La Ejecutiva Provincial de UGT de Cádiz ha dimitido en bloque este lunes ante la situación creada en la organización tras la detención y puesta en libertad con cargos de su secretario general, Salvador Mera, en relación con el caso de los ERE fraudulentos. Días de caos, lo llama el Diario de Cádiz. Se creía que el secretario general de UGT Cádiz, Salvador Mera, presentaría su dimisión de manera inmediata tras anunciarse a los medios. Pero la dimisión en bloque la ha originado la falta de respuesta de Mera, al que habían dado un margen de tiempo de unos diez días para que tomara una decisión sobre su continuidad en el cargo. Recuérdese que Mera es un hombre de confianza de la actual Ejecutiva Regional que dirige Francisco Fernández Sevilla.
A las 09:00 horas de la mañana, Mera firmaba su renuncia en las oficinas de la dirección de la organización en Sevilla. Poco después, lo hacían en Cádiz los seis miembros de la ejecutiva provincial gaditana en pleno, que comunicaban a UGT Andalucía su renuncia. Mera dijo que no sabía nada de esta dimisión colectiva.
Según Mera, su intención era "buscar el máximo consenso tras todo lo sucedido -en alusión a su implicación en el caso de los ERE y posterior detención por orden de la juez Alaya- y en eso sigo, porque no quería dar el paso de dimitir antes de tiempo, pero todo se ha precipitado". Al parecer, la Ejecutiva gaditana del sindicato socialista presentó a la Ejecutiva Regional un escrito calificado por el grupo Joly como "contundente" en el que exponían que era inconveniente el sostenimiento de Mera en el cargo con el beneplácito de la Comisión Ejecutiva Regional de UGT Andalucía que buscaba resolver la crisis buscando una persona de confianza.
Los seis dimitidos piensan que Mera debería haber dado el paso después de poner su cargo a disposición de la dirección regional. Pero el máximo responsable andaluz de UGT, Francisco Fernández, implicado a fondo en el caso del falseamiento de facturas, no aceptó la dimisión de Mera y dejó claro que tal dimisión no se había producido a pesar de que fue publicada en todos los periódicos.
Para rizar el rizo de lo esperpéntico, estos seis miembros de la Ejecutiva de UGT Cádiz no supieron que Mera ya había dimitido por la mañana cuando ellos hicieron lo propio.
La UGT de Cádiz, en manos de Fernández Sevilla
Ahora y en unos días, la UGT de Cádiz deberá contar con una gestora según se recoge en los estatutos del sindicato. Es lo previsto en caso de dimisión del secretario general o de la mitad de los miembros de la Ejecutiva. Pero es Francisco Fernández Sevilla, actual secretario general de UGT de Andalucía, el que deberá decidir quiénes formarán tal gestora hasta la convocatoria de un congreso extraordinario que elija un nuevo secretario general en Cádiz.
Los dimitidos ayer darán explicaciones este martes a las federaciones que componen la organización, además de a los trabajadores del propio sindicato asolados por la crisis interna y por la crisis económica que tiene en vilo a decenas de trabajadores de UGT nacional.
Tómese nota de que Salvador Mera, hombre de tanta confianza de la actual ejecutiva regional que incluso cobraba sobresueldos de UGT-A fue detenido el pasado 8 de octubre, mientras desayunaba en la cafetería del edificio de los sindicatos en la capital gaditana. Dos días después, prestó declaración en Sevilla ante la magistrada Alaya, quien le comunicó que estaba imputado por delitos de tráfico de influencias, falsedad y contra la Hacienda Pública. Aunque quedó en libertad con cargos, se le impuso una fianza civil de unos 240.000 euros.
Recuérdese que la implicación de Mera en el caso de los ERE procede de su presencia como consejero en la empresa Temiqui, SA, beneficiaria de fondos procedentes de los ERE. Salvador Mera Crespo era hasta ahora secretario general de la UGT de Cádiz y pertenecía al máximo órgano rector de la UGT de Andalucía. Mera fue elegido Secretario General de UGT Cádiz en noviembre de 2010 y permaneció en la empresa TEMIQUI hasta noviembre de 2011. Temiqui, SA tiene su sede en Avenida de América en Madrid que es la sede de la UGT Confederal (Cándido Méndez) y esta empresa está formada por gente de UGT y la empresa es de la UGT. Mera, junto con el dirigente de CC.OO Roberto Carmona, cobraron 360.000 euros cada uno con destino a sus organizaciones, de la mediadora Uniter en el ERE de Riotinto para hacer frente a los gastos sindicales.
UGT de Cádiz entre en fase de espera de la convocatoria de un próximo congreso del que saldrá el nuevo responsable pero el exDelphi Antonio Montoro, contrincante de Mera en las pasadas elecciones, ya ha reiterado que no entra en sus planes ser secretario general en la provincia, más aún tras su designación como miembro de la ejecutiva regional de MCA-UGT.