
Treinta y cuatro años celebra Pablo Alborán este último día del mes de mayo. Un malagueño de acomodada familia, lleno de talento musical, tan querido como admirado, por su bonhomía y desde luego un incuestionable éxito con sus baladas pop que lo han convertido en los últimos tiempos en uno de los cantautores que más discos vende. El pasado sábado emprendió en Fuengirola su nueva gira por toda España, en la que dará preponderancia a las composiciones de su último álbum, el sexto de su carrera, "La cuarta hoja". El final de este viaje acabará en noviembre, en escenarios de Barcelona y Madrid. Siendo tan conocido y aclamado, la vida de Pablo Alborán al margen de su profesión es una incógnita, que él mismo alimenta con su firme decisión de mantener su intimidad para sí. Está en su derecho, por la misma razón de los informadores en intentar saber más de él al ser un personaje público, siempre que sea respetado como lo hacemos nosotros.
Su verdadera identidad es la de Pablo Moreno Ferrándiz, hijo de un arquitecto madrileño, siendo su madre nacida en Casablanca, durante el protectorado francés de Marruecos, pero hija de españoles. En sus primeros escarceos musicales, Pablo se dio a conocer con su nombre y primer apellido, para adoptar luego el de Pablo Alborán, que responde a un título nobiliario que le concedió en 1950 el general Franco a su bisabuelo, el almirante de la Armada Francisco Moreno Fernández, primer marqués de Alborán. En algunas biografías este personaje aparece como abuelo del cantante. Alborán es la isla, que da nombre al mar situado en la parte más occidental del Mediterráneo. Allí, dicho sea de paso, los pescadores almerienses consiguen captar en sus redes unas riquísimas gambas rojas, de las mejores que uno conoce, que se subastan en la lonja del puerto de Garrucha. Pero no sigamos por esa ruta gastronómica, y digamos que nuestro cantautor malagueño es un enamorado de su tierra y gusta de vivir el mayor tiempo posible en la Costa del Sol, aunque en realidad se pasa muchos meses al año viajando por España y varios países hispanoamericanos donde asimismo se le considera un ídolo. Tiene un casoplón en Madrid, en "La Finca", urbanización de "alto standing", como se dice en la jerga de las inmobiliarias.
En su adolescencia, con la aprobación y aliento de su madre, comenzó a estudiar piano y ya con nueve años se presentó en el Ateneo malagueño interpretando una pieza clásica de Mozart. Con doce ya componía melodías, una de ellas ambientada en el barrio donde vivía con su familia, el del Limonar. En ese tiempo fue cuando se enamoró de una compañera de colegio, Marta Camino Duarte, también malagueña, con la que compartió sueños románticos; amistad interrumpida aunque la reanudaron hasta el día que Pablo se dio cuenta de que sus sentimientos eran otros.

Sobre su futuro profesional, Pablo dudaba entre estudiar Publicidad, Filosofía, Arquitectura… Pero acabó por convencerse que podía vivir perfectamente como cantautor. Sus primeras actuaciones transcurrieron en bares y salas de reducido espacio, primero en Málaga, donde con ocasión de frecuentar como artista un local de gitanos, lo bautizaron como "El Blanco Moreno", en alusión a su tez y a su primer apellido. También lo comparaban con su paisano Antonio Molina. Dio el salto a Madrid cuando ya sus primeras canciones comenzaban a difundirse gracias a las nuevas tecnologías, por vía de YouTube. Ese fue el medio con el que Pablo Alborán se dio a conocer en toda España. Y es a partir de 2011 cuando coloca en el número 1 el tema que será su santo y seña para su lanzamiento discográfico: "Solamente tú". Bonita letra, delicada música, voz melodiosa. Así comienza una carrera que, a día de hoy, ya es la de un intérprete pop de primera línea, que ha seguido manteniendo sus canciones más significativas en las listas de los discos más vendidos. Jovencitas y no tan jóvenes lo adoran. Viene a ser el yerno ideal soñado por quienes tienen hijas en edad de merecer, como se decía antiguamente. Muchas de las cuáles pasan muchas horas en vela, a las puertas de campos deportivos haciendo cola anticipada para estar lo más cerca de su ídolo cuando aparezca en el escenario.
