El inesperado anuncio de la ruptura de Álvaro Morata y Alice Campello ha dado paso a nuevas informaciones que aportan luz sobre cómo era realmente la relación entre el matrimonio, más allá de la cara amable y amorosa que dejaban ver a través de las redes sociales. Aunque ambos han desmentido que hayan existido terceras personas o faltas de respeto entre ellos, no pueden evitar que su entorno hable sobre unos últimos meses muy complicados, en los que las discusiones se habían convertido en la tónica habitual.
Pero si hay alguien que conoce de primera mano cómo era la relación entre el futbolista y la italiana esa es la empleada del hogar que trabaja en el domicilio familiar. Cansada de los comentarios y los rumores sobre cómo era realmente la convivencia, este martes se puso en contacto con el programa TardeAR para desmentir algunas informaciones: "Lo hace con el permiso de la pareja, ella ha sido testigo de todo y quiere desmentir algunos rumores que no son ciertos a raíz de la noticia de su separación", dijeron en el programa de Telecinco, asegurando que la trabajadora cuenta con el respaldo del matrimonio para hablar públicamente.
Este testimonio insiste en lo ya contado por Morata y Alice Campello: "No hay terceras personas". Al parecer, el matrimonio arrastraba una crisis desde hace un año y medio y, aunque han tratado por todos los medios de solucionar sus problemas, finalmente no lo han logrado y han decidido tomar caminos separados antes de que su mala relación terminase afectando a los cuatro hijos que tienen en común.
Otro de los motivos de los conflictos en el matrimonio serían las complicaciones que ha encontrado Alice Campello para adaptarse a nuestro país y a la agitada vida del futbolista: "El tener que adaptarse a la vida de él a ella le ha costado muchísimo porque echaba de menos a su familia", dice la empleada que confirma que a pesar de los problemas, la separación se ha producido "en buenos términos".