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La íntima amistad de Ramón Tamames con Ava Gardner y su serio accidente de alpinismo

Ramón Tamames, elegido para la moción de censura a Vox, está casado con Carmen Prieto-Castro.

Ramón Tamames, elegido para la moción de censura a Vox, está casado con Carmen Prieto-Castro.
Tamames y su mujer | RTVE

El pasado 3 de enero se anunciaba que Ramón Tamames, el prestigioso economista en la frontera de convertirse en nonagenario, estaba dispuesto a pronunciar un discurso en el Congreso, como moción de censura al Gobierno de Pedro Sánchez, representando a Vox. Desde el anuncio del partido de Abascal, el nombre del acreditado intelectual, autor de "Estructura económica de España", no ha dejado de estar presente en la actualidad política. De vida familiar equilibrada, casado con Carmen Prieto-Castro desde 1960, padres de tres hijos, que los convirtieron hace tiempo en felices abuelos. Con un episodio amargo que nubló su niñez y adolescencia y no pudo borrar jamás de su mente: el suicidio de su madre cuando él contaba sólo siete años.

Fue el 1 de noviembre de 1933 cuando Ramón Tamames Gómez vino al mundo en el seno de una acomodada familia. Su progenitor, Manuel Tamames, cirujano de gran prestigio. Es el tercero de cinco hermanos. La Guerra Civil la vivieron los Tamames en un Madrid, y en la memoria del futuro economista quedó plasmado el triste devenir de aquellos días donde reinaba la monotonía en la cocina, racionamiento de lentejas o sopa de ajo. Pero si aquel negro periodo de nuestra Historia marcó su niñez, penoso fue despedir a su madre muerta ya al final de aquella contienda bélica. Carmen Gómez eligió irse de este mundo, abrumada por la obsesión de no ser querida por su marido, celosa creyéndolo infiel, sintiendo que ya no era parte de la vida del doctor Manuel Tamames, su marido, que había vuelto de las trincheras. Eran tiempos donde el concepto de la vida matrimonial era bien diferente al actual, reflexionaba Ramón, el hijo huérfano. La difunta dejó una carta que éste halló mucho tiempo después, donde su progenitora hacía saber que si le ocurría algo irreparable "el culpable eres tú", apuntando a su esposo.

En adelante, tras el dolorosísimo suceso, Ramón y sus hermanos quedaron bajo el cuidado y educación de su padre, quienes entre otras exigencias, les instó a que estudiaran idiomas. Y aquél aprendió inglés, francés, italiano, portugués y algo de alemán con el transcurso de los años. Acerca de su futuro, pensó ser piloto de aviación, o ingeniero, aunque pesó más la profesión paterna, matriculándose en la Facultad de Medicina, pero pronto cambió de idea, pasando a las aulas universitarias de Derecho y, en el cuarto curso, alternó con las clases de Ciencias Económicas. En plena juventud ya destacaba como un estudiante de provecho, de contrastada dedicación e inteligencia clara. La Economía iba a ser el eje de su vida, alcanzando brillantes puestos, que presiden su biografía, plena de reconocimientos.

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Tamames y Santiago Abascal | Archivo

El doctor Manuel Tamames era amigo del matador de toros Luis Miguel Dominguín. La tarde en la que éste alternaba en Linares el 28 de agosto de 1947 con Manuel Rodríguez "Manolete", ya es historia por la herida mortal del diestro cordobés que le infirió el toro "Islero", de la ganadería de Miura. Por petición de Luís Miguel, el doctor Tamames salió desde Madrid con urgencia en coche hasta la ciudad jienense, mas cuando llegó, "Manolete" agonizaba, en su opinión por la impericia de quien suministró al torero un plasma, que luego se descubriría contribuyó a su dramático adiós. El caso es que, desde aquella fecha luctuosa en el mundo taurino, Luis Miguel Dominguin pidió al doctor Tamames que lo acompañara con su instrumental quirúrgico a las plazas importantes en las que hiciera el paseíllo. Esta aparente digresión nuestra se justifica así: el que ahora se conoce como "el padre de Miguel Bosé", fue muy amigo de Ramón Tamames. Y quien hizo posible que éste y dos de sus hermanos mayores conocieran una noche a la deslumbrante Ava Gardner, su amante, hacia mediados los años 50. Cenaron en el restaurante Baviera, de la madrileña calle de Alcalá, entonces de moda. Y remataron la noche en el "tablao" flamenco "Villa Rosa", de la plaza de Santa Ana. Ramón Tamames departió en inglés con la estrella norteamericana. Se vieron algunas veces, sin que esto presuponga que hubiera entre ellos amistad de carácter sentimental. Luis Miguel no lo hubiera consentido. Pero Ramón ha presumido siempre de haberla tratado.

