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Amando de Miguel

Las lenguas y las hablas de los españoles

El llamado chino mandarín es la lengua con mayor número de hablantes y sin embargo es una lengua étnica. El chino no es una lengua de comunicación, como lo es, por ejemplo, el inglés (de modo eminente), el francés, el alemán, el árabe... y el español

Alfonso Blanco Reabia (catedrático de Psiquiatría, Universidad de Sevilla) anota una curiosa expresión, oída en la Sierra de Cádiz: "Cuando se le pregunta al enfermo, como es habitual, y ¿cómo está usted?", responde: Pues mire usted, doctor, no estoy muy peor". Estupenda ambigüedad. También los solecismos pueden tener su gracia.

Felipe Ortuño me corrige. No se dice "minchirones" (como yo escribí) sino michirones, aunque en Murcia se oye minchirones y en Yecla menchirones. Son unas habas rehogadas, típicas de la huerta murciana, que son tan sabrosas como nutritivas. Me suenan las de Casa Pepe en Murcia. Me gustaría saber por qué las habas michirones reciben ese nombre.

Timoteo Giménez Domingo documenta que "pingo, en Aragón, equivale a chiquillo travieso, y también a las personas que viajan o se mueven mucho". No es un sentido muy alejado de los que circulan por otras partes de España. El origen de esa voz está en el latín pinguis (= gordo, grasoso), como algo despectivo. De ahí pasó a describir las ropas mugrientes. El Diccionario de Autoridades recoge pingajo como el vestido sucio y roto. Se llamó también pingo. Por metonimia, pingo pasó a ser "mujer despreciable, prostituta callejera". También se derivó pindonga con el parecido sentido de "mujer callejera o amiga de ir de un sitio a otro". Así que los aragoneses, en esta ocasión, no divergen mucho del sentido castellano de pingo. Me pregunto si la acepción americana de pingo como "caballo" no tiene también mucho que ver con el sentido tradicional de esa voz. En México pingo es, como en Aragón, "muchacho travieso". Recuerdo que, de niño, cuando yo salía a la calle con la ropa un tanto desaliñada (que no era mucho si la comparamos con lo que ahora se estila), mi madre me decía: "¿Dónde vas con esos pingos?".

Pedro Manuel Araúz (Manzanares de la Mancha, Ciudad Real) registra el localismo polaco:

Prácticamente en desuso, aplicado al individuo especialmente desastrado y peligroso. Posiblemente se deba a que durante junio y julio de 1809, en la guerra de la Independencia, el pueblo estuvo ocupado por una división polaca al mando del general Valence, Dragones del 7º regimiento de Varsovia, que se distinguieron por su especial capacidad para realizar desmanes de todo tipo.

Manuel Benítez Romero (Carrión de los Céspedes, Sevilla) recoge esta expresión de su pueblo: "A hora horá" (= a la hora horada). Significa "llegar a tiempo, por los pelos, con el autobús casi en marcha, empezando la película, etc.". No está mal.

Capçotet Del Tito asegura que le duele mi afirmación de que el catalán es una lengua étnica. Le parece una "valoración absurda" el reconocimiento de "valorar una lengua por su número de hablantes". No, no es absurda; tiene su lógica. El carácter de lengua étnica lo defino por diez puntos. Desde el punto de vista de la lengua de comunicación son estos:

  1. Es hablada por un conjunto notable de habitantes, digamos, no menos de cien millones.
  2. Es la lengua común en varios países, sean o no naciones independientes, pero que tienen un cierto peso demográfico y económico.
  3. Debe haber emprendido con éxito algún sistema de unificación de los dialectos locales o regionales sobre la base de una Gramática común. Esa labor unificadora la emprendió el castellano mucho antes que los otros idiomas europeos.
  4. Se aprende masivamente por los que no la tienen como familiar.
  5. Deja traducir fácilmente el gentilicio con que se conoce esa lengua. Por ejemplo, el castellano es Spanish para el mundo angloparlante, pero el vascuence presiona para que sea conocido en otros idiomas como euskera. En inglés España es Spain, pero en castellano se presiona socialmente para decir Euskadi (que, por otra parte, es un neologismo) en lugar de País Vasco.
  6. No necesita el carácter de lengua "propia", ni siquiera el de "oficial", para medrar.
  7. Se emplea más allá del círculo doméstico o del referido a las tradiciones en el territorio donde tiene vigencia.
  8. Se impone por la facilidad de los intercambios más que por la obligatoriedad.
  9. Destila una serie de obras literarias que se traducen a otras lenguas. Una forma práctica de ese reconocimiento es que algunas obras literarias más representativas lleven al reconocimiento del Premio Nobel para sus autores. Si ese logro no se consigue, al menos se podrá apreciar que las obras más destacadas figuren ampliamente en una enciclopedia de reconocimiento internacional como la Britannica.
  10. No sirve para identificar políticamente a una corriente de hablantes que se consideren nacionalistas.

