Menú

Los rincones con más encanto del norte de España para este verano

Perderse por España es sinónimo de disfrutar de preciosas vistas y deliciosos manjares. El norte no tiene comparación.

Perderse por España es sinónimo de disfrutar de preciosas vistas y deliciosos manjares. El norte no tiene comparación.
El lago de la Ercina es un pequeño lago de los Picos de Europa. | Flickr/CC/Joanbrebo

Unas vacaciones de ensueño en cualquier rincón de España son posibles. Sus playas, acantilados, montañas, ríos, pueblos..... da igual allá donde viajes, tanto el interior como su costa tienen rincones con un encanto inigualable.

El norte de España, sin embargo, es especial. Cualquier rincón de estos miles de kilómetros harán las delicias de toda la familia. Eso sí, siempre hay que llevar una chaqueta y un paraguas encima porque el clima del norte... nunca sabes qué puede deparar.
Por ello la mejor época para hacer este viaje es de mayo a septiembre, cuando hay menos probabilidades de lluvia y las temperaturas permiten un baño en sus frías aguas, aunque hay que tener en cuenta que si viajas en los meses de julio y agosto, tienes que reservar con bastante antelación los alojamientos ya que son los meses más turísticos.

Qué no perderse en Galicia

Es una región repleta de leyendas, peregrinaciones y paisajes espectaculares. A lo largo del viaje los colores se alternan entre verdes y azules mientras una gaita gallega suena a lo lejos y sus habitantes hablan entre ellos en su propia lengua. También la gastronomía conquistará tu paladar con el afamado pulpo a feira, las empanadas y el queso de tetilla. Sin embargo, hay unos rincones que no debes perderte por nada del mundo.

  • Pueblo de O Pindo

En la vertiente más occidental de Galicia, se encuentra el pequeño pueblo de O Pindo con una pequeña caleta de arena blanca y agua cristalina que deja ver el fondo marino. El castro de Mallou y las murallas en ruina se remontan a los celtas que realizaban rituales en el Monte Pindo entre las miles de rocas de granito rosa.

También es un sitio ideal para la espeleología ya que el monte fue formado hace 350 millones de años y cuenta con varias cuevas. En los recovecos de la Cova do Acivro se encontraron restos de civilizaciones del siglo IV e incluso un vaso de hace 5000 años mostrando que en estas grutas de difícil acceso hubo humanos por milenios.

  • Faro de Finisterre
faro-de-finisterre-al-final-del-camino-el-lloc-on-acaba-el-cami-the-place-where-just-the-way.jpg
Faro de Finisterre, allá donde termina la tierra.

Aquí termina el Camino de Santiago. ¿Cómo surgió? A comienzos del siglo IX se descubrió en la localidad de Santiago de Compostela el sepulcro del apóstol Santiago. Numerosas personas recorrieron desde entonces a pie lo que se conoce como "el camino de Santiago". Y muchos decidieron concluir ese periplo en Finisterre como el fin de un duro recorrido físico y espiritual.

Antaño, los peregrinos quemaban sus ropas sobre sus acantilados para retornar en barco a su país. Remontándonos aún más en el tiempo, para los romanos el Cabo Finisterre era el fin del mundo, la puerta al Más Allá. Esto se debe a que durante siglos y hasta hace poco más de 500 años, se pensaba que el mundo era plano y que había un final donde podías caerte de él. Ese final se encontraba en Finisterre.

  • Santiago de Compostela

Parada obligada. La ruta de la peregrinación de Santiago data del VIII, llegando miles de peregrinos cada año a la catedral donde se encuentra enterrado el Apóstol Santiago el Mayor, uno de los doce discípulos de Jesucristo. Además la entrada de la Catedral es gratuita y se puede visitar desde las 7:00 hasta las 20:30 los 365 días del año.

