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Ignacio Villa

Operación Triunfo

La estrategia política ya está claramente definida para el Congreso del PP del próximo fin de semana. El mensaje es único: el Partido Popular vive el mejor de sus momentos, atraviesa la mejor de la situaciones posibles. En definitiva, el PP vive en el quinto cielo. Se presenta el cónclave de los populares como una “Operación Triunfo” de carácter político. El aparato quiere que sea un Congreso de éxitos y de exaltación del líder. Los que se sienten “apartados” de la organización recuerdan que tanto “éxtasis político” les coloca fuera de la realidad, con el peligro añadido de que un engreimiento excesivo siempre es dañino. Unos y otros preparan un escenario en el que parece neutralizado cualquier disonancia. El PP afronta su Congreso con una sensación rara de “calma chicha”. Todos contentos, pero sin resolver el gran enigma: la sucesión de Aznar.

Con todo esto, las claves del Congreso se pueden resumir en cinco puntos:

1. Efecto Cascos: Las dos enmiendas del actual Ministro de Fomento sobre el límite de mandatos, y que afectan directamente a la sucesión de Aznar, han sido la animación de las semanas previas. Ahora, sin embargo, parece que la dirección ha neutralizado esta iniciativa y que la votación pública frenará a muchos “entusiastas”. Se da como seguro que no alcanzará el treinta por ciento de los apoyos obligatorios para pasar a pleno.

2. Nuevos vicesecretarios: La supresión del límite de tres vicesecretarías abre la posibilidad de que José María Aznar amplíe el número de “elegidos”. En la dirección del PP cuentan con que el presidente usará esta nueva prerrogativa y que en ese caso serán varios los nuevos vicesecretarios. Además de Rato, Rajoy y Mayor Oreja, suenan con firmeza Acebes, De Palacio, Zaplana e incluso Piqué. Con este cambio, Aznar puede colocar a todos los candidatos a la sucesión en la misma línea de salida.

3. Sorpresas en la Ejecutiva: Nadie duda en Génova-13 que el presidente Aznar, como es ya tradición, incluya en la nueva Ejecutiva de su partido a nombres nuevos e inesperados. También se asegura que para ese “cogollo” recuperará a algunos apellidos políticos. Destaca el nombre de Adolfo Suárez Illana.

4. Afiliación de ministros: En el anterior Congreso, uno de los factores sorpresa fue la afiliación de Josep Piqué. En esta ocasión hay dos nombres posibles: Pío Cabanillas y Anna Birulés. Por el momento, absoluta discreción. Un silencio que puede ser significativo.

5. La sucesión: Esta será la verdadera cuestión del Congreso. Aunque intenten tapar el interrogante, los compromisarios que van a acudir al Palacio de Congresos de Madrid tienen tema recurrente de conversación. Corrillos y pasillos serán fuente de rumores. Es previsible que José María Aznar no vaya a hacer ningún gesto directo que señale al sucesor, pero pueden estar seguros de que cualquier movimiento, por pequeño que sea, será motivo de análisis y comentario. Aunque algunos se empeñen en lo contrario, este será el Congreso de la sucesión, entre otras cosas porque marcará el pistoletazo de salida para todos los aspirantes.

Jose María Aznar quiere que el Congreso sea de ideas y no de nombres. Un deseo que poco tiene que ver con la realidad. Sin duda va a ser el Congreso de Aznar, de la exaltación de su persona, de la mayoría absoluta, del “hiperliderazgo”. Será una “Operación Triunfo”, un empacho de autocomplacencia, una borrachera de entusiasmo. Y mientras tanto, seguirá sin resolverse el verdadero interrogante.

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