"Digo sí", fueron las primeras palabras de un candidato del PSM a la Comunidad de Madrid que acepta un reto "ni fácil, ni cómodo para nadie". Un "extraño privilegio", reconoció, cuyas "ventajas me va a costar un ratito verlas". Lo que justifica su respuesta afirmativa es "el momento político de extrema vulnerabilidad" y sus "profundas convicciones". Por ello, se siente "profundamente agradecido". Primero, con los militantes; y después, con "quienes me han llamado" porque deja claro que "estaba tranquilamente en la serenidad de mi universidad", cuando "me han llamado, yo no he llamado a nadie".
Y la primera vez que se produjo la llamada, a través de "personas importantes" del PSOE, reconoció en respuesta a Libertad Digital, fue hace ya meses, antes incluso de las primarias que ganó Tomás Gómez, pero "no se me ofreció nada explícitamente" y "nunca me han hablado institucionalmente".
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, "nunca" le ofreció "una propuesta explícita hasta la destitución" de Tomás Gómez en el PSM y la constitución de una comisión gestora presidida por Rafael Simancas. "Quien me dijo que iba a hablar con Tomás Gómez fue el secretario general", Pedro Sánchez.
Fueron conversaciones "en términos abstractos". Una especie de 'tanteo' en el que Sánchez le llegó a preguntar "'si estarías en condiciones de aceptar" el puesto de candidato del PSM a la Comunidad de Madrid, a lo que Gabilondo respondió diciendo que "en el caso de que hubiera una respuesta explícita, con un pronunciamiento de los militantes de Madrid, yo estaría en condiciones de planteármelo". Motivo por el que confiesa Gabilondo que estas conversaciones tienen "su punto de incomodidad".
Y "yo no he dicho sí hasta ayer a las doce de la noche", cuando la comisión gestora, con la que no ha mantenido ninguna conversación hasta el sábado por la tarde, le informa del resultado alcanzado en las 138 agrupaciones socialistas de Madrid. "Tanto es así, que había una cierta inquietud" porque su línea roja era no aceptar el cargo que que no se hubiera pulsado la opinión "hasta el último rincón" del PSM. "Hemos sido muy cuidadosos con el proceso".
No se va a afiliar
Gabilondo se mostró tajante al rechazar que su candidatura por el PSM vaya a suponer su afiliación al partido socialista. "No soy militante, pero ser independiente no es ser indiferente. Tengo profundísimas convicciones". Justificó su rechazo en que el PSOE "ha hecho un gesto de apertura al abrirse a la sociedad y los ciudadanos lo tenemos que valorar". Pero: "Entendería muy mal que me afiliara a un partido por un puesto, para llegar a un cargo. me parecería fatal".
No lo ve necesario porque "lo necesario es el compromiso" y éste lo tiene, al igual que sus carencias en los procedimientos internos, que se los deja al PSOE, como la configuración de las listas. "Se van a extrañar pero yo no estoy pensando en ninguna lista. Yo no se de qué va esto de que primero las listas y luego los programas. Yo de entrada no incluyo absolutamente a nadie. Bueno, al número uno...".
Listas para las que ya muestra su "voluntad de integración" con los otros dos aspirantes, Pedro Zerolo y Amparo Válcarce, aunque el énfasis lo pone en el primero: "me llamó y la conversación no pudo ser ni más amable, ni más amigable".
Sobre el procedimiento sin primarias en el PSM, Gabilondo dejó claro que "yo no establecí el proceso", pero que "me parece muy bien" porque es una fórmula que "da buena cuenta de la opinión de los militantes" y se preguntó si era mejor "abrir un gran debate de un mes y medio" o "si ya es hora de dejarnos de historias orgánicas". Preguntado si ése es su pecado original: "Si he nacido con pecado original, igual me distingo en eso del resto de los seres humanos".
Responde a su hermano Iñaki
En este sentido, respondió a la crítica lanzada por su hermano Iñaki Gabilondo por haber asegurado que se metía "en la boca del lobo". "No se fíen que igual yo soy la boca del lobo...", dijo riendo al responder a su hermano, a quien dejó claro que "está de acuerdo", pero que "no voy a entrar a dilucidar cómo van a hacerse las cosas en el PSOE. No voy a entrar en eso, son sus procesos".
"Estoy de acuerdo con todos. Periodistas, intelectuales, que opinan que sería insensato entrar en eso... Yo no lo voy a hacer. No, en esa boca no me voy a meter. Lo que me voy a meter es en otra cosa: en una responsabilidad. Y procuraré no interferir no creerme que lo se ya todo cuando acabo de llegar. Se que soy un primerizo".
Y no será un mirlo blanco
"No pongo condiciones, ni a mí me las han puesto", dijo también en una comparecencia en la que se compromete a no ser un mirlo blanco, a quedarse como portavoz en la Asamblea de Madrid, sea cual sea el resultado de los socialistas. "Sí, sea cual sea el resultado, yo me quedaré si así lo decide el PSOE que igual entiende '¡a dónde va este señor con estos resultados!'".
En este sentido, valoró el batacazo del PSM en la encuesta de Metroscopia para el diario EL PAIS, que le obligaría a pactar con el PP: "La palabra pactar no es una palabra que me desagrade", ha dicho, pero él habla de un "pacto con los ciudadanos" y "sobre las políticas", no con las personas.