¿Cómo un cantante de su magnitud y popularidad a su edad, ya dijimos que con treinta y cuatro años, continúa soltero? Pues así lo ha decidido. Un hombre independiente que, con la sinceridad que le caracteriza aunque guarde para sí sus secretos sentimentales, optó para acallar rumores, harto de que le preguntaran en las entrevistas que si tenía novia, y abiertamente declarar que es gay. Confesión que hizo a través de su cuenta de Instagram el 17 de junio de 2020.
En muy escasas ocasiones ha comentado su opción sexual: "Al declarar lo que soy ha sido para allanar el camino a los que sufren como yo he padecido. Ha sido por coherencia, por ser consecuente y responsable conmigo mismo". Cuando se le ha aludido que muchos de los pertenecientes al movimiento LGTB lo consideran como un ídolo gay, Pablo Alborán no ha vacilado: "Me parece maravilloso que digan eso de mí. Sépase que yo, sin sexo, me volvería loco".
Sus pensamientos acerca de la duda que sostenía en la juventud sobre su tendencia sexual sin duda fueron decisivos para que acudiera a un psicólogo. Pablo se ha referido a tal ayuda médica que precisó en una época fundamental de su vida. Seguro de sí mismo, ya no tuvo necesidad de acudir a ninguna consulta de esa naturaleza. Eso sí: ha tenido que soportar durante años, ahora ya menos, elucubraciones periodísticas sobre sus posibles parejas. La más notoria fue la de Ricky Martin, entre los años 2014 y 2015, cuando se supo que habían pasado unas largas vacaciones juntos en la India. Ambos cantantes sólo hablaron de amistad entre ellos. Y cuando el puertorriqueño se casó, uno de los primeros en felicitarlo fue Pablo.
¿Qué otros hombres han podido emparejarse algún tiempo con el malagueño? Se insistió en un estudiante de Filosofía, sin saberse quién. Más concreto fue el nombre de su estilista, Pelayo Diaz. Y el del actor José de la Torre. También cobró fuerza otro de sus amigos íntimos, el bailarín y coreógrafo italiano Giuseppe di Bella. Lo que no es fácil es encontrar imágenes de Pablo Alborán en actitud que no admita dudas respecto a esos amores. Una avispada novelista, Naiara Domínguez, resolvió inventarse en "La chica de Pablo" una historia de ficción, sin visos reales. La verdad es que él procura superar, aunque le fastidie, todo lo que gira alrededor de su enigmática vida íntima. Como es muy correcto en el trato con quienes se acercan a saludarlo o entrevistarlo, no se solivianta, y procura desviar cualquier comentario que se refiere a su amor oculto. Que lo tiene. Hace dos meses rompió su relación con joven de su misma edad, profesional de las finanzas. De momento, Pablo está solo, abierto a otras experiencias.

No es envidioso. Mantiene buenas relaciones con algunos de sus colegas, pocos, comenzando por la estupenda Diana Navarro, su madrina artística, que lo ayudó en sus comienzos, lo mismo que hizo el también excelente Sergio Dalma. Se lleva de maravilla con Antonio Orozco, Pablo López, Manuel Carrasco (uno de sus rivales entre los que más discos venden), Malú (que últimamente parece estar desaparecida) … y pocos más. Tímido en el fondo, no es partidario de asistir a grandes celebraciones. Prefiere la intimidad en su trato con los amigos justos. Con quien más cerca está es con su hermano Salvador, que es el director artístico de sus recitales. En esta gira recién emprendida ha decidido que en las taquillas aparezcan muy rebajadas las entradas para que la gente joven no tenga problemas a la hora de rascarse el bolsillo. También desea ofrecer más espectáculo, aparte claro está de cantar y estrenar novedades. Y es que quiere bailar y si es posible lucirse con solos de su guitarra eléctrica, aparte de tocar el piano y la guitarra española y el cajón.
No fuma, no bebe. Practica deporte. Llevar una vida sana. Dicen que cuando se mete en la cocina disfruta preparando postres. Una frase de Pablo Alborán podría ser la que mejor lo retrate, según su carácter: "En mis canciones está todo lo que soy. De lo demás, no hablo". Punto en boca de quien esto escribe, junto a mi felicitación por su cumpleaños y por su magnífica carrera.