Los responsables de Pesadilla en la cocina, La Sexta y la productora Warner Bros ITV, han respondido con contundencia a las amenazas de la veintena de empresarios dispuesto a demandar al espacio que conduce Alberto Chicote.
Capitaneados por Sole y Manoli, dos de las empleadas más beligerantes contra la labor del chef en el espacio televisivo, los responsables de los restaurantes perjudicados por el programa amenazan con demandar tras una reunión a la que también asistieron abogados.
Ahora, la cadena y la productora explican que "lo fácil es echarle la culpa a la televisión, pero millones de españoles han visto el excelente trabajo que hacen Pesadilla en la cocina y Alberto Chicote, y así lo valoran la mayoría de los restaurantes a los que ha ayudado el programa".
La veintena de propietarios –aproximadamente un tercio de los abordados en las varias temporadas del programa– pretenden crear una asociación de afectados, pero obvian, según este comunicado, que desde Pesadilla en la cocina intentan "hacer milagros pero a veces no son posibles".
Y amenazan: "Tanto la cadena como la productora estudian emprender las acciones legales que sean necesarias para restituir el injustificado daño en la imagen de Pesadilla en la cocina que se ha ocasionado".
Manoli y Sole, responsables de la iniciativa, fueron dos de las propietarias más beligerantes ya durante la grabación del programa. La primera es la dueña del Irlanda, un restaurante de El Ferrol que asegura que les obligaron a mentir.
Sole, por su parte, lo es del Café Zamora, que Chicote abandonó sin terminar su labor en uno de los episodios más duros y amargos de la temporada.