Ha pasado año y medio desde que un hermano de David Bisbal, José María, sufriera un accidente que lo ha dejado inválido. El cantante no ha podido evitar la respuesta a un periodista en el transcurso de los premios de Cultura recientes de la Comunidad de Madrid. Llorando, acertó a decir solamente esto: "Es un ejemplo de superación y admiración". Sigue en silla de ruedas consciente de que está parapléjico de por vida. Hace deporte y está comprometido en ayudar en Almería, su ciudad, a otros discapacitados físicos. Prepara jurídicamente una demanda al hospital donde fue tratado, aduciendo que su estado se debe a una negligencia médica. Culpa de ello, sostiene que ha perdido para siempre sus piernas.
David Bisbal quedó en shock al enterarse en la primavera de 2023 que su hermano José María había desaparecido de su hogar almeriense. Se mantuvo en contacto entonces con la Guardia Civil y otros cuerpos de vigilancia que por mar y tierra iniciaron una desesperada búsqueda, con la incorporación de amigos de la víctima de tan extraño suceso, dándolo algunos por muerto. No se ha sabido qué pudo ocurrirle, ni por qué nadie de su entorno supo de su paradero aquellos días. Lo único es que el 5 de abril la Benemérita lo encontró en el término municipal de Roquetas de Mar, conocida ciudad turística de la costa de Almería.
Llevado a un hospital recibió las primeras ayudas. No podía tenerse en pie, ni por supuesto caminar. Si hizo declaraciones para aclarar su misterioso accidente sería en secreto, pues no se dieron a conocer públicamente. Es de suponer que su familia pudo enterarse de cuanto le ocurrió en esas fechas que estuvo ilocalizable. Mas David Bisbal nunca lo ha aclarado, ni desde luego otros familiares. A esta desgracia hay que añadir que el progenitor del cantante y de los dos hermanos de éste, José María y María del Mar, han guardado un absoluto silencio sobre cuanto le ocurrió al primogénito.
Asesorado por especialistas, tras gestiones imaginamos del cantante, José María Bisbal ingresó en el Centro de Parapléjicos de Toledo, donde permaneció cinco meses. Es uno de los mejores de Europa. Lo conozco. Impresiona cuando se contempla en la sala central la cantidad de lesionados.
Ya de regreso en Almería a finales del pasado año, José María comenzó a realizar los ejercicios prescritos por los médicos. Con tal empeño que se impuso practicar algún deporte; eligió el parabádmiton. Y lo hizo diariamente con tal entusiástica dedicación que en mayo último tomó parte en un campeonato de categoría nacional celebrado en Cartagena, obteniendo una medalla de bronce. Le hubiera gustado, seguidamente, haber tomado parte en los Juegos Paraolímpicos de París, pero no pudo ser.
Está integrado en una asociación radicada en Almería, ASPAYM, que ayuda a personas con graves dificultades físicas. Con su espíritu combativo estimula a sus compañeros de desgracia en ese centro para que vayan superando cuanto padecen. Bien sabe él lo que eso significa, pues en las primeras semanas de su accidente, comenzó a padecer una insufrible depresión, que le costaría mucho superar.
David Bisbal, de cuarenta y cinco años, felizmente casado con Rosanna Zanetti, padres de dos hijos, rememora lo mucho que ha estado siempre unido a su hermano: "Once años mayor que yo, compartía apreturas en la misma habitación donde nos criamos, cuarto pequeño, casi una caja de música, que luego fue solo para mí". Tiempos difíciles para una familia modesta, los Bisbal, en la que el padre trabajaba de carpintero en el ayuntamiento, muy querido en Almería porque en su juventud fue un popular boxeador, profesional durante dieciocho años, siete veces campeón de España en distintas categorías. La casa en la que vivían, a la que se refería David, era muy estrecha y su hermana María del Mar, que le lleva ocho años, dormía en la sala donde la madre, modista, cosía en las horas del día. Hay que decir que David, cuando la suerte empezó a sonreírle como cantante, supo desde el primer momento ayudar a los suyos y dotarlos en su momento de una confortable vivienda. Desde hace unos años, está también muy preocupado por su padre, enfermo de alzhéimer.
"A José María siempre le he tenido admiración – continuaba David evocándolo – pues me iba con él hasta el faro del puerto de Almería cuando todavía se podía pescar. Compramos la carnada y las bogas, una suerte de anzuelos enormes y cuando todo lo teníamos preparado mi hermano se zambullía en el agua con su traje de neopreno y sus gafas, esperando a que yo le lanzara las lienzas. Las cogía, sumergiéndose con ellas para bucear, buscando cuevas a siete u ocho metros de profundidad. Desde arriba yo le hacía a la lienza una coca, un nudo especial con el que se sabía cuándo picaban los peces. Nos íbamos de allí al anochecer y a la mañana siguiente, muy tempranito, volvíamos para recoger lo que hubiera caído. Así llegamos a pescar un mero de siete kilos y medio. Tengo fotos para probarlo. Orgulloso de las hazañas de mi hermano mayor, que siempre estaba probando e inventando nuevas técnicas de pesca".
Escuchándolo hablar sobre la pesca con el ahora infortunado José María nos sorprende el dominio del cantante con los tecnicismos relacionados con esa afición suya que, por desgracia ya no puede practicar por sus compromisos musicales, salvo en sus días de vacaciones. Siempre David Bisbal sintiéndose orgulloso de su hermosa tierra; como una piña junto a sus padres y hermanos, y ahora más con uno de ellos, el único varón, atado de por vida a una silla de ruedas.