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Federico Jiménez Losantos confiesa a Bertín Osborne las varias veces que burló a la muerte

Federico repasa con Bertín algunos acontecimientos de su biografía.

Federico repasa con Bertín algunos acontecimientos de su biografía.
Federico y Bertín | Mediaset

Federico Jiménez Losantos fue el protagonista de la nueva entrega de Mi casa es la tuya, el programa de entrevistas de Bertín Osborne que emite Telecinco. Entre muchos otros palos, el director de Es la mañana en esRadio abordó diversos acontecimientos de su biografía, algunos conocidos y otros no tanto.

La conversación comenzó en el sofá con Federico bebiendo su conocido "aguafé", vital para sobrevivir cinco o seis horas en directo desgranando la actualidad. "Yo te oigo por la mañana y si te tomas eso te vienes arriba como una persiana" dijo Bertín con su buen humor habitual. "Yo lo que quiero es que la gente te conozca como persona", dijo sobre su objetivo esta noche.

Federico habló entonces sobre su Orihuela del Tremedal natal, en Teruel y "a una altitud disparatada, 1.525 metros el pueblo y unos 2.000 el monte", o lo que él mismo llama habitualmente "el pelotón del pasmo". Y también de su primer recuerdo aprendiendo a leer con una maestra a los tres años, porque "allí teníamos que espabilarnos muy rápido". Y de ahí Federico pasó al segundo recuerdo, no tan grato: "Tengo más vidas que los gatos. A los siete era muy flaquito, pero tenía mucho genio. En Teruel salimos así. Y el médico pensó que yo estaba mal y me medicó. Ese es el segundo recuerdo vivo que tengo. Caí en la cama durante tres meses por una dosis errónea de esa medicación" hasta que su padre lo llevó a otro médico. "Desde entonces mi confianza en la medicina es total, en los médicos no tanto".

"Tienes una foto muy curiosa de chico con Franco con la mano en la cabeza tuya", preguntó Bertín Osborne en ese repaso a la infancia, cambiando de tema. Federico confesó que quizá existió, pero que no la tenía: "Mi padre hizo el empedrado y el agua corriente de todas las casas del pueblo y lo hicieron alcalde ejemplar de España dos veces, sin cobrar". Y por eso esa zona, la última de maquis de España, vino Franco a inaugurarla, y dicen que me puso la mano en la cabeza".

Federico confesó que "tenía claro que no había venido al mundo para nada. Tuve la suerte que al cumplir los 10 aparecieron las becas rurales". Y allí, en el instituto, se encontró con José Antonio Labordeta, a quien definió "casi como mi segundo padre, un tío maravilloso", o José Sanchis Sinisterra, un prestigioso autor teatral que le dio literatura. Labordeta fue el causante de que, pese al tempestuoso pasado en la dictadura, Federico se sintiera verdaderamente interesado en la política por su tendencia "libertaria".

Su experiencia en el PC

"Me fichó el PC el primer día que fui a la universidad", relató a un asombrado Bertín. Y ahí comenzaron las manifestaciones en Zaragoza… y también ciertos problemas. "Me podían haber expulsado" o peor, haber arrestado los grises, "como a una chica con la que había estado la noche anterior". Más tarde, Solzhenitsyn y su Archipiélago Gulag fueron la motivación definitiva de Federico para alejarse para siempre del comunismo. Eso y su visita a un campo de concentración chino habilitado por la temible Banda de los Cuatro. "Había una chica mestiza que se sabía coplas de Madrid. Caí extasiado con la china, y ella también. Al despedirnos le cogí la mano, de pronto entiendes la vida. Yo me voy libre a España y esta mujer no, y al día siguiente la pueden fusilar".

Federico trató también el que fue quizá su episodio más difícil, el que tuvo lugar en Barcelona. "Me secuestraron y pegaron un tiro, más represaliado difícil. Entré en Vespa y salí en ambulancia. Me secuestraron dos tíos con dos pistolas una noche, me llevaron a un árbol y me pegaron un tiro por haber firmado un manifiesto pidiendo la igualdad lingüística. El primer firmante era Amando de Miguel pero yo había publicado Lo que queda de España y ya me había peleado en la radio con todos. Estaba con una amiga a la que también se llevaron y gracias a la cual sobreviví. Ella consiguió soltarse, me medio desata y baja a la carretera. Da la casualidad que pasó un coche que hacía patrulla, me cogieron rápidamente y me llevaron al hospital".

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