Como ven, solo uno de ellos es el número de hablantes. Por ejemplo, el llamado chino mandarín es la lengua con mayor número de hablantes y sin embargo es una lengua étnica. El chino no es una lengua de comunicación, como lo es, por ejemplo, el inglés (de modo eminente), el francés, el alemán, el árabe... y el español, entre otros, muy pocos más.

Julián García Camacho me envía un valioso testimonio sobre la batallona cuestión de las lenguas regionales, en este caso referida a Mallorca:

Hace unos días envié una consulta al Defensor del Pueblo, de la cual ya he tenido acuse de recibo y espero tener algo más dentro de un tiempo, cuando la estudien adecuadamente. La cuestión se refiere a que resido en Mallorca desde hace pocos meses. Intento conseguir un empleo y aunque me he pasado los últimos veintidós años trabajando en la administración pública (un Ayuntamiento en la provincia de Ciudad Real), para acceder a cualquier puesto de trabajo público en Mallorca debo tener un "nivel C" de catalán. Y le planteaba al señor Múgica, que valore si tal obligación es constitucional, cuando nuestra carta magna señala claramente que todos los españoles tenemos la obligación de conocer el idioma español, mientras que tenemos el derecho de usar las otras lenguas que existen en diferentes territorios del estado. Si esto es así, todos los españoles, incluidos los mallorquines, conocen el idioma español, por lo cual puedo atenderles en esa lengua, trabaje en el puesto que trabaje de cualquier administración. Que un usuario hable mallorquín (o catalán, como están empeñados los poderes públicos de la isla) y se encuentre con un funcionario que también lo habla y quieren realizar el trámite o gestión en ese idioma... pues me parece estupendo, pero no veo por ninguna parte la necesidad de que aprenda a hablar catalán, prácticamente con el mismo nivel que un indígena (entiéndase el sentido territorial de la palabra) para trabajar con personas que entienden perfectamente mi propia lengua, que es la de todos los españoles. ¿O no lo es? Si me aporta su punto de vista le quedaré muy agradecido.

Mi opinión es muy clara. El castellano o español es la única lengua en la que se pueden entender los españoles. La pretensión de que los españoles, y no digamos los extranjeros, tengan que comunicarse en las otras lenguas españolas es un disparate. Otra cosa es que haya que cultivar todas las lenguas, cada una en su territorio. El ideal es que, a la larga, todos los españoles se puedan entender en español e inglés, además de la tercera lengua privativa en cada una de las respectivas regiones. Pero, de momento, lo único exigible es el conocimiento del castellano por la razón estadística de que es el único idioma que pueden hablar todos los españoles.

Manuel Morillo Caballero lee que uno de mis corresponsales asegura que "en Mallorca el castellano es el idioma que habla el 40% de la población". Don Manuel se pregunta: "¿Qué idioma habla el otro 60%? ¿Cuándo vuelva a Mallorca solo podré comunicarme con el 40% de la población?". Las respuestas son sencillas. En Mallorca casi toda la población española habla castellano, aunque el 60% habla también el mallorquín (la mayoría) o el catalán. Lo curioso es que el idioma dominante en el mundo público es el catalán. No importa el color que tenga el Gobierno de la comunidad autónoma. Hay también una pequeña proporción de extranjeros que difícilmente se entienden en los idiomas españoles. Pierda cuidado, don Manuel. En Mallorca se podrá entender con casi todo el mundo en castellano.

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