El torero madrileño ayudó a Ramón Tamames decisivamente cuando opositaba a la abogacía del Estado y precisaba de un documento que probara su adhesión al Movimiento Nacional, que el nuevo Estado creó a partir de la victoria franquista. Ramón había ingresado en las filas del PCE en 1956 por intercesión de Jorge Semprún. La fama de Dominguín, que departía a menudo con Franco en algunas cacerías, hizo posible que esa secreta pertenencia al partido comunista, no le impidiera a Ramón continuar con sus pretensiones profesionales.

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Ava Gardner y Luis Miguel Dominguín | Archivo

No obstante, sus inclinaciones ideológicas le supusieron a Ramón Tamames ingresar en dos ocasiones en la cárcel: la primera en 1956, cuando tras pasar por la Dirección General de Seguridad en la Puerta del Sol (hoy sede de la Comunidad Madrileña) sus huesos fueron a dar a una celda en la cárcel de Carabanchel, donde coincidiría con otros disidentes del Régimen, entre ellos Juan Antonio Bardem, Enrique Múgica, Miguel Sánchez-Mazas, José María Ruiz Gallardón, Dionisio Ridruejo… Su delito: haber organizado un Congreso de Estudiantes, significándose en su oposición abierta al Gobieno franquista. La segunda ocasión que pisó una cárcel resultó ser por formar parte de la llamada Platajunta, cerca ya de los albores del final del franquismo y la muerte del Dictador. El recorrido ideológico-político de Ramón Tamames está lleno de algunos interrogantes, pues se dudaba incluso entre algunos de sus correligionarios que fuera en verdad acérrimo comunista: el retrucaba que se había leído El Capital a edad temprana, antes que muchos de ellos. Dejó de pertenecer al PCE en 1981, tras haber sido los dos años antes concejal y teniente de alcalde del Ayuntamientoi de Madrid, fundando una extraña Federación Progresista, que mantuvo desde 1984 durante cuatro años. Volvió donde solía, si así pudiera entenderse, ingresando en Izquierda Unida en 1986, donde estuvo una temporada. Bien claro le había dicho a Santiago Carrillo: "¿Quién quiere ahora una dictadura del proletariado?" Lo sorprendente fue el giro posterior de Ramón Tamames al afiliarse al CDS, el partido de Adolfo Suárez tras dejar la Presidencia de Gobierno y el liderazgo de UCD, en 1989. Desde entonces sus actividades políticas fueron difuminándose, aunque él no estuvo nunca ajeno a los acontecimientos de la llamada "res pública".

Haciendo una especie de resumen de su vida como militante y hombre de pensamiento y acción, decía que su lema fue siempre pasárselo bien, incluso en la cárcel, donde intensificó su lectura, la voracidad constante en él por aprender más y más. Le hubiera gustado ser Alcalde de Madrid. Confesaba haber recibido ofertas como ministrable, que siempre rechazó "hasta que en España hubiera una verdadera Democracia". Lo que le echó en cara un día en Londres a Manuel Fraga cuando éste era embajador en Gran Bretaña. Fue quien "lo metió en la cárcel" una vez. "Tenía que cumplir mi deber", le contestó el político gallego. A lo que Tamames replicó: "Como yo obligado a defender mis ideas".

Ya al margen de su perfil profesional y político, Ramón Tamames ha sabido hacer siempre compatibles sus obligaciones con el ocio. El alpinismo ha sido una de sus devociones, practicando en la sierra madrileña, en el puerto de Cotos, en el Pico de Peñalara. Lo mismo que, experto nadador, presumía de haberse bañado en las aguas del Rhin. Claro que algunas de esas hazañas le pasaron factura como cuando finalizando 1974 sufrió un serio accidente de montaña, que a poco estuvo a punto de costarle la vida. Alarmado, su propio padre, el doctor Tamames, creyó que Ramón podría quedarse para siempre atado a una silla de ruedas, lo que, por fortuna, no ocurriría. La aventura, en todas sus aristas, le fascinó siempre: "Me apetecería viajar algún día a la Luna".

