Este Gobierno fabrica problemas incluso en parcelas donde hasta ahora existía una cierta tranquilidad política. La Dirección General de Instituciones Penitenciarias era, hasta no hace muchos meses, un lugar de trabajo, de mucho trabajo pero de sosiego político. En ese departamento del Ministerio del Interior se trabajaba con eficacia o con errores, pero se trabajaba sin protagonismos políticos en un terreno complicado, delicado y siempre difícil. Pero -¡cuidado!- que las cosas han cambiado ahora, como no, con el Partido Socialista.
Mercedes Gallizo, directora general de Instituciones Parlamentarias, está dispuesta a llamar la atención un día si y otro también. Rompiendo con todo lo que signifique prudencia y discreción se ha lanzado a un protagonismo exagerado y fuera de toda realidad. Gallizo parece dispuesta a llamar la atención sin darse cuenta de que está jugando con fuego. Las cárceles son siempre lugares de conflicto, ahora en estos tiempos con el encarcelamiento de amplios colectivos de islamistas radicales con mucha más razón; por lo que no es momento de buscar el "estrellato mediático", a no ser que lo que busque es "estrellarse mediáticamente".
No se entiende fácilmente que desde una actitud responsable se busque con tanto ahínco esa presencia en los medios de comunicación. Si hay noticia porque la hay, pero sí no hay noticia se busca. Al final el resultado es un auténtico desastre. Es evidente que Mercedes Gallizo quiere hacer carrera política desde un puesto en el que los objetivos y las prioridades son otras muy diferentes. Además, en este contexto, poco ayuda desde luego la "ofensiva renovadora" en la dirección de más de una veintena de prisiones que ha ejecutado la directora general. Pero peor es, todavía, el apoyo que ha dado el ministro del Interior a Gallizo con esos cambios cuando ha matizado que tiene que "tener gente de su confianza". Alonso se ha quedado como siempre a medias. Querría haber dicho "confianza política". Así esta todo más claro. Así está todo en su sitio. Ahora sólo falta saber una cosa: ¿Cual será la próxima de Gallizo?.