El casco histórico cobra mayor encanto por las noches, con las calles adoquinadas y silenciosas y las historias del pasado que le dan un aire místico a la ciudad. Por supuesto, una vez en Santiago nadie puede perderse la plaza do Obradoiro con sus cuatro edificios que representan los cuatro poderes de la ciudad: la iglesia, la universidad, los médicos y ricos con el Hostal dos Reis Católicos, el gobierno con el Pazo de Raxoi. El Pórtico de la Gloria, que cuenta con 200 esculturas románicas del siglo XII, también vale la pena.

  • Playa de las Catedrales

En este punto de Galicia, con el pasar de los años el mar abrió arcos entre las rocas y cuevas a las que se pueden acceder siempre y cuando haya marea baja. Llamada Playa de las Catedrales, es un punto muy turístico, pero sin perder su encanto. Las formas caprichosas y monumentales de la roca le valieron su nombre.

  • Islas Cíes

Otra de las mejores cosas que hacer es subir a un barco para visitar las Islas Cíes, un archipiélago formado por tres pequeñas islas, situado en la boca de la ría de Vigo, perteneciente a las famosas Rías Baixas. Este Parque Nacional Marítimo-Terrestre, un paraíso de playas paradisíacas y aguas cristalinas, se ha masificado tanto en los últimos años que se estableció hace poco un límite de 2.000 personas diarias para así conservar todo el entorno natural además de su fauna y flora.
Una vez en las islas puedes hacer varias rutas de senderismo que cruzan las dos islas (Monte Agudo y O Faro), unidas por un arenal, bañarte en las fantásticas playas de Rodas y Figueiras, practicar snorkel en sus aguas cristalinas, dar la vuelta a la isla en kayak o pernoctar en una tienda de campaña (solo hay 800 plazas diarias).

Qué visitar en Asturias

Asturias se ganó justamente el título de paraíso natural con sus acantilados sobre el mar Cantábrico, sus bosques repletos de osos pardos y sus prístinos lagos. Además de atraer visitantes por su turismo rural, también llama la atención culinariamente ya que es la región de Europa con mayor variedad de quesos y productos artesanales de increíble calidad. La sidra, tan común en el norte de España, es originaria de Asturias, del área de Cabrales.

  • Playa del Silencio

Sin dudas el primer lugar escénico a visitar es la Playa del Silencio con sus prominentes rocas y sus empinados acantilados cubriéndola del viento. Solo los locales conocen este lugar y para ingresar hay que entrar a un pequeño pueblo costero y caminar un tramo por tierra. Es una playa semi desconocida pero de una belleza impactante.

  • Casa de Indianos

Al entrar a Asturias hay que prestar atención a las llamadas Casas de Indianos construidas por la población autóctona que emigró entre 1884 y 1898 a causa de la Guerra de África y el servicio militar. Los pocos que tuvieron éxito y retornaron con dinero, construían enormes casas con cornisas y torres para sorprender a quienes las vieran.

  • Cudillero
cudillero-asturias-spain.jpg
Vista panorámica de Cudillero desde el mar.

El rompecabezas multicolor que forman las casas del pueblo de Cudillero es un escenario para no perderse en la provincia. Aquí encontrarás dos casas indianas: la Torre de Villademar y la Casona de la Paca. A pocos pasos está la Quinta de Selgas, considerada el Versalles asturiano, que es un lujoso palacio del siglo XIX con amplios jardines y una colección de pinturas de grandes maestros entre los que figuran El Greco y Goya.

  • Parque Natural Somiedo

Este es importante visitarlo porque es uno de los pocos territorios del continente donde se puede divisar osos pardos salvajes. Esta Reserva de la Biosfera es un sitio para aquellos que les guste caminar porque los vehículos están prohibidos sobre los caminos ganaderos.

Camino a Villar de Vildas, las vistas panorámicas y los pueblos de piedra se dejan entrever entre curva y curva. Al alcanzar el poblado, coronado por montañas de colores cambiantes, te vas a sentir parte de la naturaleza. Por sus calles se escucha el tintineo de las campanas de las vacas que circulan entre los tantísimos hórreos asturianos de la zona y el único hotel disponible.

