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Ignacio Villa

El Gobierno de los renuncios

Un Gobierno, en definitiva, que utiliza la mentira como una estrategia política más. Y al final, como a Pinocho les crece la nariz. Y de qué manera.

La gestión de este Gobierno está por los suelos, la lista de ineptitudes es interminable. Pero es que además, a toda esa lista, hay que sumar ahora también una buena colección de mentiras. En muy pocas horas les hemos cogido en tres claros renuncios.
 
El primero de ellos es del propio Rodríguez Zapatero. Este jueves en un desayuno informativo reprochaba frívolamente que la valla fronteriza de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla había sido construida por el Partido Popular. ¡Qué desliz más tonto! Resulta que toda la construcción de esa valla fue una iniciativa del Gobierno de Felipe González, cuando era ministro Juan Alberto Belloch, el mismo que llevó la ineficacia al Ministerio del Interior. Bueno, como ven, Zapatero se ha pasado de frenada pero no pasa nada; aunque la realidad es que ofrecer un dato equivocado con esa contundencia, es dejar la credibilidad por los suelos.
 
El segundo renuncio pertenece al ministro Alonso. El titular de Interior ha comparecido en el Congreso de los Diputados para informar sobre la situación límite que viven las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Alonso ha esgrimido –como algo intocable– en la Cámara Baja un informe sobre el asalto de hace unos días en el que murieron dos inmigrantes, informe que el mismo Zapatero ninguneó en la rueda de prensa que ofreció conjuntamente con el primer ministro de Marruecos. ¿Qué razones hay para que el mismo informe que no valía hace unos días ahora en el Parlamento tenga una rotunda validez?
 
Tercer renuncio. Este jueves la Vicepresidenta de la Vega ha anunciado –en ese viaje improvisado de mala manera a Ceuta y Melilla– que va a comenzar la expulsión de inmigrantes; exactamente lo contrario de lo que se decía en el Gobierno hace diez días. En concreto la secretaria de Estado Consuelo Rumí arremetía contra el PP por sugerir esa posibilidad. Ahora recogen velas con toda la caradura del mundo.
 
Son simplemente las tres últimas mentiras de un Gobierno que empieza a no tener vergüenza. Un Gobierno que falta a la verdad sin ningún reparo. Un Gobierno, en definitiva, que utiliza la mentira como una estrategia política más. Y al final, como a Pinocho les crece la nariz. Y de qué manera.

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