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Pío Moa

Aclarando ideas al señor Carrillo

A lo que nos oponemos muchos es a que las víctimas izquierdistas sean presentadas como defensoras de la libertad y la legitimidad. Eran tan defensoras de tales cosas como siempre lo ha sido usted en su calidad de stalinista.

En un diálogo de internet, alguien dice a Carrillo:

Quería preguntarle si aprueba el revisionismo de algunos magistrados, como Garzón, para juzgar los crímenes de la Guerra Civil y el Franquismo. En caso afirmativo, me gustaría saber si también considera que deberían someterse a juicio los crímenes cometidos durante el conflicto por el bando republicano, cuyos autores tampoco fueron castigados.

Respuesta de don Santiago:

Los crímenes que se produjeron en el campo republicano, mucho menores de los que hubo en el franquista, fueron juzgados muy severamente al terminar la guerra por el régimen franquista. Miles de personas fueron ejecutadas como consecuencia de aquello. A las ejecuciones se unió el denigramiento de esas personas. Creo que si hubiera que juzgar hoy algún crimen, sería el de los franquistas que naturalmente no sólo no se juzgaron a sí mismos, sino que glorificaron y premiaron a los autores de sus crímenes. De todas maneras, pienso que hoy no se trata tanto de juzgar crímenes de hace muchos años sobre los cuales el juicio de la historia fue decisivo, sino de dar sepultura cristiana o civil, según las creencias, a las víctimas de aquellos crímenes, que siguen todavía en las cunetas y en las tapias de los cementerios, a fin de que sus deudos puedan rendirles homenaje como suele hacerse en nuestra sociedad.

Veamos:

  1. Los crímenes del Frente Popular, que no del "campo republicano", no fueron mucho menores que los contrarios, sino prácticamente iguales en número, mayores proporcionalmente a la extensión y población sometidas a ellos, y acompañados de un sadismo que no se alcanzó en el bando nacional. Todo eso está hoy suficientemente documentado, le recomiendo que lea, entre otros, a R. Salas Larrazábal, a A. D. Martín Rubio, o mi Los crímenes de la guerra civil.
  2. Fueron juzgados severamente muchos de ellos porque ustedes, los líderes del Frente Popular, se apresuraron a escapar de España con las espaldas bien cubiertas y los bolsillos repletos, abandonando a su suerte a los miles de sicarios que cometieron directamente los crímenes que ustedes ordenaban o facilitaban. Pero está bien que usted reconozca que se trataba de crímenes y que los culpables fueron juzgados, no simplemente asesinados.
  3. La represión fue muy dura, efectivamente, y ocasionó numerosas víctimas inocentes al lado de una mayoría de culpables. ¿Por qué olvida usted los crímenes de pronto y sólo habla de "personas" fusiladas? ¿Equipara usted a inocentes y a chekistas, como hace la "memoria histórica"? ¿Le parece injusto que los chekistas fueran "denigrados"?
  4. Los franquistas autores de crímenes no fueron juzgados, como pasa en todas las guerras con los vencedores. En la II Guerra Mundial también los aliados cometieron numerosos crímenes, pero no se juzgaron a sí mismos. Y ya que usted es comunista, ello vale especialmente para los soviéticos: ¿recuerda usted si los violadores y masacradores soviéticos, y quienes los incitaban, fueron juzgados por ello?
  5. Y hablando de vencedores y vencidos, un dato crucial es el de quiénes iniciaron la guerra civil en 1934 y luego la provocaron con un sinfín de asesinatos y arruinando la legalidad republicana. Seguro que usted lo sabe perfectamente. Porque el que inicia una pelea a golpes no puede quejarse de que le contesten de igual modo: no es posible mantener la calma y la ecuanimidad en tales condiciones.
  6. Dice usted que no se trata tanto de juzgar crímenes pasados como de dar digna sepultura a las víctimas que todavía yacen en cunetas, etc. Pero usted sabe que en Paracuellos, por ejemplo, sigue yaciendo un gran número de víctimas inidentificadas. Y sabe también que el problema no está ahí: nadie se opone a eso. A lo que nos oponemos muchos es a que las víctimas izquierdistas sean presentadas como defensoras de la libertad y la legitimidad. Eran tan defensoras de tales cosas como siempre lo ha sido usted en su calidad de stalinista. Y usted mismo ha señalado que, por lo menos gran parte de ellos, cometieron crímenes.
  7. Además, afirma usted que no se trata "tanto" de juzgar: o sea, que se trata también de juzgar. Pero ocurre que ustedes quieren declarar inválidos los juicios de posguerra. En tal caso habría que volver a juzgarlos todos, pues los crímenes existieron, como usted mismo admite. Si se quiere juzgar los de un lado, habrá que hacerlos también con los del otro necesariamente, si se quiere hacer algo parecido a la justicia.
  8. Pero, como usted sugiere a medias, no se trata a estas alturas de juzgar a personas muertas, una idea que sólo puede ocurrírsele a un Gobierno colaborador del terrorismo como el actual y a los jueces próximos a él. Los juicios sobran a estas alturas. De lo que se trata es de clarificar la historia y acabar de una vez con unos mitos que están envenenando de nuevo a la sociedad española. Y a usted no acaba de vérsele la intención de ello.

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