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La muerte de José Sámano, ex de Mónica Randall, deja hundida a Mercedes Milá

El productor José Sámano mantuvo una vida amorosa de lo más activa. Mercedes Milá, destrozada, fue su gran amor.

El productor José Sámano mantuvo una vida amorosa de lo más activa. Mercedes Milá, destrozada, fue su gran amor.
Sámano y Milá | Gtres

La desaparición del productor de cine y teatro José Sámano supone una gran pérdida en el mundo del espectáculo. Era un "encantador de serpientes", capaz por un lado de convencer a Miguel Delibes de que algunas de sus novelas eran factibles de llevarlas a la pantalla, como de conquistar a bellas mujeres, casos de Mónica Randall y Mercedes Milá. Esta última se hallaba muy afectada cuando acudió al tanatorio para dar el último adiós a quien fue su compañero sentimental durante veinte años. Pepe, como era llamado entrañablemente cuantos lo conocimos y apreciamos su buen carácter, sencillez, elegancia, sensibilidad y simpatía, había nacido en Santander en 1943. Sámano era su apellido y el de un pueblo de la región cántabra.

Si de jovencito ya filmaba cortometrajes, residiendo en Madrid, a partir de convertirse en propietario de Sabre Films, produjo en 1976 Retrato de familia, que se basaba en una novela de Miguel Delibes. Por entonces, Sámano mantenía un encendido noviazgo con la actriz catalana Mónica Randall, a quien eligió como protagonista, junto a un jovencito Miguel Bosé, con quien se metió en la cama para una secuencia de alto voltaje erótico. Era una de las primeras veces que Mónica accedía a una escena de tal sentido, donde por supuesto hubo de mostrar buena parte de su anatomía. Se rodó sólo con la imprescindible presencia en el estudio, del operador y del productor. José Sámano, que ostentaba ese papel, pasó unos momentos de tensión, aunque no tantos como la Randall. Pero digamos que estaba justificado ese destape. Retrato de familia resultó un éxito de taquilla. Lo que enfadó a Mónica Randall y al propio Sámano es que una ayudante del equipo de producción vendiera unos descartes fotográficos a Interviú, sin permiso, con las imágenes del despelote de la actriz.

Pepe y Mónica estuvieron muy enamorados durante los cuatro años que duró su convivencia, mediada la década de los 70. Y ella sufrió mucho cuando el productor la dejó. Por otra. Que era una periodista barcelonesa, de rango aristocrático, especializada en deportes del motor. José Sámano la convirtió en un mito de la "tele". Nos estamos refiriendo a Mercedes Milá, para quien produjo varios programas de éxito: Buenas noches, Queremos saber, De jueves a jueves... Al tiempo que se consolidaba su unión sentimental, sin pasar desde luego por la vicaría, Mercedes Milá iba convirtiéndose en una de las entrevistadoras más audaces de la pequeña pantalla: en el recuerdo de muchos televidentes quedan sus encuentros periodísticos con Camilo José Cela (a punto de bajarse los pantalones para demostrar sus dotes absorbiendo agua por el ano) y con Francisco Umbral, la noche en la que visiblemente molesto porque ella no se interesaba por promocionar su última obra publicada no vaciló en decirle: "Yo he venido aquí para hablar de mi libro...", frase que ha quedado para la posteridad. Sin "dar la cara", en la cabina de mando, estaba José Sámano, pendiente del guión escrito para Mercedes Milá. Dos décadas duraron aquellos amores. Que un día se rompieron sin que ambos comentaran públicamente las razones. Quedaron amigos, aunque pasado el tiempo apenas tenían ya contacto. Sólo hace pocas semanas Mercedes se interesó por el estado de salud de su antiguo amante y productor. Lo encontró decaído, pero no tanto como para sospechar su inmediato adiós.

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Milá, en el tanatorio | Gtres

Fue el gran amor de la excelente comunicadora, cuyo dolor quedó patente, como decíamos, en el tanatorio donde velaban los restos de José Sámano un grupo de incondicionales amigos. Se da la circunstancia de que apenas hace un par de meses perdió también a su madre, la condesa de Montseny. Cuando Sámano y ella se dejaron, Mercedes encontró la complicidad sentimental de un catalán, bastante más joven, dueño de un par de tiendas de ropa, Carlos Castillo, que tras cuatro años de vida en común se despidió de la periodista sin argumentar su ruptura. Simplemente la dejaba, se había cansado de ella. Y la Milá entró en un periodo depresivo que le duró bastante tiempo, hasta centrarse de nuevo en sus programas televisivos, como Gran Hermano, donde permaneció quince años ganando una millonada.

José Sámano fue productor de películas nada fáciles de llevar a la pantalla, como Operación Ogro, de Gillo Pontecorbo, filmada en 1979, que reconstruía el asesinato del Presidente Carrero Blanco. También lo fue de Sesión de noche, docudrama realizado por Josefina Molina donde, apenas sin un estricto guión, un matrimonio de actores, hay separados, se echaban en cara mutuamente las razones de su fracaso, encerrados en un camerino, durante hora y media. Lola Herrera y Daniel Dicenta fuerion sus protagonistas, y ella también del monólogo Cinco horas con Mario, que a lo largo de treinta y ocho años ha paseado por un montón de escenarios de toda España. Esa admiración de Sámano por la obra novelística de Miguel Delibes se ha cerrado en los últimos meses con otra adaptación suya de Señora de rojo sobre fondo gris, última novela en la que sin citarla con su verdadero nombre recordaba la pérdida dolorosa de su mujer, representada todavía por José Sacristán, que asimismo con anterioridad hizo lo propio con otro relato del autor vallisoletano, "La guerra de nuestros antepasados". Por mucho romanticismo y entusiasmo en el mundo de la escena española ya quedan pocos personajes de la talla de quien fue un día nuestro buen amigo Pepe Sámano. Un seductor en el buen sentido, que sólo estuvo casado una vez, con Marisol García- Bango.

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José Sámano | Gtres

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