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La okupa de Susana Ramos vuelve a la carga recriminando el mal estado de la vivienda

Susana Ramos encontró a la misma okupa rondando la casa de nuevo. Y volvió a hacerlo cuando la entrevistaban para contarlo.

Susana Ramos encontró a la misma okupa rondando la casa de nuevo. Y volvió a hacerlo cuando la entrevistaban para contarlo.
La okupa y Susana Ramos | Telecinco

La ocupación de la vivienda de Susana Ramos, acabó bien para la periodista de Informativos Telecinco, con la Policía abriendo la vivienda antes del plazo de 48 horas y desalojando a la okupa, que opuso en todo momento resistencia.

No obstante, la mujer siguió rondando la vivienda, que ahora mismo está en obras y tapiada con ladrillos, e increpando a la periodista, que de momento vive en otra vivienda junto a su marido y su hijo. "Iba paseando con mi marido y mi bebé cuando nos encontramos a las okupas, a la mujer que las representa", contó a El Programa del Verano.

El nerviosismo cundió en la pareja, preocupada porque se repitiera otra vez el proceso. Susana Ramos dijo que "estaban merodeando" la casa, dispuestos a ocuparla de nuevo. Cuando se percataron que la propia Ramos estaba presente, fingieron: "Me dijeron que venían a pedir perdón porque creían que la casa era del banco". Ramos rogó a los okupas que no entraran la vivienda, a lo que contestaron con un "no te preocupes, aquí no".

He aquí que mientras la periodista relataba lo sucedido a El Programa del Verano, la okupa apareció de nuevo y recriminó a todos -incluyendo a Ramos, visiblemente nerviosa- su conducta, asegurando que fue a pedir perdón "de corazón".

Y así justificó la ocupación de la casa comprada por la periodista y su marido: "Vine casi llorando, me metí aquí porque no tenía nada más que meterme y perdí dinero... no tenía donde caerme muerta en este barrio con el coronavirus". "No mientas más", dijo a Ramos.

La okupa llegó a recriminar a Ramos el mal estado de la vivienda, ahora mismo en obras: "Había un panel de abejas en el baño, no he traído a mi hija por eso…". Una hija a la que nadie vio nunca, solo a un perro al que, según ella, la Policía amenazó con "pegar un tiro".

La okupa también aseguró sin asomo de sonrojo y antes de irse que ahora mismo no vive en la calle sino que sí tiene una casa en la que estar en el mismo barrio... y que su hija, en realidad, nunca estuvo en la casa de Ramos. "Ahora que sé que vive cerca no me puedo quedar tranquila"; reconoció una nerviosa Ramos a El Programa del Verano.

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