La infanta Elena vuelve a formar parte de la Familia Real. Hace exactamente un año que fue excluida, por primera vez, de la tribuna real durante el desfile militar del Día de la Hispanidad. Se la sentó junto a Alfredo Pérez Rubalcaba y no estuvo presente en el tradicional besamanos. Ella respondió con un "este momento tenía que llegar" y desde la Casa Real se inventó una figura nueva, la del "núcleo central" la Familia Real, formado por los reyes y los príncipes de Asturias.
Sin embargo, en las últimas semanas está volviendo tímidamente a protagonizar actos en solitario: la fiesta de la banderita o la inauguración de un Centro de Educación en Valencia son los más recientes. Ahora queda esperar hasta el 12 de octubre, para ver si es readmitida en el palco, o Elena tiene que seguir pagando por los pecados de su hermana Cristina.
Por cierto que el melón que la infanta Elena llevó a la clínica Quirón, se supone que para agasajar a su padre, era regalado. Efectivamente, tal y como adelantó un lector de Chic, lo compró en un puesto de Miajadas, en Cáceres, en una cochera regentada desde hace 20 años por la misma vendedora. La tendera ha explicado al diario Hoy que ante su cara de incredulidad la infanta le dijo "sí señora, soy yo". También ha contado que lo que realmente quería comprar la hija del Rey eran tomates, y que se llevó 20 kilos. El melón de la infanta y el de su acompañante fue un regalo de la casa.
La exclusiva de la luna de miel de Lourdes Montes ya no va a ser tan exclusiva. El Programa de AR ha hecho públicas una docena de fotografías de la pareja tomadas recientemente en Laos en las que se ve a Lourdes comprando en un mercadillo artesanal mientras Fran la espera fuera mirando su teléfono móvil. Lo más curioso de todo es que, una vez más, al igual que ocurrió en su boda, ha sido un espontáneo el que ha tomado las fotos, y no un paparazzi o un periodista.
El último chascarrillo de Hollywood es que Ronan, el hijo biológico de Mia Farrow, no sería fruto de su matrimonio con Woody Allen, sino de la relación intermitente que mantuvo con Frank Sinatra incluso después de haberse divorciado del artista. La actriz ha concedido una entrevista a Vanity Fair en la que confiesa que el cantante fue el amor de su vida, y que no descarta su paternidad. También puede ser su particular venganza. Como es lógico, Farrow nunca ha superado que Woody Allen la dejase para irse con la hija adoptada por ambos.