
LD (Europa Press) El ex presidente del PP aseguró este jueves, respecto a la actual situación del PP, que dentro del partido "hay gente dispuesta a cuestionarlo todo", refiriéndose al liderazgo de Mariano Rajoy. "Yo, mientras hablan, no cuestiono nada, y soy el presidente fundador", recordó.
Insistió en que su partido se encuentra en un "momento de espera", ya que "todo parece indicar que la actual mayoría del PSOE no puede durar, dadas las cosas que están pasando". "Pensar que se ha negado la crisis y que fuéramos a entrar en una por el presidente del Gobierno lo dice todo", apostilló, para augurar a continuación que las elecciones, "anticipadas o no", no pueden "estar ya muy lejos".
El también ex presidente de la Xunta de Galicia reconoció, por otro lado, que la Constitución no es "intocable" y que, ya que "algunas partes se pueden mejorar, habría que reformarla". En concreto, defendió la modificación del artículo 155, relativo al Senado, o el capítulo de las autonomías, "que se está saliendo de madre".
De esta forma, reclamó un desarrollo de la normativa sobre la Cámara Alta para "hacer de ella una cámara verdaderamente territorial, que unifique ese mundo de las autonomías". "El capítulo de las autonomías en este momento se está saliendo de madre y habría que ponerlo en su sitio", reclamó, para asegurar que algunos "regionalistas" son en realidad nacionalismos "que quieren la desintegración de España", refiriéndose a los partidos vascos. "No es serio que -en Cataluña- ahora obliguen a poner los letreros en catalán; cada uno los pone como quiere", aseguró el ex ministro franquista.
También recalcó que "las partes que ahora hay que cambiar" son las mismas que se hubieran podido mejorar en el momento de la redacción del texto constitucional, "si no hubieran tenido sólo su voto". En este sentido, explicó que se sintió "solo defendiendo la unidad" de España.