A pie puedes llegar hasta los teitos de La Pornacal, casas estacionales de piedra para antiguos nómadas ganaderos llamados los vaqueiros de alzada. Las vistas a todo el valle cubierto de flores silvestres amarillas y azules, durante primavera, te dan fuerzas para seguir el rumbo por carretera hasta los lagos de Saliencia. El conjunto de tres lagos tiene una tranquilidad impenetrable que los tornan el perfecto sitio para disfrutar con uno mismo.

  • Mirador de San Roque

Este mirador nos brinda una vista panorámica del pequeño pueblo de Lastres que cae como una cortina blanca sobre el mar. Acercándonos al puerto podemos encontrar a los pescadores de la zona preparando las redes para faenar.

A menos de tres kilómetros de distancia se encuentra el Museo Jurásico de Asturias donde se exhiben huellas de dinosaurios encontradas en el área. Se pueden observar réplicas en la parte exterior del museo, que nos muestra la otra cara de Lastres a lo lejos.

  • Santuario de la virgen de Covadonga

El Santuario de la virgen de Covadonga, patrona de Asturias, es un sitio recomendado que ver en el norte de España, incluso si no eres creyente de la fe cristiana debido a su historia y a las soberbias vistas que se obtienen desde la enorme terraza de la basílica.

Dicen que si se bebe sin respirar de los siete caños de la fuente que se encuentra bajo la cueva, te casas al año. Para los que no quieran probar el agua, también pueden probar su suerte pidiendo un deseo tirando una moneda de espaldas. Caminando desde la cueva, se puede llegar a la catedral donde se obtienen buenas vistas de los alrededores.

  • Lagos de Covadonga

Situados en la parte asturiana del Parque Nacional de los Picos de Europa y formado por dos pequeños lagos de origen glaciar, el Enol y el Ercina, los Lagos de Covadonga se han convertido en una parada obligatoria.

Este paraíso para los amantes de la naturaleza se puede recorrer perfectamente en un mañana, saliendo de la vecina población de Cangas de Onís y haciendo la típica ruta circular de unos 6 kilómetros que pasa por sus principales miradores, para después acercarte a la Basílica de Covadonga, otra de las joyas que ver en Asturias.

Qué visitar en Cantabria

Cantabria es la región de las altas montañas de los Picos de Europa, la que pocos visitan a pesar de sus rincones con historia y sus increíbles vistas panorámicas.

  • Monasterio de Santo Toribio de Liébana

En el Monasterio de Santo Toribio de Liébana se encuentra una de las tres puertas al cielo. Si no nos crees, visítalo y nos cuentas si mentimos. En la iglesia a su lado, se puede ver el pedazo de la cruz de Jesús más grande del mundo. Nadie sabe realmente si es la verdadera, pero sin duda se respira una atmósfera con mucha energía positiva debido a los rezos de los visitantes.

  • Mirador de Piedrasluengas

El Mirador de Piedrasluengas ofrece un lugar ideal para un picnic con otro panorama espectacular de Picos de Europa. Por tanto, es perfecto para visitar a última hora de la mañana y después quedarse a tomar algo antes de continuar las visitas turísticas.

  • San Vicente de la Barquera

A pocos kilómetros, en San Vicente de la Barquera puedes tomar esa foto que tanto caracteriza Cantabria: el mar con las montañas. Conocida por su fortaleza y sus rías casi vírgenes, fue fundada a mediados del siglo VII y es un paso obligado del Camino de Santiago por su ruta costera. Cuenta con un entorno natural privilegiado con playas y calas como Oyambre, los arenales de Merón o Gerra. Además, se puede visitar el conjunto medieval que cuenta con un castillo, una torre y las murallas originales.

  • Santillana del Mar
cantabria-20191203-69-santillana-del-mar-cantabria-20191203-69-santillana-del-mar.jpg
Uno de los antiguos caseríos de Santillana del Mar.

Conocida como ‘la villa de las tres mentiras’ pues ni es ‘santa’, ni ‘llana’, ni tiene ‘mar’. Se trata de una de las localidades de mayor valor histórico-artístico de España, y de las más visitadas de Cantabria. Las calles de su casco histórico se encuentran adoquinadas mientras que los edificios están construidos en piedra y datan de los siglos XIV y XVIII.

