"Silencio absoluto", esa es la orden impuesta por Albert Rivera y Malú a su entorno. Eso es lo asegura este sábado el digital Look que publica que la escapada romántica de la pareja a Portugal ha hecho saltar por los aires su intención de mantener un perfil bajo hasta después de las elección municipales y autonómicas. El digital publica en exclusiva los motivos que han llevado al líder de Ciudadanos a querer proteger a su nueva pareja.
Al parecer, el político teme interferir y perjudicar la carrera musical de la artista. Malú es contratada por un gran número de ayuntamientos de ciudades y pueblos de España y Rivera teme que pueda afectarle el ser la pareja de un político. "Ser la novia de un político no es fácil. Dedicarse a la causa pública levanta siempre amores y odios a partes iguales y si la pareja se dedica, encima, a otra actividad pública, esta podría verse salpicada por las inquinas personales que tienen los demás al político de turno", escriben.
"Albert tiene el miedo en el cuerpo. En España todo lo pueden utilizar en su contra. Él no quiere, bajo ningún concepto, que hagan daño a los suyos por su culpa. Si a sus padres le pintan la tienda en Barcelona, imagínate que pueden hacerle a su pareja. ¿Alguien se imagina a según qué ayuntamientos contratando a la novia de Rivera? Es el país que tenemos. Cuanto menos se expongan, mejor", confiesan a Look fuentes cercanas.
El mismo testimonio se atreve a ponerle fecha: "Estoy convencido de que esta situación, este juego del escondite, no puede durar mucho más. Una vez pasen las elecciones del 26 de mayo, cuando esté todo más tranquilo, lo normalizarán. Mi apuesta es que se dejarán ver antes de verano".