Hubiera podido ser pintor, pues su afición al dibujo la mantuvo muchos años. Lo aleccionó un buen profesor de Bellas Artes, el desaparecido tempranamente José Carlos Pascual de Lara. Ramón le hizo un espléndido retrato a Carmen, su mujer, cuando ésta contaba veintiún años, a poco de casarse. En alguna ocasión llevó su caballete y pinturas a la finca de Luis Miguel Dominguín en Saelices (Cuenca). Sentíase orgulloso del cuadro de un cazador con unos trazos casi picassianos. También su talento como escritor ha quedado más que probado; con sus muchos escritos sobre temas económicos, históricos y ensayos diversos, entre ellos: La República. La era de Franco, en 1973, en una colección de siete volúmenes dirigida por el catedrático Miguel Artola; "¿Adónde vas, Cataluña?", de 2014; ha sido novelista de éxito, por ejemplo con La historia de Elio, quedando con esta obra entre los finalistas del premio Planeta. La segunda vida de Anita Ozores se publicó posteriormente, en 2000. Un pasatiempo menor aunque interesante lo ha sido durante muchos años para él: completar un crucigrama todas las noches. Recordaba haber conocido a la actriz Conchita Montes, que en las páginas de "La Codorniz" insertaba semanalmente su muy seguido "Damero maldiro".

"Bon vivant", que dicen los franceses, Ramón Tamames siempre ha destacado como un excelente "gourmet", amante de la buena mesa. De la conversación entre amigos, luciendo su erudición y su buen humor.

Nos queda remitirnos a su ángulo íntimo. Difícil aportar apenas unos leves apuntes, pues Ramón Tamames siempre ha sido un celoso defensor de su intimidad. Contrajo matrimonio, como decíamos al principio, en 1960 con Carmen Prieto-Castro y Roumier, elegante y atractiva dama, alta, con aire un punto sofisticado, con quien Ramón formó una pareja absolutamente compenetrada. Hasta en los negocios (inmobiliarios, entre otros) y compartiendo la autoría de "Introducción a la Constitución Española", que apareció en 1980.

Carmen Prieto-Castro es hija de quien fuera un eminente jurista, catedrático de Derecho Procesal, tan temido por sus alumnos dada su severidad en los exámenes, Leonardo Prieto-Castro y Ferrándiz. Con ella, Ramón ha vivido innumerables episodios, anécdotas varias, que plasmó en "Más que unas memorias". Una de ellas les acaeció en Australia cuando ella, de resultas de una caída, hubo de ser hospitalizada y en el momento de cumplimentar el ingreso un documento le pedía el nombre de su confesión religiosa. "¿Qué pongo?", inquirió ella. Y él: "¡Pues católica, apostólica y romana! Como yo mismo he sido siempre". Tan enamorados que repitieron sus votos en una ceremonia celebrada en 1990. Una segunda boda, vamos.

Ramón Tamames, que habitó muchos años en la casa familiar de la calle del general Arrando, en el barrio de Chamberí, reside desde tiempo atrás en un confortable piso cercano al estadio Bernabéu, ático donde el matrimonio ha cuidado siempre de un recoleto, magnífico jardín, si así puede denominarse. Vivienda en cuyas paredes cuelgan cuadros de firmas acreditadas y uno muy especial, original de Álvaro Toledo, en donde Ramón aparece reflejado junto a once contertulios de un programa radiofónico donde participó varias temporadas en la cadena Cope, dirigido por el recordado Antonio Herrero, junto a Federico Jiménez Losantos, Manuel Martín Ferrand, Pedro J. Ramírez, Fernando Sánchez Dragó… Éste por cierto, conmilitón de Tamames en aquel lejano tiempo carcelario, es quien le sugirió lo de ser quien eleve en el Congreso la moción de censura contra el actual Gobierno. Un pleno que, sin fecha en el momento que redactamos el presente escrito, podría tener lugar en el próximo mes de abril, en todo caso, antes de las elecciones de mayo.

El resultado de la moción de Vox representada por Ramón Tamames ya es harto sabido que no cambiará la situación del Gobierno y el Congreso al no contar esa formación con los votos precisos. La pregunta sigue en el aire: entonces ¿cuál es el papel del que dará su discurso, no siendo además militante del mencionado partido?

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