
El entorno de José Ortega Cano ha dado un golpe sobre la mesa en lo que parece ser el inicio de una cruenta batalla legal contra Mediaset. El torero, a través de un contundente comunicado difundido por su hija Gloria Camila, ha anunciado la interposición de una queja formal y el inicio de acciones legales contra el programa "Vamos a ver", el magacín matinal de Telecinco. El motivo de la discordia es la emisión, el pasado 26 de diciembre, de una conversación telefónica privada entre el diestro y Patricia Donoso, una grabación que Ortega Cano asegura que se realizó y difundió sin su consentimiento previo.
La polémica estalló cuando el programa conducido por Joaquín Prat y Patricia Pardo sacó a la luz un audio en el que se escuchaba a Ortega Cano charlar de forma distendida con Donoso. En dicha llamada, cargada de bromas y comentarios subidos de tono y con doble sentido, se hacía alusión a la famosa frase del "semen de fuerza" que el torero popularizó años atrás. Según el escrito remitido a la cadena, esta actuación constituye una "intromisión ilegítima en el derecho a la intimidad personal y el secreto de las comunicaciones", así como una vulneración del derecho a la propia imagen y a la voz, protegidos constitucionalmente.
La familia del exdiestro no ha ocultado su indignación ante lo que consideran una falta de ética profesional por parte del programa de Telecinco y exige la retirada íntegra del contenido de todas las plataformas digitales y repositorios de Mediaset. De no cumplirse estas exigencias de forma inmediata, Ortega Cano advierte que recurrirá tanto a la vía civil, solicitando una indemnización por daños morales, como a la administrativa ante la Agencia Española de Protección de Datos, sin descartar la vía penal.
Este nuevo frente judicial llega en un momento de especial vulnerabilidad para el torero, quien acababa de celebrar su 72 cumpleaños en un intento por mantener un perfil mediático bajo y alejado de los escándalos. El hecho de que sea Gloria Camila quien haya liderado la respuesta pública añade una capa de tensión extra, dada su propia vinculación profesional con diversos espacios del grupo de comunicación.