Aquí se encuentran algunos caseríos de la nobleza como la casa de los Quevedo y la de Leonor de la Vega. Remontándonos más atrás en la historia, Santillana alberga las cuevas de Altamira, con pinturas del Paleolítico. Se considera la Capilla Sixtina del arte rupestre y por ello fueron declaradas en 1985 Patrimonio de la Humanidad. Se puede ver una réplica exacta de las pinturas en el Museo de Altamira.

  • Cuevas del Soplao

Considerada única en el mundo por sus bien conservadas formaciones de estalagmitas y estalactitas. Situada cerca de las poblaciones de San Vicente de la Barquera y Comillas esta cueva fue descubierta por casualidad por unos mineros y tiene una longitud de más de 20 kilómetros, de los cuales solo 4 se pueden visitar. El recorrido por su interior, se realiza de forma guiada por un experto en espeleología que te irá explicando su historia y mostrando las formaciones más espectaculares.

Qué ver en el País Vasco

Otros de los lugares que ver es el País Vasco. Es verde, quizás por las constantes lluvias que le dan un aire melancólico a sus pueblos de piedra. Pero también tiene una de las culturas más únicas de España. Si tienes suerte podrás presenciar el juego de la pelota vasca, competencias de levantamientos de piedra y las fiestas con sus tambores resonando. Es la tierra de los pinchos, las inseparables cuadrillas de amigos y de gente directa y afable.

  • Viñedos de Guetaria

Los verdes viñedos de Guetaria, por la zigzagueante ruta de la costa, te llevan casi sin pensarlo al islote de Gaztelugatxe que se encuentra unido al continente por un largo puente zigzagueante de dos arcos. Si bien subir los 241 peldaños hasta la ermita del siglo X es una aventura que se ve recompensada, las vistas desde la carretera también son impresionantes.

El colorido pueblo pesquero de Fuenterrabía es uno de los más lindos del país vasco. Fundada como villa medieval en 1203, recién a finales del siglo XV fue amurallada. En el recinto fortificado, de calles empedradas, se alzan antiguos edificios gran belleza arquitectónica con balcones de hierro forjado.

  • San Sebastián
san-sebastian01.jpg
Vista lateral de la playa de la Concha.

San Sebastián no es sólo la capital de Guipúzcoa. La vida nocturna de la ciudad con sus rondas de pintxos y cervezas, te dejarán sin sueño. Pero, así y todo, te despertarás temprano al día siguiente para darte un chapuzón en la Playa de la Concha, cruzar en bicicleta el puente Zurriola y descansar en los jardines del Palacio de Miramar, donde la monarquía española pasó varios veranos.

San Sebastián es una ciudad para caminarla con sus edificios antiguos del siglo XV, como la iglesia de San Vicente; sus calles estrellas que desembocan en pequeñas plazas empedradas; sus puentes vistosos y el camino junto al mar que te devuelve la tranquilidad. También es recomendable visitar la Plaza de la Constitución, la Iglesia de Santa María del Coro, la Catedral del Buen Pastor, el Peine del Viento y el mirador del Monte Igueldo.

  • Mirador del Balcón de Pilatos

Los arroyos son estacionales pero el enclave es majestuoso con o sin agua. El segundo es el Mirador del Balcón de Pilatos, en el Parque Natural de Urbasa-Andía (Navarra). Cuenta con una caída de 300 metros desde el que se observa el amplio y verde valle de las Améscoas.

Por último, el camino dentro del Cañón del Ebro que lleva a Orbaneja del Castillo, uno de los rincones más bellos y escondidos del país. Es algo que ver en el norte de España definitivamente. Este pueblo de Burgos, además de verse se escucha. El arroyo y la cascada de aguas cristalinas vieron formarse el pueblo en la edad media y, también, el paso de los templarios por sus tierras.

Temas

En Chic

    0
    comentarios