Beyoncé está calificada desde hace tiempo como una de las cantantes mejor pagadas en toda la historia de la música pop. Se ha especulado sobre su fortuna: inmensa. Y si a ello agregamos que está casada desde hace dieciséis años con el rapero Jay-Z, también muy cotizado artista en su especialidad, el patrimonio de la pareja alcanza cifras estratosféricas en millones de dólares. Pero la naturaleza a veces fustiga a quien gozando de fama, dinero y felicidad conyugal, padece alguna enfermedad incurable. Que es el caso de Beyoncé, madre dichosa de tres hijos, una niña y dos mellizos.
¿Qué ensombrece su vida? Desde que era muy niña es atacada por una inmisericorde psoriasis. Su padre aplicaba en su cuello dosis de aceite, que le procuraban alivio. Algo aparentemente muy común resulta que no tiene una curación total. Su cuerpo produce en exceso nuevas células de la piel, lo que lleva a quien lo padece a mostrar manchas escamosas, picazón en el cuero cabelludo, codos, rodillas y otras partes del cuerpo.
Se insiste que la psoriasis no tiene cura, puede ser dolorosa, llega a interferir el sueño de muchos pacientes. Se desconocen las causas de esta enfermedad que padecen millones de personas en todo el mundo. Una de ellas, es Kim Kardashian. Imaginamos que siendo ambas multimillonarias habrán consultado a eminentes médicos y científicos, para encontrar siempre la misma respuesta negativa.
Beyoncé Giselle Knowles-Carter tiene cuarenta y dos años, natural de Houston, estado norteamericano de Texas. Su padre era gerente de una empresa de marcas electrónicas, y su madre diseñadora, estilista. Ya desde muy niña asombraba por sus condiciones vocales. Comenzó a temprana edad ganando un concurso escolar interpretando "Imagine", de John Lennon. Paso a paso fue transcurriendo su etapa musical de aficionada hasta que a finales de la pasada década de los 90 ya estaba considerada una diva del pop-rock, especializada sobre todo en R&B. De vocalista de un grupo femenino, Destiny´s Child pasó ya a ser una extraordinaria solista, modernizando ese género.
Sus ventas discográficas alcanzan cifras muy elevadas, que superan los doscientos millones de copias. Ha conseguido alzarse con treinta y dos premios Grammy. En los textos de sus canciones hay a menudo argumentos en defensa de la mujer, lo que le confiere la admiración y seguimiento de las feministas.
Si escuchándola, simplemente, ya resulta extraordinaria, en directo sus espectáculos resultan sorprendentes para la vista. Beyoncé es seductora, "sexy", provocativa, luciendo un vestuario muy llamativo y realizando ejercicios de baile en el escenario de incuestionable sensualidad. A esas virtudes artísticas, añade en su biografía su papel de actriz cinematográfica en una docena de películas, dos de ella documentales sobre sus éxitos, de las que sobresalen La pantera rosa, fechada en 2004 y El rey león, de 2019.
Catorce han sido hasta la fecha sus giras mundiales, la última en el pasado año, promocionando su más reciente disco, "Renaissance". Actuó en Barcelona. En perspectiva, está la continuación de ese "tour" en el presente 2004, no confirmado todavía. El ya mentado rapero Jay-Z se convirtió en su marido tras la boda celebrada en 2008 en Nueva York. Llevaron su relación de manera discreta. Y así la mantienen junto a sus tres retoños.
Beyoncé no sólo gana dinero a espuertas con sus actuaciones y sus discos. Es una empresaria de éxito también que mantiene varios negocios muy productivos: uno de comida vegana y otros relativos a sus diseños de ropa infantil y juvenil, de calzado, gafas, bolsos, lencería, joyas y de videojuegos para móviles.
La vida, por tanto, sonríe a esta mujer tan activa y espectacular… si exceptuamos esa molesta enfermedad que la trae, como diríamos entre nosotros, "por la calle de la Amargura".