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La mala suerte que ha perseguido a Uma Thurman, y la violación que cambió su vida

Uma Thurman fue violada a los 16 años, tal y como ella misma desveló. Su vida no ha estado libre de varapalos del destino.

Uma Thurman fue violada a los 16 años, tal y como ella misma desveló. Su vida no ha estado libre de varapalos del destino.
Uma Thurman. | Gtres

La vida de la actriz Uma Thurman daría para una serie de desgracias si alguien se decidiera a llevarla a la televisión, cuyos capítulos estarían centrados en la atracción que ha suscitado siempre entre los hombres y los acosos sexuales de que ha sido objeto desde que a los dieciséis años fue violada por un actor veinte años mayor que ella, cuya identidad nunca quiso revelar. Después ha tenido más desagradables encuentros de los que contamos algunos.

Uma Karuna Thurman desciende de alemanes, suecos y daneses. Una belleza sensacional, rubia, rostro anguloso, boca sensual, cuerpo curvilíneo y elevada estatura. Llamaba ya la atención siendo adolescente, después de una niñez vivida en la India porque su padre, profesor budista, cambiaba a menudo de residencia familiar. Uma, que nació en Boston, tiene en la memoria recuerdos inolvidables de cuando el Dalai Lama visitaba a sus padres y, en consecuencia, ella lo trató aún a sus pocos años. Siempre ha mantenido su religión budista.

Podría haber seguido estudios superiores en los Estados Unidos pero los arrinconó para dedicarse primero a ser modelo y actriz a partir de 1998. Su filmografía es notable en número pero de pobre calidad. Aunque algunos títulos salvan su carrera y justifican la popularidad que disfruta: Relaciones peligrosas, Robin Hood el Magnífico, Los vengadores, Los productores y, sobre todo Pulp Fiction, que la convirtió en una estrella importante al lado de John Travolta. Que es donde comenzó su relación con el director Quentin Tarantino, acrecentada la amistad luego con la secuela de Kill Bill.

Tenía solo veinte años cuando en 1990, estando trabajando en Londres coincidió con el actor británico Gary Oldman, quien se convirtió en su primer marido, aunque la unión duró apenas dos años, divorciándose en 1992. Entre la inexperiencia de ella y los viajes de ambos se estableció un vacío que no lograron superar. Uma regresó a los Estados Unidos y pasó a ser contratada por Miramax, la potente productora de un caballero llamado Harvey Weinstein, del que sólo se sabía que reclutaba a las más bellas actrices del momento. Sus razones tenía como con el tiempo se supo en todo el mundo.

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Con Tarantino | Archivo

Uma Thurman, como otras colegas, "pasaron por el aro" y fueron víctimas del depravado Weinstein, quien en su despacho o en cualquier lugar que le fuera propicio "les metía mano" sin disimulo alguno. Pero no lo denunciaron entonces hasta bien entrado el siglo XXI. Cuando surgió el movimiento feminista "Me Too", Uma Thurman se decidió a contar su experiencia con el gordinflón Weinstein. Se dirigió al New York Times y fue soltando perlas al redactor que le fue tomando sus acusaciones. Las condensamos: en 1994, recién estrenada Pulp Fiction, cuando Uma Thurman gozaba de su mayor notoriedad, Weinstein se lanzó sobre ella para llevarla al mullido sofá de su despacho, sin conseguir su propósito. En París, la invitó a una sauna donde tampoco logró "encalomarse" con ella, que diría El Fary de estar vivo. Sin arredrarse lo más mínimo, el obsexo del sexo, valga el ripio, insistió en el hotel Savoy, donde se precipitó hacia Uma y ella logró esquivarlo, sabiendo cómo se las gastaba el gachó.

Ahora bien, según refería en el New York Times, al final de aquellos encuentros casi de lucha libre ella salió indemne sin que tuviera siquiera que someterse a él. O sea: no hubo agresión, sobándola hasta donde le fue posible e intentos procaces con su estrella. Y si quieren saber qué ha sido de Harvey Weinstein sepan que cumple condena de veintitrés años por sus delitos sexuales y se rehabilita, o al menos lo intenta, en un centro de Arizona especializado en terapia de adicción al sexo.

Y llegamos al año 1998 cuando Uma Thurman tropezó en la misma piedra del fracaso, al casarse y separarse otra vez; salvo que esta segunda unión duró más tiempo, desde 1998 hasta 2005. Su marido fue también esta vez actor, Ethan Hawke, con quien tuvo una parejita, la niña Maya y el niño Levon Roan. No estaba al principio la actriz convencida de este matrimonio mas al estar embarazada de siete meses le pareció más prudente celebrar el enlace. ¿Qué les pasó para decirse adiós? Pues lo de siempre: cuernos de por medio. Esta vez no sólo se los puso Etha, sino que Uma contraatacó respondiéndole de igual manera. Aunque públicamente dijeron que solamente se divorciaban por divergencias hogareñas. Sí, sí… Él se lió con una modelo canadiense, Jen Perzow y ella cayó rendida en los brazos de Quentin Tarantino, muy celebrado director y también uno de los tíos más feos de la Meca del cine. De haber triunfado como actor hubiera hecho carrera al lado de Boris Karloff.

Cuando Uma Thurman dejó a Ethan Hawke resulta que llevaba ya un año enrollada con el hotelero Andrée Balasz, idilio que duró un par de años. Sucedió en 2004, al inicio de ese romance, cuando un tipo desequilibrado comenzó a acosar a Uma por los procedimientos habituales en esos casos: anónimos, llamadas telefónicas, persecución obsesiva… Por supuesto que la actriz lo puso en conocimiento de la policía. En 2007 detuvieron al autor, que fue condenado a tres años de libertad condicional, pero en 2010 volvió a las andadas y al final pasó once meses en la cárcel lo que tranquilizó ya finalmente a nuestra protagonista.

Su rollo con Tarantino tuvo un incidente que pudo acabar mal para Uma. Estaba rodando a sus órdenes una secuencia de Kill Bill 2 en un peligroso sendero tropical. Y a Quentin no se le ocurrió otra cosa que obligarla a conducir un coche deportivo antiguo en vez de proponérselo a un "doble" de acción. La escena acabó con la actriz milagrosamente ilesa tras chocar con unas palmeras. Con lo contado hasta ahora el lector, o lectora, o lectore, coincidirá con nosotros en que Uma Thurman no ganaba para sustos y desgracias. Y ahí no acaba la historia.

En 2011 conoció al financiero Arpad Busson que se enamoró de Uma. Tuvieron una hija, Luna. Hubo momentos en los que la pareja albergaba la ilusión de casarse. Pero fueron dando largas hasta que en 2014 se separaron. Lo peor fue que el ricachón la emprendió judicialmente contra la actriz en demanda de la custodia de la niña, lo que no consiguió. Menos mal que Uma se salió con la suya.

En los últimos tiempos Uma Thurman trabaja más en series televisivas y, si ha tenido otras relaciones sentimentales, no han sido conocidas. Confiemos que su vida en adelante no sea tan conflictiva como en el pasado.

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