Victoria y Cristina Iglesias, las hijas del cantante Julio Iglesias y la modelo holandesa Miranda Rijnsburger, se están relajando en Ibiza. Las jóvenes mellizas, que acaban de cumplir 18 años, han cambiado el destino y además de pasar parte de sus vacaciones estivales en Málaga han decidido viajar a las pitiusas.
Fue el pasado mes de mayo cuando cumplieron la mayoría de edad y lo hicieron por todo lo grande, con un posado en su revista de cabecera donde desplegaron todo su encanto. Un posado muy esperado, como bien sabe hacer Julio Iglesias y la que fuera su esposa Isabel Preysler, capaces de dar glamour a este tipo de eventos familiares.
Desde que son mayores de edad han aparecido en varios actos sociales en los que han derrochado elegancia juvenil. Las dos disfrutan de su tiempo de ocio juntas, y es que las hermanas se llevan fenomenal y comparten aficiones como montar a caballo o el tenis, a las que hemos podido ver practicar durante estos años en los que pasaban temporadas en la casa que tiene Julio Iglesias en Ojén.
Aunque Miranda siempre ha sido muy discreta y preservaba la intimidad de sus hijos, ahora podemos ver con soltura a sus hijas como sucede con otros jóvenes de su edad como Victoria Federica, Tana Rivera o Alba, la hija de Vicky Martín Berrocal y Manuel Díaz. El Cordobés. En esta ocasión, Cristina y Victoria Iglesias visitaron un conocido chiringuito de la isla muy de moda en Es Cavallet junto a Carolina Arango y su novio Ignacio Aiza, y Victoria von Faber-Castell, heredera del imperio de los lápices de Faber-Castell, que como Victoria y Cristina, también tiene una hermana melliza, Sarah.
Victoria lucía un vestido vaporoso palabra de honor con volante en el pecho en blanco y motivos en negros que era más largo por detrás y bolso blanco. Cristina, por su parte, un vestido corto de tirantes color camel con bikini blanco y negro, y bolso de Chanel a juego con sus sandalias de la misma firma.
Cristina y Victoria terminaron el día celebrando el cumpleaños de su amiga Victoria con una fantástica cena, tras un día playero del que disfrutaron a lo grande.