobrando; todo valor humano cambiado por su vicio opuesto; y ZP en las nubes o en los compromisos adquiridos con instituciones antiespaña; el rey con sus problemas familiares y en la pendiente de su desaparición y España en pleno progreso izquierdista ZAPATERI. Es decir, ZP nos ha trido el enfrentamiento de padres e hijos, de regiones contra regiones, de autonomías que solo aspiran a gobernar como naciones imposibles y todo en aras del demonio de los odios y discordias.

Fuera autonómias ruina y cancer de España. No se puede aguantar el despilfarro incontrolado de estos 17 reinos de taifas que campan por sus anchas arruinando el País, ¡¡basta ya!!.

Lo mismo vale para el tema de las subvenciones a sindicatos, actores, cine español etc. etc., que cada cual viva de su trabajo, estamos llenos de parásitos y hay que terminar con ellos.

Para [albertri]:

Absolutamente de acuerdo.

Ese es el problema de origen. Mientras se siga cegando a las masas tontas, éstas segurán votando al cegador y por tanto, seguiremos exactamente igual.

Muy propio del sistema de taifas en que nos encontramos. Ellas, (ellos) a lo suyo. Paga España. Y por supuesto, a colocar estómagos agradecidos y peones durmientes. Por si seguimos o por si vienen mal dadas.

Velneva, como siempre, muy acertada su reflexión. Saludos.

E necesario poner coto a esta partida de politiquillos que no tienen ni sentido de la eficacia ni sentido de gobierno. Como han demostrado que no tienen ni pajolera idea de lo que es administrar el dinero público, y no cuento a los que se lo quedan porque esos son delincuentes y tendrían que etar encarcelados por muchos años, en China los fusilan, es preciso que la LEY defina con absoluta claridad, como en un buen manual de instrucciones lo que pueden y lo que no pueden hacer indicando as penas por hacer lo que no pueden y, también, los plazos máximos para hacer lo que deben. Para ser más clara, debe fijarse el plazo máximo para pagar las facturas y la pena por no cumplir ese requisito debe ser la inmediata expulsión del cargo. Siempre del responsable supremo, es decir, de Alcaldes, Presidentes de Comunidad, Presidentes de Cabildos, Presidentes de Mancomunidad, etc. Seguro que los de debajo reciben instrucciones precisas. Bocona

Para Montesin

En el siglo XX y anteriores, estas cosas tenian fácil arreglo, ahora es mucho mas complicado todo.

En mi opinión el que el voto de la gentucilla que conoce todos los detalles de la vida de la Belén Esteban del Gran Hermano y no sabe ubicar Grecia en un Mapa, valga lo mismo que mi voto, es el principal problema.

¿Por qué? por la puñetera campana de Gauss y su relación con metricas humanas como el peso, la estatura y el CI.

Vamos en Román Paladino, que hay mucho tonto suelto y todos pueden votar y como siempre hay mas tontos que listos, pues ZParo habemus.

OBLIGAR A INVERTIR

Hay que obligar a invertir. Así declaraba, en el transcurso de la mini-manifestación del primero de mayo, uno de los sindicalistas liberados que acompañaban la escuálida marcha. Obligar a invertir. Es todo un síntoma. Los nervios se disparan. Se dice lo que se siente. No sabemos si se siente lo que se dice. En cualquier caso, las palabras desquiciadas preceden a las acciones perturbadas.


Se empieza maldiciendo y se termina violentando. En un Estado, sea democrático o dictatorial, la inversión es una iniciativa empresarial. Pública o privada, la inversión se realiza en virtud de tres factores complementarios. De un lado, que el emprendedor obtenga un rendimiento, una rentabilidad, que compense el sacrificio económico materializado. De otra parte, la extensión del riesgo que comporta destinar determinadas cantidades en un negocio a sabiendas de que en otros, la ventura es más factible. Por último, el período que se extenderá la inversión. Nadie da duros a pesetas. Nadie. En un sistema capitalista, no hay más ideología que el mercado ni más credo que la maximización del beneficio.


Desde esta perspectiva ortodoxa de la inversión, el verbo deber no es conjugable. En todo caso, el infinitivo poder. Por encima de los anteriores, se imponen los sustantivos voluntad, intención, interés, tesón, incluso perseverancia u obstinación. Son los estandartes de un Estado en el que la libertad subsigue a la igualdad y en el que la ley impera por más que los gobernantes sean unos tiranos o la ciudadanía haya sido engullida por el populacho. La inversión se concilia con la iniciativa. La esfera de lo privado es intocable, con las excepciones que disponga el interés general y dentro de un marco muy restrictivo. De no ser así, de no regularse las relaciones socioeconómicas, retornaríamos al dominio de la barbarie. No se puede, pues, obligar a invertir.


De igual modo que no se puede obligar a prestar. Culpar a los empresarios o a la Banca de los males derivados de la crisis económica que sufrimos, es tanto como responsabilizar a los médicos de las operaciones legales de aborto. Un ejercicio infinito de hipocresía. No es el médico autor de una interrupción del aborto si la ley así lo recoge. No lo es. Ni se puede atribuir a la Banca su enroque en posiciones antiprestatarias. Ni al empresario se le puede reprochar el recoger sus bártulos y capitales para ponerlos a buen recaudo. Es condición sine qua non de la actividad económica la certidumbre, la certeza, la fiabilidad, la confianza. En su defecto, el desarrollo se contrae y la prosperidad toma las de villadiego. Una sociedad contingente, insegura, plena de escollos, y fatalista, está condenada a la fuga de capitales, a la ausencia de inversiones y al retraimiento del crédito. No hay vuelta de hoja. No caben doctrinas. Las especulaciones políticas están de más. El dinero no tiene más amigos que el propio dinero. No hay derechas e izquierdas en el mercado monetario. Hay ganancias.


En un escenario democrático, las normas deben determinar los cauces de las relaciones laborales. El gran objetivo es la creación de empleo. Si esto no es posible, la fatalidad se enseñorea del territorio. En España, la España que desgobierna Zapatero y arruina el PSOE, el destino social y el futuro económico se ennegrecen por momentos. La razón es bien simple. No es que la cifra de parados se encarame a la cota de los cinco millones. Ni que la destrucción de empleo prosiga su fatídica marcha ascendente. Ni que las pensiones se balanceen cual elefantes sobre una tela de araña. Ni que la educación y la sanidad sufran tambaleos preocupantes. Ni tantas otras cosas. El gran problema es que el Presidente Zapatero genera desconfianza, inseguridad, trance, atolladero, aprieto, brete o agonía. Y de tal señor, tales vasallos ministeriales.


Quién puede obligar a invertir en estas condiciones. Se les puede expropiar. Se les robará. Se les matará. Pero obligarlos a invertir, no. Eso, no. Ni las turbas más desesperadas. Ni los Gobiernos más disparatados. Como el que padecemos.


Un saludo.

Las cifras revelan que la huída hacia adelante ya comenzado. El barco se hunde, y se dedican al pillaje antes de que todo termine. Estos modernos filibusteros lo hacen de forma soterrada y sibilina como sólo lo saben hacer ellos.
Antes de marcharse quieren dejar una cohorte de voluntariosos infiltrados dentro de todos los organismos e instituciones durante la próxima travesía del desierto. Una quinta columna que les vaya informando de las debilidades de los que les sucedan y que a la vez protejan sus "inconfesables" vandalismos económicos.
Los que piensen que sacándolos del poder está todo arreglado, están pero que muy equivocados. Al tiempo.