La última aparición pública de Pedro Sánchez no solo generó interés por sus declaraciones, tras el escándalo que implicaba al ahora exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, sino también por su aspecto.
Su maquillaje, con marcados sombreados en las mejillas —una técnica similar al contouring—, desató comentarios en redes sociales y en diversos medios de comunicación.
Este tío ha pedido que le pongan unas líneas de maquillaje para parecer mas demacrado y dar pena .. es un psicópata total!! 😂🫣 pic.twitter.com/uYiUZj6w9u
— Alonso Quijano 🇪🇸 🇪🇸 (@Lonspe1) June 12, 2025
Sánchez lanzó a los españoles un mensaje victimista y confesó sentirse profundamente decepcionado con quien era uno de sus hombres de confianza. Pero muchos, dejando de lado su discurso, interpretaron este estilo como una forma de transmitir abatimiento o gravedad de forma muy "forzada".
Más allá de las lecturas estéticas, esta escena volvió a poner el foco en una cuestión ya recurrente: el elevado gasto público destinado a la imagen del presidente.
Una imagen cuidada que paga el Estado
Desde su llegada a La Moncloa, Pedro Sánchez ha apostado por proyectar una imagen impecable en cada aparición pública. Detrás de cada rueda de prensa o acto institucional hay un equipo de profesionales responsables de maquillaje, peluquería y asesoramiento de imagen. Y todo ello, costeado con fondos públicos.
Desde 2020, el Gobierno ha destinado un total de 247.000 euros a servicios de imagen, según se observa en el informe de la Secretaría de Estado de Comunicación de la Presidencia del Gobierno. Esta cifra, que cubre tanto al presidente como a otros altos cargos, incluye contratos adjudicados específicamente para maquillaje y peluquería, tanto en Madrid como en desplazamientos oficiales.
Contratos en aumento
El primer contrato conocido data de 2021, con un importe de 19.500 euros. En 2022 se firmó otro acuerdo más ambicioso: más de 30.000 euros por unas 119 sesiones. En julio de 2024 se adjudicó el contrato más reciente, valorado en 41.810 euros, que contempla 190 intervenciones a lo largo de un año.
El coste medio por sesión oscila entre 206 y 331 euros, dependiendo de si el servicio se presta en Moncloa o en una localización desplazada. Este gasto no se limita a Pedro Sánchez: también abarca a vicepresidentas, ministros y otros cargos que requieren servicios de imagen antes de actos públicos o comparecencias.
Ana Renedo, la maquilladora de cabecera
Detrás de esta partida está un nombre que se repite en los contratos desde 2021: Ana Renedo. Esta profesional del maquillaje acompaña al presidente en sus apariciones institucionales, tanto en la sede del Ejecutivo como en actos en otras ciudades.
Renedo adapta cada sesión a las condiciones técnicas de grabación, luz y cámara, como haría en una producción audiovisual profesional. En 2022, sus tarifas eran de 135 euros por sesión en Madrid y 160 fuera de la capital, según la documentación oficial. Su papel, aunque discreto, es clave en la imagen pública del presidente, dotándolo de una herramienta aún más poderosa que la palabra: la imagen.
Una profesional de pies a cabeza, ya que sabe jugar con las luces y las sombras para darle protagonismo a zonas como la mandíbula, la nariz, la frente y los pómulos, destacándolos con tonalidades oscuras. Es el caso del presidente del Gobierno, que ofreció un aspecto muy demacrado, casi cadavérico, para dar una imagen de preocupación.
Pero ya hay indicios de continuidad. En abril de este año, el Gobierno publicó una nueva licitación por un importe superior: 58.741 euros para cubrir otras 190 sesiones entre julio de 2024 y diciembre de 2025. Por el momento, este nuevo contrato aún no ha sido adjudicado.
Aunque legal y justificado desde el punto de vista del Ejecutivo, este gasto sigue generando críticas. Muchos lo consideran un lujo innecesario y una muestra de desconexión con las prioridades sociales y las respuestas a los casos de corrupción política que azotan diariamente al grupo socialista.