Igual que cambia la moda, los peinados o el maquillaje van cambiando también las tendencias gastronómicas y platos que hace poco tiempo eran una delicia ya casi ni se cocinan... De hecho, hay platos que en pleno siglo XXI evocan nostalgia y reflejan cómo la cultura y las preferencias evolucionan, dejando un legado en la historia culinaria.
Un ejemplo muy claro es que en la actualidad se entiende la comida con una clasificación clara entre platos dulces y salados. Pero antes de la invención del postre, durante el siglo XVII, como plato diferente dentro de un menú, esa división no era tan clara. Tanto es así que el azúcar era considerado una especie más y, por ende, casi todos los platos tenían ese punto dulce.
La sopa dorada de Cádiz es uno de los platos perdidos, recodemos que la receta se basaba en mojar pan en un caldo de cocido que llevaba también miel y cidra confitada. También desapareció la sopa borracha, una cocción de torrijas y chicharrones en una mezcla de vino tinto y almíbar. Tampoco le añade hoy nadie azúcar y canela a unas chuletas de cerdo.
Pero no solo los platos de cocina como tal sino que, a lo largo de los siglos se han dejado de utilizar también determinados ingredientes. De la escorzonera o salsifí negro se comía su raíz cocida, tanto en guisos como ensaladas. Se perdió también el agraz, zumo de uva verde que servía para aliñar. Ya nadie cocina cigüeñas, gaviotas o cormoranes, que formaban parte del menú gaditano a principios del XIX. Además, son hoy poco conocidos pescados como bermejuelas, berrugatos, choas, lachas, obleas, romeros, sabias o zorros. Se come ahora, como un lujo, el cabrito y el cordero, pero se perdieron las carnes de sus mayores, el gustoso carnero o la tufarada del machorro o cabrío castrado. La mejora de la refrigeración hizo desaparecer de la cocina gaditana el "Tasajo de vaca", una carne seca muy popular.
¿Cuáles son las más reconocidas?
- Cóctel de gambas: En la época de los años 70s y 80s, era muy común en las cenas de Navidad o eventos especiales estas copas rocambolescas que combinaban gambas con la famosa salsa rosada y otros ingredientes frescos como tomate, pepino o lechuga. En realidad era un plato fácil de preparar pero, por alguna razón, se consideraba como algo refinado.
- Bolas de queso: Las bolas de queso están conformadas, principalmente, por distintas variedades de queso, como el cremoso, el cheddar y el azul. Lo bueno es que pueden adornarse al gusto de cada uno, colocándoles ramitas de hojas verdes, galletitas e incluso aceitunas. También pueden untarse o servirlas como galletas insertándoles un palito de madera.
- Pizza de frutas y anchoas: Tal como su nombre lo indica, esta pizza tiene entre sus principales ingredientes anchoas y frutas como la pera y la ciruela. Y su receta original también incluye salsa de tomate, orégano, cebolla, aceite, harina y azúcar.
- Sandwichones: Hubo una época en la que siempre se podía encontrar una variedad de sándwiches y sandwichones en cualquier reunión. Y es que, en los 80s y 90s, tenían la fama de ser la receta ideal para fiestas: económica, sencilla y fácil de transportar. Los sandwichones podían tener una variedad de ingredientes, todos ellos en capas. Ya sea jamón y queso, ensaladilla de atún, pimientos, huevo duro, gambas... estas capas alternadas hacían un bocadillo completo pero fácil de comer con la mano.
- Bunwiches verdes: Estos sándwiches con pan de hamburguesa son conocidos como bunwiches. La variación consiste en que poseen verduras en el exterior, a diferencia del típico sándwich, donde las verduras o la carne se colocan entre dos rodajas de pan.
- Aspics de carne: El aspic, un plato gelatinoso a base de caldo que contenía carnes o pescados, era considerado un símbolo de sofisticación en el siglo XX. Sin embargo, su textura y presentación no lograron mantener el interés de las generaciones más jóvenes.
- Pasteles de carne: Los pasteles de carne, populares en hogares estadounidenses y europeos, eran una comida reconfortante que combinaba carne molida con pan rallado y especias, a menudo cubiertos con glaseado de tomate. Hoy se preparan con menos frecuencia.
- Conos de pizza: A principios de la década del 2000 llegó una moda que arrasó con todos los lugares de comida rápida de la época: los conos de pizza. Su atractivo estaba en la forma de este snack, que te permitía comerlo en cualquier momento sin complicaciones. Además, podías combinar tus ingredientes favoritos para tener un tentempié completo y sabroso. Lamentablemente, al igual que otras modas esta llegó a su fin, no sabemos exactamente cuando.
- Fondue de queso o chocolate: En los años 70, la fondue de queso o de chocolate era el centro de atención en reuniones y fiestas. Aunque sigue teniendo fanáticos, ya no ocupa el lugar protagónico que una vez tuvo en los encuentros sociales. Luego en los 2000 siguió de moda y ahora parecería impensabe pero, en ese momento la fuente de chocolate era un indispensable de las fiestas elegantes y los eventos de categoría. Una fuente chorreando chocolate repostero en la que podías sumergir frutas como fresa o plátano, así como trocitos de pan, a la manera de una fondue.
- Tostadas con vino y azúcar: Nuestros padres y abuelos no tenían el acceso a toda la variedad de ingredientes que podemos encontrar todo el día. Entonces, para los antojos de dulce, muchas veces se recurrían a los ingredientes más sencillos que había en casa. Una receta que funcionaba tanto como postre, desayuno y merienda, eran las tostadas de pan mojadas en vino tinto y espolvoreadas con azúcar.
- Gelatina de mosaico: Ninguna fiesta infantil estaba completa sin una gelatina de mosaico, que combinaba cubitos de gelatinas de sabores (fresa, limón, melocotón, mango) con una gelatina a base de leche. El resultado era muy colorido, y a los niños les encantaba. Quizás se deba a los cambios que ha sufrido la sociedad en los últimos 30 años, y que se han vuelto menos comunes las fiestas de cumpleaños en casa con los vecinos, pero es cierto que ya no se pueden obserbar tan seguido.
- Pijama: Este postre ya prácticamente olvidado fue creado en el restaurante Set Portes de Barcelona, y rápidamente se popularizó en todo el país. Se trataba de un flan servido con nata, helado y fruta en almíbar. Según se cuenta, fue creado como una versión innovadora del postre francés Pêche Melba, a base de melocotón y helado. También se dice que era el favorito de los marines estadounidenses que atracaban en el puerto.
- Melocotones en almíbar: Este postre brillaba por su sencillez y sabor, y la verdad es que era la manera perfecta de terminar la comida sin complicaciones. Aunque algunos disfrutaban los melocotones solos, la moda era servirlos con nata espesa para dar un contraste de texturas y sabores. La verdad no sabemos por qué ha pasado de moda, si es toda una delicia y sus ingredientes se consiguen en cualquier supermercado.
- Brownies: Los brownies tuvieron su época de gloria a principios de los 2000, cuando llegó una oleada de postres norteamericanos a restaurantes y cafeterías. Las personas, ávidas de novedad, corrieron a probarlos, ya que era el postre más "cool" del momento. En muchos sitios se servía tibio con una bola de helado de vainilla, mientras que otros añadían nueces o cerezas a la mezcla. Aunque todavía es común encontrarlos en algunas cafeterías, la verdad es que ya no son tan populares como antes.