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Amando de Miguel

Errores y erratas

José Mª Navia Osorio recuerda la broma del bienhumorado Jaime Campmany cuando unió dos famosas erratas del BOE y habló del "Conejo General del Joder Judicial". Comenta el de Oviedo: "¿Se imagina hoy una cosa así? Las feministas armarían un número".

Francisco Javier Soler me corrige: "uebos (= necesidad) se escribe con <b>". Tiene razón. Pido perdón si lo escribí con <v>. Es evidente el contagio con "huevos". Es claro que uebos es una palabra fuera de uso, un anacronismo que sólo sirve para hacer divertidos juegos de palabras. Desde luego, no se puede decir "manda uebos" como se atribuyó a Federico Trillo en sede parlamentaria. Está claro que el de Cartagena lo dijo con <h> y con <v>.

Anna Spitzmesser (Washington, D.C., USA) me dice que el padre de la duquesa de Sesto no debe de ser el zar Nicolás I sino su hijo Alejandro II (1818-1881), "que ese sí era todo un don Juan". Transmito el dato a Francisco Marcos Marín, que fue quien me envió la estupenda historia de la introducción del árbol de Navidad de España.

Hablábamos aquí de los neologismos que son puros inventos caprichosos, fruto de la ignorancia. Por ejemplo, el verbo preveer. Andrés Barrios Fernández lee en el Marca que un campo de tenis se llenó preveyendo un gran partido. Ya es finura.

Jaime Torroja detecta un errorcillo en un escrito mío. Donde yo decía que los Reyes Magos se representaban por una cometa, realmente debe decir un cometa. Rectifico con mucho gusto y agradezco la perspicacia de don Jaime. No es lo mismo el masculino "cometa" (= un astro) que el femenino "cometa" (= un juguete). Caprichos. La voz "cometa" proviene del griego komé (= cabellera) y kometes (= peludo), por la cola quese observa en esos astros. Tradicionalmente, los cometas han sido señales de malos presagios o desgracias colectivas, excepto la "estrella de Belén".

José Mª Navia Osorio recuerda la broma del bienhumorado Jaime Campmany cuando unió dos famosas erratas del BOE y habló del "Conejo General del Joder Judicial". Comenta el de Oviedo: "¿Se imagina hoy una cosa así? Las feministas armarían un número, las diputadas se ofenderían, alguna jueza progresista querría empapelar al tipógrafo del BOE y, para no ser menos, alguna jueza conservadora pediría la dimisión [de la persona que cometiera esas erratas]".

Camilo Pascual me corrige cuando en alguna tertulia he deslizado lo de "este agua". En efecto, lo correcto sería "esta agua", puesto que "el agua" es femenino. La confusión entra por ese "el", necesario cuando el sustantivo empieza por <a> tónica. Esa regla no se sigue con los demostrativos (este, ese) ni tampoco cuando, en lugar de un sustantivo al artículo le sigue un adjetivo. Por ejemplo, lo correcto sería "la gélida agua". Debe recordarse el dicho "nadie diga de esta agua no beberé por turbia que esté". Pues bien, aun sabiendo todo lo anterior, a veces se me escapa el "este agua" que más parece un vulgarismo medieval. Uno es así de redicho.

José Mª Navia Osorio me dice que un sacerdote claretiano, natural de Zamora, persona muy instruida, dice "la maíz" y no "el maíz". Me pregunta el de Oviedo si por Zamora consideramos que maíz es femenino. No me suena tal cosa aunque sí se puede oír lo de "la reuma", en lugar del correcto "el reúma". Quizá sea porque se asocian muchas enfermedades al género femenino. No, no es machismo.

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