Anabel Pantoja abandonó el reality de pago de Mediaset Sola después de ocho días de auténtico infierno personal. Tras su precipitada salida, la sobrina de Isabel Pantoja reconoció en Sábado Deluxe su adicción a los somníferos, una situación que hizo complicada su estancia en el programa y que tiene muy preocupado a su entorno.
"Me he dado cuenta de la dependencia que tengo, tomo diariamente más del doble de lo que me aconseja mi doctor. Empezando por mi madre, pasando por mi familia y terminando por mi pareja, están hartos y quieren que busque una solución. Están a mi lado y lo pasan mal al verme así, a veces me oculto para tomar las pastillas y que no me vean", aseguró la colaboradora de Sálvame para sorpresa de sus compañeros.
Anabel hizo hincapié en que no quiere frivolizar con el tema y que se confesó para ayudar a la audiencia con su testimonio. "Llega la noche y tengo que recurrir a las pastillas para dormir porque no concilio el sueño de ninguna manera. Nunca he ido a un profesional, aunque mi entorno lo sabe". Todo empezó años atrás, cuando tenía unos veinte años (ahora tiene treinta y cuatro). Se independizó, cambió de vida al empezar a acudir a platós para defender a su primo Kiko, dormir en hoteles, coger aviones... Un drástico cambio de vida que no la dejaba descansar.
"Empecé con un valium, un relajante muscular, me dicen que me lo tome para dormir bien y yo accedo". Pero llegó un momento en el que el valium dejó de hacer efecto. La vida continúa, permanecen los desajustes de horarios y tiene que recurrir a otras sustancias. Llegan así los medicamentos, a los que accedía sin receta: "Me los dejaba una amiga". Anabel confesó que le gustaría ser madre, pero que antes debe quitarse este hábito, porque no puede estar así.