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El calvario que sufre Beatriz Montañez tras desvelar su vida de retiro

La presentadora de televisión vive retirada en una cabaña en el campo desde hace años.

La presentadora de televisión vive retirada en una cabaña en el campo desde hace años.
Beatriz Montañez | Gtres

Beatriz Montañez reapareció el pasado mes de marzo para promocionar su nuevo libro tras varios años de ausencia en televisión. La que fuera copresentadora de El Intermedio de La Sexta se retiró a una cabaña en el campo alejada de la civilización: "La soledad es, ha sido y será la mejor amiga que he tenido nunca. Necesitaba silencio, necesitaba saber cuál era el camino", confesó entonces. Pero desvelar su secreto mejor guardado le ha valido un auténtico disgusto y aquella ansiada paz ha desaparecido.

"He tenido intrusos, no los llamo fans, los llamo intrusos. Ha tenido que intervenir la Guardia Civil porque se han dedicado a revolotear por mi casa, a dejarme notas, a observarme con prismáticos... Me siento enclaustrada en mi propia libertad", dijo indignada en el programa A vivir de la Ser. En su nueva vida decidió vivir en paz, sola y con apenas 150 euros al mes, algo que llamó la atención de demasiados curiosos que han dado con su paradero.

"Ha sido muy frustrante sentirme vigilada en mi propia casa y, por primera vez en cinco años, donde no he sentido miedo de la naturaleza, sí lo he sentido con las personas que me observaban y me vigilaban y se convertían en intrusos dentro de mi propio hogar. Así que, por favor, pido a aquellos que tengan la intención de venir, que no lo hagan. Que respeten mi decisión", insistió.

Nueva vida

La periodista y escritora contó que su nueva rutina de vida consiste en despertarse cada día a las 7:30, meditar durante una hora y media, desayunar e informarse de la actualidad. "La rutina, cuando vives solo, tiene que ser muy militar porque si no puedes caer en la pereza y en la desidia", explicó.

Al vivir sola y sin contacto con los demás, reconoció que no se ducha: "Total, como no voy a estar con nadie". Su récord sin pasar por la ducha es de 27 días: "Es buenísimo para la piel y para el pelo. Tanta agua y el detergente acaba por deteriorar las capas grasientas que protegen la piel". El resto del tiempo lo dedica a arreglar la cabaña en la que vive, cortar leña, poner la chimenea y comer dieta vegana.

Además de llamar la atención de curiosos, su nuevo estilo de vida también le ha valido algunas críticas. "Los ecos que me han llegado es que estoy loca, que seguramente esté enferma mental, que tenga una seria depresión", comentó, pero insistió en que se encuentra segura de la decisión que tomó y ahora pide a todos que respeten su cambio vital.

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