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Ignacio Villa

Escenificación de una mentira

Es evidente que el Gobierno de España tiene todos los resortes ejecutivos y legales para enviar más tropas a Afganistán y a Hatí en misiones de paz. No es la primera vez, ni tampoco será la última en la que el Ejecutivo de turno toma estas decisiones. Hasta ahí, poco que rebatir. Lo que ya es más difícil de entender, es que el presidente Zapatero y sus ministros intenten hacernos creer que han cumplido su palabra por informar en Comisión parlamentaria y por acudir a un Pleno extraordinario, cuando la decisión esté ya aprobada por el Consejo de Ministros. Lo siento, pero no nos engañan. Y esa votación anunciada para el martes después de la comparecencia del Jefe del Ejecutivo es la simple escenificación de un incumplimiento.
 
Una vez más Zapatero nos intenta vender algo que no tiene salida. Va al Parlamento una vez que la decisión ha sido tomada con todo tipo de detalle en el Consejo de Ministros, y después de haber asistido durante las últimas semanas a una larga lista de contradicciones de distintos ministros del Gobierno. Una decisión adoptada además después de la campaña electoral y que -digan lo que digan- tiene un alto contenido compensatorio después de la precipitada salida de las tropas españolas de Irak.
 
El Gobierno socialista vive semanas de absoluta desorientación en el terreno internacional. Que el Ejecutivo no levante cabeza gracias a algunos
"flamantes" ministros en las cuestiones domésticas es grave, pero siempre puede tener algún remedio. Pero en la política exterior los errores se pagan muy caros y tienen habitualmente una rectificación imposible. Cada paso en falso en un foro internacional, ese terreno ya no se recupera. Y ahora que Zapatero se está viendo más sólo que la una se intenta recolocar en la foto, aunque habrá que esperar para saber sí llegará a tiempo. Todo indica que el presidente del Gobierno ha caído en la cuenta de que la compañía y la amistad de Chirac como gran baluarte es una sonora broma; pero ¡claro! se ha cerrado tantas puertas en tan poco tiempo que ahora tiene pocos sitios por donde tirar. Zapatero se ha buscado el sólito su aislamiento internacional. Intenta reubicarse, pero lo está haciendo tarde y mal. Aquí las sonrisas tienen poca eficacia.

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