
Un año más doña Sofía acudió a la Basílica del Cristo de Medinaceli en Madrid, una tradición que la Casa Real, mantiene desde hace varios siglos. Este hecho se celebra el primer viernes de Marzo, al que acuden devotos no solo de Madrid, sino de cualquier punto de España.

La llegada de la Reina Emérita provocó la sorpresa de las personas que estaban haciendo cola, esperando su turno para acceder al templo y poder besar el pie izquierdo de la imagen de Medinaceli. A las 13 horas fue cuando hizo su aparición, y paró de saludar, agradeciendo las muestras de cariño de los allí presentes.

De luto por el fallecimiento de su hermano el rey Constantino de Grecia, pantalón negro, blusa blanca, y abrigo oscuro con una sencilla raya blanca, atuendo propio por las bajas temperaturas. Tanto su llegada como a las salida, agradeció en todo momento las muestras de cariño que le demostraron.
