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ABBA prepara su vuelta, pero sin sus dos cantantes femeninas

El cuarteto sueco sólo ha reaparecido para un disco.

El cuarteto sueco sólo ha reaparecido para un disco.
Agneta y Frida | Cordon Press

ABBA, el grupo sueco que triunfara en el Festival de Eurovisión de 1974 con la canción "Waterloo", que se separó ocho años más tarde después de una productiva carrera, ha decidido rememorar sus glorias musicales del pasado, primero con un álbum y ya para el año próximo con una gira mundial que están cuidadosamente preparando. Pero si bien el reencuentro de los componentes del cuarteto, tras un largo tiempo sin verse, ha dado como resultado el registro de un disco que pretende ser una antología de su abundante repertorio, en cambio esa gira próxima no contará con las dos beldades rubias. Entonces, ¿qué han resuelto? ¿Sólo será un dúo el que realmente reaparezca? Lo explicamos.

Permítasenos recordar cómo se fundó el grupo a partir de que sus dos integrantes masculinos, Björn y Benny dieron en formar un dúo, con sello discográfico propio incluso, Union Songs. Eso sucedía en 1969. En el verano de ese año Benny conoció a Frida y en octubre, Björn trabó amistad con Agnetha. Las chicas no tenían mucha idea de cantar pero ellos las convencieron para actuar los cuatro con el primitivo nombre de Festfolk. Un desastre. Se sabe que en 1971 los dos muchachos tomaron parte en el Festival de la Costa del Sol, en Málaga. No pasaron del sexto puesto. Para no hacer interminable el relato, tras otras experiencias musicales dieron ya en presentarse al Eurofestival, por segunda vez, con el definitivo nombre de Abba, resultado de unir las cuatro iniciales de sus nombres. El fulgurante triunfo con "Waterloo" los convirtieron en el grupo de moda en toda Europa. Y mientras permanecieron juntos lograron números 1 inapelables, en particular "Chiquitita", que sonaba a todas horas aquí en la pegadiza versión que hicieron en nuestro idioma.

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A todo esto el cuarteto no sólo era el resultado de combinar sus voces, ya con las dos chicas más preparadas: es que eran dos parejas sentimentales en la vida real. A todas horas estaban juntos, en el escenario, y en la intimidad. Naturalmente, entiéndase que en esta última circunstancia, digamos que cada oveja… iba con su pareja. Björn y Agnetha se casaron en el verano de 1971, en un pueblo del sur de Suecia. Benny y Frida vivían juntos, pero sin casarse. Ella había fracasado en su anterior matrimonio, del que nacieron dos hijos. Su convivencia con Benny fue a partir de 1969, a poco de conocerse. Ninguno de los dos hizo gesto alguno para pasar por la vicaría y el juzgado, lo que no les impidió ser felices. La verdad es que los cuatro resultaban simpáticos en el escenario, sus canciones eran optimistas, vestían a veces un tanto horteras para según ellos llamar más la atención con ropas de lentejuelas. Y desde luego, sin ellos ser muy guapos, "caían bien" entre su clientela femenina. Los varones, me parece les ganábamos en admiración hacia ellas, espectaculares rubias, bellas, muy atractivas. Hasta que la dicha que atravesaban se torció. Podían haber continuado muchas temporadas más con sus discos y sus actuaciones, pero las divergencias que tarde o temprano surgen en muchas parejas dieron al traste con el cuarteto. Agneta y Björn terminaron por cansarse el uno del otro y ni siquiera la niña que tuvieron, Elin Linda, les hizo recapacitar a la hora de decirse adiós. No obstante su divorcio tuvieron que seguir viéndose las caras en el escenario para cumplir unos contratos. En 1980 fueron imitados por Frida y Benny, lo que aceleró aún más el final de Abba, que se produjo, como decíamos al principio en 1982.

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ABBA al completo | Cordon Press

Sentimentalmente cada uno de ellos encontró de nuevo el amor, aunque no con la misma estabilidad. El caso más llamativo fue el de Agnetha, que protagonizó llamativos idilios: con el cantante de Boney M, Liz Mitchel; con un psiquiatra, luego con un policía, un jugador de jockey, un diseñador de moda… Frida fue más conservadora y se emparejó con un empresario. En cuanto a ellos, Björn conoció a la secretaria de una agencia de publicidad con quien terminó casándose en 981, y Benny hizo otro tanto con una locutora de televisión.

Artísticamente, ellas grabaron discos por separado, como solistas, y los varones quedaron huérfanos de éxito aunque en el futuro continuaron trabajando juntos. Pero tenían negocios los cuatro, con una productora discográfica propia llamada Polaris. Así es que aunque no comparecieran en público sus grabaciones seguían en el mercado. Más adelante el nombre de Abba surgió con el estreno de la comedia musical Mamma mía, cuya melodía central volvería siendo otro "hit" en medio mundo. Los derechos de autores a Benny y a Björn los convirtió en multimillonarios, pues la obra se representó en muchos países, hasta ser asimismo una película de similar éxito. Más de quinientos millones de euros fueron los beneficios. Una saga que semanas atrás se ha visto completada con Mamma Mía! Una y otra vez, que acapara las carteleras cinematográficas. Todo esto evidencia que Abba continúa siendo un gran negocio, con las generaciones de ayer y con las nuevas, que descubren asimismo sus optimistas canciones.

Lo expuesto llevó a Björn y a Benny a intentar reconciliarse, sólo artísticamente se entiende, con sus ex parejas, sin importarles que ellos cuentan, respectivamente, con setenta y tres y setenta y un años de edad. Lo curioso es que ninguno de los cuatro son amigos entre sí, ni siquiera los varones. Para los cuáles una cosa es ser socios y otras continuar cultivando una amistad, que no es el caso. El resultado de su gestión fue que convencieron a las chicas para grabar algunas canciones, disco con el que Abba renace de sus cenizas. Pero al proponerles reaparecer los cuatro en el escenario dijeron que nones. La gira mundial de Abba no va a dejar de serlo a pesar de esas negativas. Sólo que por arte de las nuevas tecnologías, unas grandes pantallas permitirán, a los espectadores que el año que viene asistan al espectáculo de estos suecos, contemplar tantos a Björn y a Benny junto a Frida y Agnetha, a escuchar sus voces. Amparados en los que ahora se llama "realidad virtual", sirviéndose de holografías, sonido e imágenes digitales y todo ese tinglado que los últimos experimentos siguen sorprendiéndonos, sobre todo los más legos en tales materias e inventos. Björn y Benny, ni que decir tiene, estarán al frente del evento.

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Agneta en la actualidad | Cordon Press

La más renuente e indecisa para intervenir en él aunque sea autorizando que aparezca sólo en imagen, con las nuevas canciones grabadas también por ella desde luego, ha sido Agnetha Faltskog. En su favor hay que contarles que sus últimos años han constituido un drama para ella. Primero por el suicidio de su madre, que la dejó marcada para los restos. Después, su enemistad "a muerte" con Frida Lyngstad, su compañera del grupo. Para añadir más contratiempos a su vida hay un capítulo del que no se ha repuesto aún. Un acosador llamado Gert van der Graaf, que se enamoró de Agnetha desde su infancia, no paró hasta incluso vivir algún tiempo con ella, tras conseguir un piso aledaño al de ella. Pero tratándose de un desequilibrado se entiende que Agnetha lo echara de casa, pero el mal ya estaba hecho y su mente, también algo perturbada. Vive en una apartada granja y no concede entrevistas, sumida en una permanente soledad y la melancolía como única compañera.

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